Una de las preocupaciones en mente de todos es repunte de la inflación. Sin duda, una inflación elevada puede tener graves consecuencias para una economía. Pero, lo contrario de la inflación, es decir, la deflación, tampoco está libre de problemas.
Aunque a los consumidores les pueda parecer que una bajada de precios pueda ser beneficiosa para la economía doméstica, la posibilidad de una deflación es algo que siempre ha preocupado a los economistas.
¿Qué es la deflación?
La deflación se caracteriza por una caída general en los precios de bienes y servicios de una economía y, por tanto, un incremento del poder adquisitivo de una divisa. Puede ser causada por tres factores:
- Por un incremento en la productividad, lo que supone un exceso de bienes y servicios.
- Por una caída general de la demanda agregada.
- Por una caída de la masa monetaria o el crédito.
En la mayoría de países se elabora un índice para medir la variación de los precios de bienes y servicios. En España el Instituto Nacional de Estadística elabora el índice de precios al consumidor (IPC) que observa cómo evolucionan los precios. Cuando el nivel del índice varía a la baja de un periodo a otro, se dice que el nivel de precios ha bajado y significa que ha habido deflación.
¿Por qué es malo que bajen los precios?
Un descenso moderado de los precios, cuando es causado por un aumento de productividad, no es necesariamente malo para una economía. De hecho, algunos economistas defienden que estas bajadas moderadas de ciertos productos de consumo aumentan el poder adquisitivo de las familias y son un factor positivo.
Sin embargo, existe el peligro de que la bajada de precios reduzca el consumo ya que la previsión de precios más bajos en el futuro desincentiva el consumo actual.
Los agentes más perjudicados cuando los precios disminuyen son aquellos con un nivel elevado de deuda. En la actualidad, la mayor parte de las empresas funcionan con una estructura de capital que incluye deuda. Cuando los precios bajan se complica el pago de la deuda ya que los ingresos son cada vez menores en términos nominales y la deuda permanece igual. Esto puede crear una espiral negativa que empuje a la quiebra a muchas empresas, elevando a su vez el desempleo.
¿Cómo afecta la deflación a la economía?
Hemos visto que la deflación puede tener diversas causas. Que el impacto de la deflación sea bueno o malo para la economía depende en gran medida de cuales sean las causas de dicha deflación.
Si la deflación es moderada y es el resultado de una mejora de la productividad, no tiene por qué ser un factor negativo. Sin embargo, si la deflación es la consecuencia de una crisis que ha producido una caída de la demanda de bienes y servicios se puede convertir en un inmenso problema del que no es fácil salir.
Es por este miedo a una gran recesión y caída de la actividad económica que los economistas en general prefieren un entorno de una inflación moderada (alrededor del 2% de subida de precios interanual), controlada por los bancos centrales mediante su política monetaria que fomente el crecimiento de la economía.