La crisis que viven Venezuela y su economía nos ha recordado la importancia que todavía posee el petróleo en el mundo actual. Muchas personas se preguntan cómo es posible que un país rico en materias primas tenga tantas dificultades económicas, y es que el petróleo ha supuesto una inmensa transformación, no sólo en los medios de transporte, sino en las finanzas de muchos de los países productores.
Hace no tanto, el 3 de marzo de 1938 se produjo el descubrimiento de crudo en uno de los países que lidera la producción mundial desde hace años, Arabia Saudita. La economía de este país y la de otros productores ha cambiado por completo, aunque también es cierto que unos han aprovechado el crudo mejor que otros. Veremos a continuación 3 ejemplos.
Arabia Saudita
Antes del descubrimiento del crudo, Arabia era un país pobre. Una de sus fuentes principales de ingresos eran los impuestos que pagaban los peregrinos que iban a las ciudades sagradas, pero la Gran Depresión provocó un gran descenso en su número y mermó enormemente los ingresos.
Por ello, tras pequeños descubrimientos en la zona del Golfo Pérsico, se redoblaron los esfuerzos para encontrar crudo. Diversas compañías occidentales, como Gulf Oil, Shell o Texas Oil participaron en estos primeros momentos. Los esfuerzos se vieron culminados el 3 de marzo de 1938, con el primer pozo productor, al que pronto seguirían muchos más. Y solo 6 años después de aquel primer descubrimiento, en 1944, el nombre de la concesionaria que explotaba los derechos se cambió al actual, ARAMCO (Arabian American Oil Company).
La compañía comenzó a suministrar grandes cantidades de gasolina y queroseno de manera gratuita al gobierno saudí, y a partir de 1950, éste decidió incrementar su participación en los beneficios al 50%, a través de los impuestos (bajo la amenaza de nacionalizar la compañía si se le negaba). En 1988, la empresa pasó completamente a manos saudíes, pasando a llamarse Saudi Aramco.
Se estima que un 20% de las reservas mundiales en la actualidad están en manos saudíes, solo por detrás de Venezuela, aunque el crudo venezolano es extrapesado y, por lo tanto, más difícil de procesar.
Con unos 10 millones de barriles diarios, el país es uno de los mayores productores mundiales y el mayor exportador. De hecho, actualmente la producción es similar a la de Estados Unidos y Rusia, pero éstos consumen mucho más que Arabia.
En el país de los jeques inmensamente ricos, aunque ha mejorado la situación, sigue existiendo una gran desigualdad en la distribución de su renta: hay gran cantidad de ricos, pero también una parte importante de la población con un nivel mucho menor.
La salida a Bolsa de Aramco
La tan comentada Gran Recesión de 2008 tuvo también bastantes consecuencias en Arabia Saudita. En un principio, sirvió para diversificar sus inversiones (así como a Emiratos Árabes o a Qatar, por ejemplo), comprando participaciones o empresas enteras por todo el mundo, pero la negativa a subir impuestos y a reducir su nivel de vida provocó un inmenso déficit fiscal en Arabia, superior al 15%, que llevó a considerar la salida a bolsa de la joya de la corona, la petrolera Aramco.
Se estimaba que se podía sacar un 5% de la petrolera por un importe de 100.000 millones de dólares. Por tanto, la valoración total de Aramco sería de unos 2 billones de dólares, algo más del doble de las actualmente más valiosas, un podio que, en los últimos tiempos, se disputan las tecnológicas, con Apple, Amazon, Microsoft y Google a la cabeza. Hubiera sido una salida a bolsa histórica pero, de momento, se ha paralizado.
Como referencia, solo en el mega yacimiento de Ghawar, el más grande del mundo, se estima que quedan reservas para unos 70.000 millones de barriles, lo que, al ritmo de producción actual de Aramco, de unos 5 millones diarios, daría para unos 40 años.
Noruega, un país nuevo y vanguardista
Antes del descubrimiento del petróleo en el Mar del Norte en la década de 1960, Noruega era considerado como el patito feo de los países escandinavos, un país pobre, con una economía basada en la agricultura y la pesca.
Después del descubrimiento del crudo, Noruega ha pasado a ser uno de los países más ricos del mundo, con una renta per cápita superior a 75.000 dólares al año. Y no solo eso, sino que ha conseguido ser una de las sociedades más avanzadas, igualitarias y con mayor solidez de su estado del bienestar.
Paradójicamente, Noruega ha aunado dos factores aparentemente contradictorios: ser uno de los mayores productores del mundo de crudo, con algo más de un millón y medio de barriles diarios (al mismo nivel, por ejemplo, que Qatar) y liderar el uso de las energías limpias y la movilidad sostenible.
En Oslo el vehículo eléctrico supone más de la mitad de las ventas, y más de un 10% del parque móvil actual. Además, existen multitud de carriles-bici, y en 2022 está previsto que todos los taxis tengan que ser vehículos cero emisiones, mientras que tres años después se prohibirán los vehículos diésel y de gasolina.
Además de potenciar su estado del bienestar y elevar la renta per cápita, el petróleo le ha servido a Noruega para construir un potente fondo soberano de inversiones, que gestiona aproximadamente un billón de euros. De esta manera, el país nórdico se prepara para un futuro sin petróleo.
Venezuela, un país rico en recursos desaprovechados
Venezuela es uno de los países más ricos del mundo en recursos naturales. Además de petróleo, abunda el gas natural, el hierro, y otros elementos, como el coltán, un mineral escaso y fundamental para la fabricación de diversos aparatos tecnológicos.
No obstante, aun siendo el país con las mayores reservas de crudo del planeta, hay que señalar que la mayor parte de estas son de crudo pesado, más complicado de procesar, en forma de betún. Y no es fácil de extraer, como sucede, por ejemplo, en Arabia Saudita, lo que encarece su producción.
En 1960, la renta per cápita en Venezuela era similar a la de Noruega y hasta los años setenta se mantuvo en un buen nivel. Sin embargo, la falta de inversiones en el sector petrolífero y su delicada situación política han llevado al país a una situación económica muy complicada, con escasez de productos básicos y una inflación que ha llegado a superar 1.000.000% anual.
Venezuela lleva más de 100 años produciendo petróleo, ya que las primeras extracciones datan de 1914. En las primeras décadas, la extracción del crudo permitió modernizar el país e invertir en infraestructuras. Sin embargo, también ocasionó un desvío de recursos de otras actividades, de manera que sectores como el agrícola o el industrial perdieron peso, en favor del petrolífero. En 1975 se nacionalizó la producción, dando lugar a Petróleos de Venezuela (PDVSA), que posee el monopolio de los hidrocarburos en suelo venezolano.
Algunos analistas han visto el petróleo como el principal problema de Venezuela. El sistema económico venezolano ha girado en torno al crudo, dependiendo en exceso de los vaivenes en la cotización del mismo. El desarrollo del fracking en Norteamérica y la competencia creciente entre los países productores de crudo han ocasionado variaciones muy importantes en los precios, que la economía venezolana no ha podido asumir.
Además, el dinero del crudo no sólo ha servido para mantener a determinados grupos de personas, sino también para subsidiar el precio de la gasolina en el país, donde es prácticamente gratis. Se ha llegado al absurdo de que, por lo que cuestan los alimentos básicos se podrían comprar cientos de miles de litros de gasolina.