A todos nos preocupa sacar el máximo partido a nuestros ahorros. Y, sí, somos conscientes de que tenerlo todo en una cuenta remunerada o en depósito no es la mejor manera de hacerlo, ya que, a largo plazo, el efecto de la inflación puede «comerse» nuestro poder adquisitivo.
Aun a sabiendas de que lo más adecuado sería diversificar nuestro dinero, de forma equilibrada, entre ahorro e inversión, y cubrir así todos nuestros objetivos financieros, a corto y largo plazo, dar el paso de ahorrador a inversor no siempre es sencillo.
Si queremos dejar de «preocuparnos por nuestro futuro» para pasar a «ocuparnos de nuestro futuro» y estamos dispuestos a dar el salto a inversor, lo primero es derribar algunos mitos en torno a este tema.
¡Te lo mostramos en la siguiente infografía!