Llevar el monedero cargado de monedas o un fajo de billetes es de otra época; usar la tarjeta es mucho más cómodo. Y puede serlo todavía más si nos olvidamos de ellas físicamente pagando directamente con el teléfono móvil. Recién llegados a nuestro país, los pagos móviles son lo último en medios de pago. Apple Pay, Samsung Pay, Android Pay… hoy te contamos todo lo que hay que saber sobre pagos móviles.
¿Cómo funciona eso de pagar con el móvil?
Primera pregunta que surge: ¿cómo será pagar con el móvil? En España es una novedad, pero en Estados Unidos, Canadá, Singapur o Reino Unido es una tecnología implantada que se usa a diario para pagar en comercios.
No hace mucho hablábamos de contactless para pagar con la tarjeta sin deslizar la banda magnética ni insertarla para leer el chip; sino aproximándola al datáfono o TPV (terminal punto de venta). Decíamos que esto era posible gracias a la tecnología NFC, que ya traen las nuevas tarjetas.
Para pagar con el móvil se usa también esta tecnología. En vez de acercar la tarjeta al datáfono, lo que acercamos es el teléfono, donde previamente hemos registrado nuestra tarjeta. Luego solamente tendremos que confirmar el pago con la huella dactilar o con un código.
Explicado de forma muy clara –y poco tecnológica–, se trata de administrar los pagos con nuestra tarjeta a través de una app o aplicación en nuestro teléfono. Ésta le dice al datáfono que queremos pagar con nuestra tarjeta. Y se lo dice a través de los chips NFC, que tienen tanto el datáfono como el teléfono. La app quiere asegurarse de que quien está pagando es el titular de la tarjeta y por eso nos pide la huella o el código.
Aunque resulte evidente, hay que recordar que es necesario que tanto nuestro teléfono como el datáfono estén equipados con tecnología NFC. En España la mayoría de los datáfonos ya la tienen. Además, tendremos que descargar en el móvil la aplicación específica en la App Store si usamos iOS, o en Google Play, para Android.
Actualidad de los pagos móviles en España
La idea de pagar con el móvil integrando NFC y una app específica no es nueva. Google presentó Google Wallet en Estados Unidos en septiembre de 2011. Sin embargo, su implantación a nivel internacional no ha sido la esperada. En el camino se le han adelantado dos grandes competidores: Apple y Samsung.
Samsung Pay aterrizó en España en junio de 2016, aunque de momento solamente permite registrar tarjetas de ciertas entidades y tan solo sus últimos terminales son compatibles. Apple Pay, por su parte, se espera que llegue a España en el último trimestre de 2016. Y para Android Pay, la alternativa de Google, todavía no existe una fecha estimada.
No son estas tres las únicas soluciones, sino que muchos bancos españoles ya han presentado su propia wallet (aplicación móvil) para hacer pagos mediante el chip NFC del teléfono o mediante una pegatina (sticker) con NFC para los clientes con terminales que no dispongan de esta tecnología. Además, varios operadores de telefonía móvil como Orange o Vodafone también ofrecen apps que permiten pagar con el móvil.
Por último, mencionaremos Bizum, un proyecto en el que están implicados varios bancos españoles para permitir pagos con NFC directamente desde la cuenta bancaria de alguna de las entidades participantes. Actualmente se encuentra en espera de ser aprobada por la CNMC.
Apple, Samsung, Android, la de mi operador móvil, la de mi banco, ¿cuál elegir?
Como hemos visto, actualmente solamente están disponibles en España la opción de Samsung, las de varios operadores móviles y las de los bancos. Veamos algunos aspectos de cada una de ellas:
Apple Pay y Samsung Pay solamente funcionan en terminales que disponen de lectores de huella para verificar la identidad del usuario, aunque, de manera alternativa, se puede confirmar el pago con un código que previamente habremos elegido. Android Pay, también funciona en terminales sin lector de huella, así que la confirmación puede ser de ambas formas.
La seguridad parece garantizada, más aún cuando la información de nuestra tarjeta no sale del teléfono, sino que es encriptada con un código único por transacción que se envía al datáfono.
Los tres anteriores, junto con las wallet de los operadores móviles, permiten registrar para su uso más de una tarjeta, sin importar la entidad bancaria (o así será cuando esté totalmente implantado su uso en España). Así no hay que estar saltando de una aplicación a otra según la tarjeta. Sin embargo, las apps que ofrecen los propios bancos, como cabe esperar, limitan su uso al de sus propias tarjetas y cuentas bancarias.