La crisis del coronavirus está teniendo un fuerte impacto no solo sanitario y social, sino también económico. La pandemia iniciada en China está teniendo graves consecuencias en todo el mundo, en general, y en la Unión Europea en particular, con una cifra de contagios que supera ya las 100.000 personas, con cerca de 9.000 personas fallecidas.
Esta situación tan dramática ha motivado la adopción de medidas que nunca antes habían sido tomadas, como el Estado de Alarma generalizado en toda España, o la activación de la Cláusula de Escape General, por parte de la Unión Europea, anunciada el pasado viernes 20 de marzo de 2020 por Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE.
Qué es la Cláusula de Escape General
Una cláusula de escape es una disposición que se incluye en un contrato, según la cual una o más partes pueden dejar de cumplirlo, en todo o en parte, si se producen o se dejan de producir ciertos acontecimientos.
En el caso de la Cláusula de Escape General, se refiere a la suspensión temporal del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que obliga a los distintos Estados de la Unión a mantener controlado el déficit y la deuda pública.
De esta manera, la activación de la Cláusula de Escape General supone, en la práctica, dar vía libre a los gobiernos para que gasten lo que sea necesario para dar respuesta a la crisis del coronavirus, poniendo fin a la era de austeridad de la Unión Europea.
Hay que destacar que esta es una medida totalmente excepcional, que la Unión Europea no llegó a tomar ni siquiera con motivo de la Gran Recesión, la profunda crisis financiera iniciada en 2007-08, y de cuyos efectos aún quedaban algunas secuelas.
Cabe recordar que el Pacto de Estabilidad limita el déficit público a un máximo del 3% y la Deuda Pública al 60% del PIB. Aunque con la crisis financiera, se permitió sobrepasar estos umbrales, la activación de la Cláusula de Escape General supone una total flexibilización en este sentido, permitiendo a los gobiernos gastar lo que haga falta, sin limitaciones.
Von der Leyen ha añadido que existe una mayor tolerancia a la hora de realizar ayudas directas por parte de los estados a las empresas, permitiendo que se den hasta 800.000 euros en ayudas directas a compañías con dificultades, bien a través de subvenciones o mediante ventajas fiscales.
Esta actuación de la Unión Europea se une al anunciado nuevo programa de compra de activos públicos y privados por parte del Banco Central Europeo (BCE), por importe de 750.000 millones de euros.