Los animales hace ya un tiempo que pasaron a ser parte de la familia con derecho propio. Es más, así lo reconoce la ley, porque en España hace unos meses el Parlamento aprobó que se les dejara de considerar cosas que puedan ser embargadas o repartidas y que se les reconozca como seres vivos con sensibilidad.
En nuestro país ya hay 20 millones de mascotas, lo que supone que en el 40% de los hogares vive una, según los datos de registro de los veterinarios, aunque podría ser un porcentaje mucho mayor, ya que no todas las mascotas están registradas.
Ante la mayor concienciación de la sociedad hacia los animales y los nuevos postulados sobre respeto al medio ambiente y al entorno, los dueños de las mascotas han pasado a considerarles parte de su propia familia, cuidándoles como un miembro más e incluso, a veces, dándoles caprichos que ellos mismos no se dan. Con esa premisa, se estima que tener un animal de compañía puede alcanzar un gasto anual medio de más de 800 euros, en función del tipo de mascota, una cifra que no todo el mundo puede afrontar.
Cómo las mascotas ayudan a tu economía
Sin embargo, una mascota no solo es gasto; también podría llegar a ser una forma de ahorro y de inversión. Porque los animales aportan beneficios que no siempre se tienen en cuenta y que pueden suponer un buen ahorro.
Es tal el alcance de las mascotas que ya existen productos de inversión dedicados. Es el caso del fondo Allianz Pet and Animals, que se puede contratar a través de Self Bank. Este vehículo financiero invierte en firmas dedicadas a los animales, o respetuosas con ellos, con una rentabilidad mensual acumulada del 1,68%.
Por otro lado, ante el auge del animalismo, importantes firmas de inversión han comprado participaciones en las compañías más pujantes del sector, apostando por su revalorización en los próximos años.
Cada día, en pequeños gestos y momentos con los animales, podemos mejorar nuestra economía sin darnos cuenta y, además, pasando un agradable ratos con ellos:
Por ejemplo, haciendo deporte cuando les saquemos. Muchas personas con animales en casa pagan la cuota del gimnasio o de alguna actividad deportiva sin ser conscientes de que pueden ahorrársela si hacen ejercicio mientras pasean a su perro. Se puede ir a correr con él, montar en bici, patinar o simplemente salir a caminar. Son diversas maneras de mantenerse en forma o mejorar la silueta y la salud, en favor del ahorro.
Otro aspecto importante derivado de sacar a pasear a la mascota es el ahorro en combustible. Por ejemplo, aprovechando el paseo para ir a hacer recados. Así, actividades para las que de otro modo cogeríamos el coche, nos obligamos a hacerlas caminando sin tener que gastar dinero en transporte.
Y si hay que ir más lejos, hoy día tenemos la posibilidad de viajar con ellos en metro o autobús, por lo que tener mascota ya no es excusa para desplazarnos en transporte público y ahorrar notablemente en movilidad. Además, indirectamente así también se ayuda al medio ambiente.
Es innegable que tener una mascota conlleva gastos, como el de su alimentación. Pues aquí también existe margen de ahorro, porque alimentarlos bien no significa comprarles la comida más cara o esos caprichos gourmet que solo sirven para dejarnos dinero. Para que el animal esté bien alimentado hay que apostar por los piensos y comidas de calidad, informándonos de sus beneficios nutricionales y de lo que realmente conviene a nuestra mascota. A la larga, nos permitirá un gran ahorro en alimentos y chucherías que realmente no necesitan.
Pero es que además, tener ese comportamiento con la alimentación de nuestra mascota facilitará que también lo apliquemos a la nuestra. Si tomamos la costumbre de comprar la comida realmente necesaria y no hacer gastos superfluos en productos que ni necesitamos, ni hacen bien a nuestra salud, nuestra economía se verá muy beneficiada. Pensemos, por ejemplo, en esas tentaciones que los supermercados nos ponen cerca de la caja, que solo sirven para aumentar el ticket.
En este sentido, tener un animal de compañía nos puede llevar a una vida mucho más consciente y preocupada con el entorno. Al tener que ocuparnos de él, dejamos de lado muchas costumbres que no solo perjudican al medio ambiente, también a nuestro bolsillo. Tener una mascota, como dijimos, conlleva un gasto, lo que hará que controlemos más todas las compras absurdas que antes hacíamos.
Por otro lado, para hacer sitio a la mascota en casa tendremos seguro que deshacernos de muchas cosas que teníamos aparcadas sin usar. Es hora de vaciar la casa de todo lo que está acumulando polvo y darle una segunda vida. Ahora hay muchas páginas de venta de segunda mano en la red, encabezadas por Wallapop, con las que dar salida a todo eso que ya no necesitamos y sacar unos euros extra.
Tener un animal de compañía a nuestro cargo, contrariamente a lo que se puede pensar en un principio, nos hace ser más conscientes del valor del dinero, de cómo ahorrar y ser más sostenibles con un miembro más en casa.