El cableado de fibra sigue extendiéndose bajo las calles de las ciudades españolas reemplazando cables de cobre para que dispongamos de una mejor conexión a Internet en los hogares. La competencia es feroz entre las compañías que ofrecen fibra, situación que podemos aprovechar los ahorradores con los siguientes consejos.
Cuando el RITI del edificio empezaba a llenarse de cajetines de ADSL, volvieron las telecos a instalar unos nuevos cables de filamentos de fibra óptica que prometían mejorar la calidad de la conexión. Tras pruebas en Madrid y Barcelona allá por 2005, en 2008 Telefónica fue la primera en ofrecer masivamente fibra en los hogares españoles. En 2015, según la CNMC eran 22,8 millones de domicilios conectados; en 2017, agregando los datos de las principales compañías, superamos los 35 millones.
Por qué cambiar ADSL por fibra
Lo habíamos notado todos. La conexión que teníamos en casa antes de poner fibra no siempre era rápida, había caídas de velocidad. Nos habían subido los Mbps del ADSL, pero todavía le exigíamos más a la conexión con ficheros más grandes, video en streaming de mayor calidad y más dispositivos conectados a la vez en casa.
La solución estaba en la fibra. La velocidad dejó de depender de la distancia hasta la centralita de ADSL, de la franja horaria o de las interferencias que pudieran afectar a los cables de cobre. Los de fibra permiten mayor flujo de datos y una menor atenuación. Y, como resultado, ahora disfrutamos de una velocidad constante de bajada y subida de datos.
Quieres fibra y las compañías quieren que instales su fibra
Es indiscutible que la fibra es un avance necesario para una mejor conexión. Las empresas de telecomunicaciones lo saben y por eso han invertido en cablear toda la geografía española. Tras ello, con agresivas campañas promocionales tratan de llegar
Además, con la fibra indirecta no solo las que han instalado cables ofrecen fibra. Otras empresas negocian un precio mayorista y revenden el servicio bajo condiciones incluso más ventajosas para el ahorrador que la propietaria del cable.
La fuerte competencia del sector juega a favor del ahorrador que se dispone a contratar fibra. ¡Tenlo en cuenta antes de iniciar la contratación y aprovéchate!
Para ahorrar con la fibra hay que investigar
Lo primero es conocer qué compañías proveen fibra en tu domicilio. También las low cost con su fibra indirecta. Basta con entrar en sus páginas webs y comprobar la disponibilidad. Lo ponen todo muy sencillo: si quieres más información, dejas tu número de teléfono para que te llamen al instante. Pero ojo, porque con ello autorizas a que te llamen (indiscriminadamente) en el futuro para informarte de nuevas ofertas.
Ten en cuenta que las superofertas mostradas en las webs de las telecos no siempre son el último precio. Puede que te ofrezcan precios mejores cuando hables con ellos por teléfono.
Con una hoja en blanco por delante, haz un esquema que incluya qué velocidad te da cada una y a qué precio, si hay un descuento inicial y si te interesa contratar además línea de teléfono fijo, móvil y televisión.
No te precipites al contratar
No te precipites con la contratación. Que no te sorprendan cuando te llamen diciéndote “Bienvenido, ¿qué producto desea contratar?” Como cabe esperar, los departamentos comerciales quieren que contrates el producto más caro, aquí y ahora. Sin embargo, hay aspectos fundamentales que podrían afectar mucho a tu factura de Internet:
¿Alta, router e instalación?
La tendencia es incluirlos de forma gratuita, a cambio de un período de permanencia.
¿Cuota de línea?
El precio más visible a veces no lo considera y puede ser superior al precio de la fibra.
¿Permanencia?
Aceptar un período de permanencia implica que si aparece otro producto más económico o no estás satisfecho con el contratado no podrás cambiar de compañía sin pagar la correspondiente penalización.
Cuánto tras el período de descuento
Es fácil dejarse llevar por el precio promocional de los primeros meses, ¿pero en cuánto se queda después? Y sobre todo, ¿hay permanencia que nos impida cambiar cuando termine la promoción? ¿Estás dispuesto a cambiar la fibra cuando termine?
Qué velocidad necesitas
¿De verdad necesitas la máxima velocidad que llega a tu domicilio? Sé consciente del uso que le vas a dar a la fibra: si trabajas con ficheros grandes en la nube, si ves películas online, contenido en YouTube, si tienes contratado Netflix, HBO o Sky y cuántos equipos hay conectados a la vez en casa.
¿Merece la pena un paquete convergente?
Ya que instalas fibra, para ahorrar, te puedes plantear cambiar al mismo proveedor el teléfono móvil y el paquete de televisión. Pero cuidado, porque el objetivo debería ser solo ese: ahorrar. Y no añadir servicios que ni siquiera habías pensado que necesitabas, tan solo porque sumen un poco más al precio de la fibra.
¿Solo fibra?
En vez de tanta convergencia, si estás contento con tu compañía de teléfono, por qué no seguir como estás hasta ahora y contratar solo fibra. Existen varias empresas que lo ofrecen y a buenos precios. Haz cálculos por separado y valora si realmente necesitas tener teléfono en casa, pagar la línea telefónica y cambiar el móvil.
Contrata la fibra más barata
Toma nota de lo que ofrece cada una y solicita que te vuelvan a llamar. Con algo de suerte, hasta podría ocurrir que cuando te devuelvan la llamada te ofrezcan otro descuento que rebaje todavía más la primera oferta, para que así termines contratando con ellos.
Como cada compañía ofrece diferentes descuentos y condiciones, resulta muy esclarecedor calcular cuánto sería el desembolso anual con cada una. Después, teniendo claro lo que estabas buscando, lo que necesitas contratar y con tu hoja de anotaciones a mano, toma la decisión y confirma la contratación con el proveedor que sea más barato.