La recompra de acciones por parte de las empresas se suele mencionar como una de las maneras que tienen las empresas para crear riqueza para sus accionistas, ¿pero realmente siempre es así?
¿Cuándo recompran las empresas sus acciones?
Cuando el negocio de una empresa va bien, la empresa genera mucho dinero. La dirección de la empresa tiene que decidir qué hacer con ese dinero intentando darle un uso eficiente, con el objetivo de crear la mayor riqueza posible para los propietarios (accionistas). Hay diversas opciones a la hora de gestionar este exceso de liquidez. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes.
Veamos algunas de las opciones que tiene la directiva de una empresa para gestionar el dinero ganado:
- Mantener y acumular el dinero en el balance
- Reinvertir en las operaciones del negocio (también llamado crecimiento orgánico)
- Adquirir otras empresas (también llamado crecimiento inorgánico)
- Reducir deuda
- Repartir el dinero entre los accionistas mediante un dividendo
- Recomprar sus propias acciones
¿Por qué se dice que la recompra de acciones por parte de la empresa crea valor para los accionistas?
Una acción representa una parte de propiedad de una empresa. Esto incluye la propiedad de los activos y pasivos de la empresa, así como la parte correspondiente de todos los beneficios futuros que genere el negocio etc.
Veamos un ejemplo:
Una empresa está dividida en 100 acciones. Yo soy propietario de 20 acciones, por tanto soy dueño de una quinta parte (el 20%) de la empresa. La empresa decide recomprar (y amortizar, es decir eliminar) 20 acciones. A partir de ese momento la empresa está formada por 80 acciones. Sigo teniendo mis 20 acciones, pero ahora tengo la cuarta parte (el 25%) de la empresa.
Con este simple ejemplo vemos que nuestra participación en una empresa aumenta automáticamente cuando la empresa recompra y reduce su número de acciones. La lógica tras este razonamiento es que cuando las empresas recompran y amortizan sus propias acciones (las eliminan), la proporción de la empresa que corresponde a cada acción restante se incrementa.
¿Hay creación de valor real o es un simple truco contable?
No es fácil determinar el valor de una empresa, ya que parte del valor que obtendrá el accionista dependerá de los beneficios futuros que genere el negocio de la empresa. Si observamos sólo el balance de la empresa (lo que tiene y lo que debe) podemos obtener una idea del valor en caso de liquidación de la empresa. Pero generalmente no invertimos en empresas para cerrarlas y vender todos sus activos, sino para participar en el crecimiento futuro de su negocio y beneficios.
Desde el punto de vista contable no hay generación de valor en una recompra de acciones por parte de una empresa. Aunque el número de acciones disminuye, también lo hace el dinero que hay en el balance, y por tanto si nos fijamos sólo en lo que aparece en el balance, no hay cambio en el valor. Veamos un ejemplo de esto:
La empresa tiene 100 millones de activos en el balance. Siguiendo con el ejemplo anterior, mis 20 acciones representan el 20% de la empresa, y por tanto soy dueño indirecto de 20 millones de activos. Si la empresa recompra el 20% de la empresa, el balance pasa a ser de 80 millones, y mi 25% sigue valiendo 20 millones.
Sin embargo, como hemos dicho, el valor de una empresa viene determinado no sólo por lo que la empresa tiene ahora, sino por lo que empresa tendrá en el futuro. Lógicamente no vale lo mismo una empresa que tenga 100 millones de activos en su balance (fábricas, existencias, etc.) que al año que viene vaya a ganar 50 millones que otra empresa también con 100 millones de activos que el año siguiente gane sólo 10 millones. Siendo todas las demás condiciones iguales, los accionistas estarán dispuestos a pagar más por la primera empresa que por la segunda.
Debido a este componente de participación de los beneficios futuros que va ligado a ser dueño de las acciones de una empresa, podemos decir que la reducción de número de acciones de una empresa genera valor para los accionistas. Aunque en el balance no se refleja, los accionistas tendrán automáticamente derecho a una parte más grande de los beneficios futuros de la empresa, ya que su participación en la misma ha aumentado de forma automática, como hemos visto.
¿Siempre es una buena idea la recompra de acciones por parte de una empresa?
No. Lógicamente el valor creado para los accionistas depende en parte del precio que se pague por las acciones. Cuánto más se pague por las acciones, más alto tendrá que ser el crecimiento futuro de los beneficios para compensar el dinero gastado en recomprar las acciones. Como siempre, los inversores deben calcular cuál es su coste de oportunidad y determinar si el precio que se paga por un activo hoy compensa la incertidumbre de recibir los beneficios futuros.
¿Qué otras alternativas tiene la empresa para recompensar a sus accionistas?
La alternativa más frecuente a la hora de recompensar a los accionistas suele ser el pago de dividendos. El principal problema con el pago de dividendos es que hay un castigo fiscal considerable para los accionistas al recibir el dividendo. Este castigo fiscal no se da cuando la empresa recompra sus acciones, y por eso se dice que la recompra de acciones es una manera más eficiente por parte de las empresas de recompensar a sus accionistas. Por otro lado, sin embargo, los beneficios futuros son siempre inciertos y hay accionistas que prefieren tener el dinero hoy a la promesa de una mayor participación en los beneficios futuros.
En la práctica las buenas empresas no tienen porqué restringirse a sólo un tipo de estrategia y la mayoría de las grandes empresas compaginan todas las estrategias para intentar crear riqueza para sus accionistas y satisfacer todas las preferencias.