La mayoría de inversores solemos decir que queremos invertir en buenas empresas. Pero, ¿cómo determinamos la calidad de una empresa? Si tenemos en cuenta que al comprar una acción estamos comprando una parte de una empresa y su negocio, es evidente que el rendimiento de nuestra inversión irá relacionado a largo plazo con el devenir de esa empresa.
Una de las características importantes de cualquier empresa es que sea rentable, es decir, que gane dinero. Aunque parezca mentira, a veces no es fácil determinar si una empresa gana dinero o no. La contabilidad es el lenguaje de los negocios, y conviene entenderlo bien para entender nuestras inversiones. Todas las empresas cotizadas en las que podemos invertir están obligadas a presentar sus cuentas y sus estados financieros ante el organismo regulador pertinente (en España la CNMV).
Los tres estados financieros principales son el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias y los estados de flujos. Aunque aquí nos vamos a centrar en la cuenta de pérdidas y ganancias, debemos tener en cuenta que el estado de flujos de caja nos aporta también información fundamental para entender si el negocio de la empresa está generando riqueza para sus accionistas.
Cuando hablamos de si una empresa gana dinero o no, normalmente nos referimos a la cuenta de pérdidas y ganancias. En ella viene reflejada en primer lugar la cifra de negocios, también conocida como los ingresos o las ventas. Esta es la cantidad de dinero que ha contabilizado la empresa en concepto de ventas durante el periodo. A partir de esta cifra se van reflejando todos los gastos en los que incurre la empresa hasta finalmente terminar con el beneficio neto.
Beneficio = Ingresos – Gastos
El beneficio neto es aquel que queda tras haber tenido en cuenta todos los gastos operativos, depreciación y amortización, gastos financieros e impuestos.
El margen neto es la relación que existe entre el beneficio neto y las ventas, expresado de forma porcentual:
Beneficio neto / Ingresos = Margen neto
Ejemplo
Una empresa de helados ha ingresado en el año 1.000 € vendiendo helados. Tras tener en cuenta todos los gastos e impuestos, obtiene un beneficio neto de 150 €. Decimos que esta empresa tiene un margen neto de 15% (150 / 1.000). Otra forma de pensarlo es que la empresa obtiene 15 € de beneficio por cada 100 € de helados que vende.
¿Para qué sirve?
Calcular el margen neto de una empresa nos ayuda a saber si el negocio de la empresa es rentable, ver cómo ha evolucionado con el paso del tiempo y sobre todo nos permite comparar empresas similares para determinar cuál es la más rentable. Como cualquier otro ratio financiero no debe ser considerado de manera aislada sino que es un dato más para tener en cuenta a la hora de formarnos una opinión sobre la realidad de una empresa y su negocio.