Muchas personas manejan más de una cuenta bancaria. Tienen una principal, en la que mueven el grueso de su dinero, pueden tener otras por diversos motivos (un crédito, una hipoteca, alguna inversión) y quizás alguna más que ha quedado “parada”, en la cual tienen poco saldo y que no suelen utilizar para nada.
El problema puede surgir cuando la cuenta, en lugar de estar simplemente “parada”, está abandonada, porque, entonces, podemos perder nuestro dinero.
Qué es una cuenta bancaria abandonada
Según la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas:
Corresponden a la Administración General del Estado los valores, dinero y demás bienes muebles depositados en la Caja General de Depósitos y en entidades de crédito, sociedades o agencias de valores o cualesquiera otras entidades financieras, así como los saldos de cuentas corrientes, libretas de ahorro u otros instrumentos similares abiertos en estos establecimientos, respecto de los cuales no se haya practicado gestión alguna por los interesados que implique el ejercicio de su derecho de propiedad en el plazo de 20 años.
Esto quiere decir que si tenemos una cuenta corriente sobre la que no realizamos movimientos en 20 años, pasa a ser de titularidad del Estado.
Además, no solo se incluye el dinero, sino todos los bienes muebles depositados en entidades de crédito, agencias de valores y otras entidades financieras (con lo cual, se pueden incluir acciones, fondos de inversión, valores de renta fija…).
Qué requisitos se tienen que cumplir
La Ley indica que se refiere a aquellos bienes respecto de los cuales los interesados no hayan practicado gestión alguna. Por lo tanto, el simple cargo de comisiones periódicas por parte del banco no es suficiente para que la cuenta no se considere abandonada.
Las entidades deberán comunicar anualmente al Ministerio de Economía la existencia de estas cuentas abandonadas.
Tres meses antes de que alcance los 20 años, las entidades deben enviar un correo certificado al titular de la cuenta que va a ser considerada como abandonada para que tenga oportunidad de conocer esta situación y remediarla.
En cualquier caso, esta comunicación se la envían al último domicilio del que tengan constancia, por lo cual, si la persona no lo ha actualizado convenientemente y ahora reside en otro sitio, no la recibirá. En este caso, se publicará un anuncio en el BOE (que, por otra parte, es improbable que sea leído por el interesado) y, finalmente, si no aparece en el plazo estipulado, pasa a titularidad estatal.
Cuánto dinero pasa cada año al Estado
Aunque pueda parecer que no es muy habitual que suceda esto, el caso es que, sumando un poco de dinero por aquí y otro poco por allá (tacita a tacita, que decía el anuncio), el Estado se embolsa una cifra nada despreciable cada año.
Así, en los últimos diez años, el Estado ha ingresado por este concepto casi 83 millones de euros.
A qué se dedica ese dinero
Recientemente, la Ley de Reutilización de la Información del Sector Público ha introducido una modificación en este sentido, de manera que el dinero ingresado por este concepto se destina al Real Patronato sobre Discapacidad para financiar el desarrollo del Programa para la Mejora de Condiciones Educativas de las Personas con Discapacidad.