Ahorradores durante el período laboral y turistas durante la época estival. Los aficionados a los viajes aprovechamos cualquier periodo de vacaciones para darnos una escapada más o menos lejana. Las de verano suelen ser las más largas, pero igualmente Navidad o Semana Santa dan para algún que otro viaje.
Según la RAE, turista es la persona que hace turismo; y turismo es la actividad o hecho de viajar por placer. Entonces, olvidándonos de la omnipresente –y ya repetitiva– diferenciación entre turista y viajero, aceptemos con franqueza que, en ciertas épocas del año, nos convertimos en turistas. Y serlo va asociado a un mayor desembolso, como consecuencia de desplazamientos, restaurantes, hoteles y todos los gastos que implica viajar. Para turistear sin dejar de ahorrar, a continuación planteamos los mejores trucos para las finanzas personales de un turista, enmarcados en cuatro conceptos: previsión, presupuesto, control y análisis.
Previsión
Semanas o meses antes del viaje, cuando empezamos a mirar revistas y a leer en Internet, es momento de centrarnos en el coste de viajar a cada uno de esos maravillosos destinos; los ponemos en una lista según nuestro orden de preferencia y evaluamos cada uno según los cuatro pilares del gasto en viajes. Aquí resulta muy útil una hoja de cálculo:
- Desplazamiento al destino y regreso.
- Alojamiento.
- Comidas.
- Visitas.
Va a influir el tipo de viaje: solo, en pareja, con niños, con amigos. Sin olvidar que planificar y reservar con tiempo es fundamental para conseguir mejores precios, que es más caro en agosto y que viajar por agencia es más cómodo y más costoso. El seguro de viaje es otro desembolso a considerar, para ir más tranquilos y porque cualquier incidente fuera de casa puede salir mucho más caro.
Con esas variables encima de la mesa, ya podemos saber de forma aproximada cuánto nos cuesta cada destino y cuál cuadra con el disponible de nuestra cuenta corriente.
Presupuesto
Ya elegido el destino, necesitamos un presupuesto de viaje. Si viajamos con agencia, nos tocará visitar más de una para ver cuál nos ofrece el mejor paquete; si vamos por nuestra cuenta, ir registrando lo que ya hemos reservado: avión, hotel, entradas a monumentos, museos y algún restaurante. Podríamos considerarlos costes fijos del viaje, pues antes de salir de casa ya hemos hecho el desembolso. Y el resto de gastos del viaje como costes variables. Sumándolos, tendremos completado nuestro presupuesto de viaje.
Centrándonos en los variables, el siguiente paso es confeccionar un presupuesto diario. Para ello usaremos la información disponible antes del viaje, de otros viajeros y haciendo uso de social travel, con opiniones en Tripadvisor o Yelp y blogs de viajes.
Para cumplir con el presupuesto diario, podemos recurrir a los usos ahorrativos de la tarjeta de crédito o, todavía más simple, llevar separado en efectivo la cantidad máxima a gastar cada día.
Las tarjetas tourist card están disponibles en la mayoría de destinos, y nos pueden ayudar a no excedernos del presupuesto, pues resulta más barato que pagar cada lugar de interés turístico por separado. Si vamos a alquilar un vehículo, o si vamos al volante desde casa, también son útiles los siete trucos para ahorrar mientras conducimos.
Control
Durante el viaje, para controlar si estamos cumpliendo con el presupuesto que nos habíamos fijado, hay que recurrir a una simple contabilidad viajera. Sirve esa libreta que siempre llevamos encima, una aplicación para el teléfono, o simplemente haciendo recuento al final del día.
Si viajamos a un país con moneda diferente, entonces es esencial saber cuánto estamos gastando traducido en euros. La calculadora del teléfono o una aplicación específica nos puede servir.
Análisis
Ya de vuelta a casa es hora de evaluar si el esfuerzo ahorrador ha dado resultado. Conociendo por completo todos los gastos podemos ver si hemos cumplido con el presupuesto, qué día nos pasamos y cuál cumplimos de sobra. Y, conforme vamos preparando cuerpo y mente para la temida reincorporación al trabajo y la vuelta al cole, llega el momento de pensar en las finanzas tras las vacaciones.
Esta fase de análisis nos será especialmente útil de cara a las próximas vacaciones, para ser capaces de viajar, disfrutar y no por ello dejar de ahorrar.