Inversión estacional en verano

No es la primera vez que hablamos de la estacionalidad en las inversiones. Hay diversas pautas que son bastante frecuentes, aunque seguramente la más famosa sea la de “sell in may and go away”, que ya comentamos en su día.

Hoy vamos a profundizar más sobre la estacionalidad, y en particular, sobre si lo que nos puede parecer intuitivamente un buen negocio en verano, es también una buena inversión.

Qué es la estacionalidad y efecto sobre las empresas

Entendemos por estacionalidad una serie de patrones de comportamiento que se repiten continuamente en determinados períodos del año. En gran medida vienen condicionados por la estación del año, y el propio clima lo define.

Pondremos un par de ejemplos muy simples. Al contrario que otros deportes, el esquí es un deporte estacional de invierno. Lo mismo sucede con el consumo de helados, que principalmente se centra en las estaciones más calurosas del año.

Y ello es algo que tiene un impacto evidente en la vida empresarial y en los negocios cuya actividad gira sobre ese tipo de productos, algo esencial para su gestión (es posible que la estación de esquí cierre o reduzca drásticamente su actividad en verano, y eso se traslada a las necesidades de personal, a la facturación de la empresa, etc.).

Una idea intuitiva: invertir en turismo

Podríamos pensar que eso es algo que se puede trasladar a la inversión y en concreto a la bolsa, de forma que si invertimos en negocios cuya actividad se centre en verano, en esa estación podríamos tener mejores rentabilidades.

Para ello, vamos a considerar invertir en negocios vinculados al turismo en verano, desde hoteles, aerolíneas o navieras.

A priori, parece una buena idea centrarnos en invertir en ese tipo de negocio en plena temporada alta, justo cuando más facturan las empresas, y por tanto generan más ventas y potenciales beneficios.

¿Ha salido rentable invertir en turismo los últimos años?

 

Para valorar si hubiera sido rentable invertir en el negocio de turismo, vamos a observar el comportamiento del índice euro stoxx 600 travel & leisure, compuesto actualmente por las 20 principales empresas europeas vinculadas con el turismo y el ocio.

Observaremos el valor del índice los últimos 3 años, el 31 de mayo y el 30 de septiembre, para ver si su evolución ha sido positiva o no:

Travel & Leisure 31-May 30-Sept Var.
2017 266,59 249,3,32 -6,4%
2016 247,1 225,61 -8,7%
2015 259,13 243,69 -6,0%

El promedio son unas pérdidas del 7% en ese período.

Por tanto, a priori esa estrategia que intuitivamente podríamos creer que nos podía servir, no ha sido muy rentable en este trienio, que en cambio no ha sido especialmente malo para la bolsa en su conjunto.

La idea que debemos interiorizar es que la cotización actual de una acción no depende de cómo esté funcionando el negocio en ese momento, sino de las expectativas a futuro. Así pues, en caso de que pensemos que la temporada veraniega va a ser especialmente positiva para una cadena de hoteles o un aerolínea en concreto, deberíamos haber invertido en ellas unos meses antes.

La teoría del mercado eficiente

Hay mucha gente que opina que los mercados son eficientes, y en ese caso, los precios de las cotizaciones reflejan fielmente las expectativas de las empresas, puesto que la información es igual para todo el mundo y los inversores son seres racionales. Sin embargo, inversores como Warren Buffett indican que si los mercados fueran eficientes, gente como él se vería obligada a pedir en la calle para subsistir.

Es evidente que 100% eficientes no son, puesto que si no los fondos de gestión activa no tendrían ningún sentido, y nadie podría obtener rentabilidades a largo plazo mejores que los índices. Sin embargo, hay muchos autores que defienden que tienden a la eficiencia, no que en todo momento lo sean.

Al final, el efecto psicológico en la bolsa es muy importante, ya que siempre se ha dicho que los grandes capitales y el dinero en general es muy miedoso, y por ese motivo se producen eventos de pánico cada cierto tiempo.

El calendario previsto

Pero sí es cierto que las cotizaciones de las empresas reflejan las expectativas, por ello no es tan importante que compremos una acción en invierno o verano, pues lo buena o mala que ha sido la campaña puede estar ya cuantificado en el propio precio de la acción.

Lo que los analistas siempre vigilan son los resultados trimestrales y los planes estratégicos de futuro de las compañías, y por tanto, esos eventos más a corto plazo que todo el mundo conoce tienen poca incidencia.

Todo el mundo sabe con 4 años de antelación que habrá un mundial, por tanto comprar marcas deportivas directamente relacionadas con ello con un mes de antelación, estará en gran medida descontado en el precio, a no ser que haya alguna noticia no prevista que afecte sustancialmente las previsiones de esas empresas.

 

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