Cada vez más personas se interesan por las inversiones. Gente que nunca antes había tenido interés en invertir en bolsa o activos relacionados con renta variable está llegando en masa al mercado, en busca de la rentabilidad que no le dan los tradicionales plazos.
Pero todos sabemos que la bolsa puede ser muy volátil a corto plazo, y por ello es conveniente tomarnos un tiempo antes de lanzarnos al ruedo de los mercados. Y qué mejor que hacerlo con el inicio del nuevo curso. Nosotros también podemos aprender a gestionar nuestras inversiones.
Qué inversor quiero ser
En los mercados hay muchos tipos de inversores: a largo plazo, a corto plazo, activos, pasivos, etc. Por eso es importante hacer una revisión sincera y responder algunas preguntas para decidir qué productos o estrategias se adecúan más a nosotros. Se trata de estar confortables con nuestra inversión. Nadie más que nosotros debe decidir en qué invertir nuestros ahorros.
En cualquier caso, también debemos valorar qué implicación queremos tener, como ya vimos en la entrada sobre la bolsa o la vida.
Eres dueño de tu dinero
Hasta no hace mucho, nos dirigíamos a la sucursal de nuestro gestor de confianza, y éste nos decía qué era lo mejor para nuestros ahorros, desde planes de pensiones, pasando por fondos y acabando en acciones. Nuestros abuelos e incluso nuestros padres se desentendían de la gestión de su dinero, pero ahora todo ha cambiado.
Actualmente, la banca online concentra la mayor parte de operaciones y cada vez pisamos menos la oficina; y cuando lo hacemos nos invitan a usar el cajero o los medios digitales para reducir su carga de trabajo y poder vendernos productos.
¿Es el banco tu amigo?
En el pasado, los empleados de los bancos tradicionales tenían una gran independencia para ofrecer a sus clientes aquellos productos que consideraran más adecuados. Sin embargo, en la actualidad, su día a día viene marcado por los objetivos fijados desde servicios centrales, y los empleados tienen una gran presión para cumplir con esos objetivos de colocación.
Por ello, como serán evaluados por ese objetivo, si a la entidad le interesa colocar un fondo estructurado, el empleado seguro que tiene incentivos en ofrecernos ese producto por encima de otros que quizás se podrían adecuar más a nuestro perfil.
Do it yourself
En el decálogo para la primera inversión tienes algunas ideas de por dónde empezar.
¿El coste de aprender?
Lógicamente, si nunca has operado en bolsa o con productos vinculados, antes de lanzarte hay que adquirir un mínimo de seguridad. Nos jugamos mucho. Ese ahorro que tanto esfuerzo y tiempo nos ha costado reunir. Por ello, deberemos determinar nuestro horizonte temporal, el nivel de seguimiento que queremos tener y el riesgo que estamos dispuestos a asumir. Con esas tres variables, podremos escoger aquellos tipos de productos y clases de activos que más se ajusten a nuestras preferencias.
Plazo de inversión
Un mantra muchas veces repetido es que a largo plazo, en bolsa siempre se gana, y más que en renta fija. Eso, en general, es cierto a nivel global del mercado, pero en determinados activos podemos perderlo todo, o casi todo (si invertimos en una empresa que acaba quebrando, habremos perdido buena parte del capital invertido).
Por eso, para el inversor particular lo más recomendable es operar a largo plazo con capital que no vamos a necesitar, así nos podemos proteger de la locura del mercado a corto plazo.
Nivel de seguimiento
Si tienes ganas de aprender a operar por ti mismo, seguramente la inversión directa sea la que más rentabilidad te aporte a largo plazo para poder ahorrar todas las comisiones que implica la gestión ajena.
En cambio, si tienes claro que prefieres que otros tomen las decisiones, será importante elegir muy bien el equipo gestor. En Self Bank hay una gran variedad de fondos de inversión entre los que podrás elegir para todo tipo de estrategias y las mejores gestoras internacionales.
Riesgo o volatilidad
Para muchos inversores, el riesgo equivale a volatilidad. En cambio, para otros esa volatilidad es una oportunidad de comprar a precios bajos activos de gran calidad. En todo caso, debes determinar cuál es el límite de bajada que estás dispuesto a asumir. Eso es clave para elegir los activos en los que invertir. En esta entrada te ayudamos a elegir en función de tu perfil inversor.