Icono del sitio El blog de SelfBank by Singular Bank

Introducción a la inversión en Tecnología. ¿Qué opciones tenemos?

El sector tecnológico ha sido durante las últimas décadas uno de los sectores más productivos en los que invertir. En la bolsa estadounidense supone el segmento más grande de la bolsa, por encima de otros sectores típicamente bursátiles como financiero o el industrial. Sin duda el sector tecnológico es sinónimo de innovación, progreso y futuro. Y una de las claves de la inversión es que los beneficios siempre están en el futuro.

Las empresas tecnológicas invierten grandes cantidades de dinero en investigación y desarrollo, pero también tienen muchas veces una fuente recurrente y sólida de ingresos.

La importancia del sector tecnológico

Los avances logrados por el sector tecnológico impactan el resto de la economía, ya que su aumento de productividad repercute en todo. Lintrnetos ciclos rápidos de innovación y desarrollo lo convierten en un sector más arriesgado en el que invertir ya que las empresas tienden a ser más volátiles. Sin embargo aquellas que logran sobrevivir muchas veces experimentan un crecimiento espectacular y producen grandes rentabilidades para sus accionistas.

Podemos dividir el sector tecnológico en 4 categorías principales:

Aunque no todas las empresas tecnológicas se pueden clasificar fácilmente en estos apartados, es una forma útil de pensar sobre el sector.

Software

Los programas informáticos hacen que funcionen la mayoría de las cosas en el mundo moderno. Desde nuestros coches y ordenadores, hasta los dispositivos móviles que utilizamos a diario. Al contrario que muchas veces en el mundo empresarial, donde el tamaño y la escala es una gran ventaja competitiva, en el mundo del software las pequeñas empresas pueden ser tremendamente competitivas por su conocimiento específico y dinamismo.

El cloud computing (computación en la nube) que se ha desarrollado en los últimos años permite a las empresas desarrollar y ofrecer servicios de aplicaciones de software de manera virtual. Este paso a trabajar en la nube ha supuesto un cambio importante en las empresas de software y en la manera en la que desarrollan su modelo de negocio.

Entre las mayores cotizadas del mundo en este segmento nos encontramos a Microsoft, SAP, Oracle, IBM o Symantec.

Hardware

Aunque a día de hoy el hardware no tiene tanto prestigio como en décadas pasadas, no es un subsector tan en decadencia como muchos creen. A pesar de que se hayan sustituido por el software muchas funciones que antes se asignaban al hardware, sigue habiendo necesidad de producir máquinas que puedan operar todo el software que se desarrolla.

Entre las líneas de negocio más modernas y prometedoras en el mundo del hardware podemos destacar el desarrollo de la realidad virtual, así como los elementos electrónicos que podemos vestir.

Los líderes mundiales en hardware son Apple y Samsung, aunque algunas empresas chinas como Xiaomi se están abriendo hueco.

Internet y redes

La aparición de internet revolucionó el mundo en muchos sentidos. Las redes de ordenadores pueden considerarse el avance más importante en computación desde el invento del microchip. También ha supuesto una revolución para el mundo empresarial y la economía.

En líneas generales hay dos modelos de negocio: las B2C y las B2B.

B2C (business to consumer. Traducido al español: del negocio al consumidor), son aquellas empresas que centran su negocio en el consumidor final. Mientras que B2B (business to business. Traducido: de negocio a negocio) son aquellas empresas que se centran en ofrecer sus servicios a otras empresas. Grandes empresas como Amazon, Facebook o Google dedican tiempo y recursos a ambos.

Semiconductores

La industria de los semiconductores se sitúa en el centro de todo el desarrollo tecnológico. Todo el sector está basado en disponer de chips que permitan avanzar a la industria. A pesar de esto las empresas que desarrollan semiconductores son tremendamente cíclicas. En gran medida esto se debe a que los chips se convierten en commodities, donde lo que más importa a los clientes es el precio, y poder obtener los chips que necesitan al mejor precio.

Existen fabricantes de semiconductores muy relevantes como Intel, Qualcomm, Infineon Technologies o STMicroelectronics, por citar algunos.

Las empresas tecnológicas desde el punto de vista del inversor

Una de las constantes de las empresas tecnológicas es que suelen cotizar a múltiplos más elevados que el resto del mercado. Los inversores tienden a sobrevalorar las expectativas de crecimiento, y por tanto las acciones de este tipo de empresas suelen estar más caras que la media.

Este exceso de optimismo se refleja también en el hecho de que en muchos casos los inversores están dispuestos a invertir en empresas que no producen ni beneficios ni cash flow en el presente. A la hora de construir modelos de valoración hay que recurrir más a estimaciones sobre el futuro, y el futuro es por definición incierto.

¿Un sector sólo para inversores expertos?

La incertidumbre inherente a invertir en empresas que requieren de mucho crecimiento futuro para justificar su precio, hace que escoger empresas tecnológicas que supongan claramente una buena inversión no resulte fácil. Para aquellos que no tengan un conocimiento especializado y que quieran invertir en tecnología hay otras opciones.

Los fondos especializados siempre son una opción a considerar, y existen multitud de fondos que se dedican exclusivamente al sector tecnológico. No olvidemos también que al invertir en índices generales solemos estar invirtiendo una parte considerable en el sector tecnológico, ya que el sector tecnológico representa una parte importante del conjunto del mercado. En el índice de referencia de la bolsa norteamericana S&P500, el peso del sector tecnológico es del 26%, seguido por el de Sanidad (14%), Finanzas (13%) y Consumo Cíclico (12%).

 

 

 

Estos datos tienen finalidad informativa y no deben interpretarse en ningún caso como una recomendación de compra o venta, o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir como base de ningún tipo de decisión sobre inversiones actuales o futuras. Self Bank no se hace responsable de los perjuicios que pueda sufrir el inversor como consecuencia del uso de dicha información. El Cliente es responsable de las decisiones de inversión que adopte y del uso que haga de la información proporcionada a tal efecto. Self Bank proporciona esta información a través de un proveedor y no asume compromiso alguno de la actualización en el contenido de la información presentada. La evolución o resultados pasados de las inversiones no garantizan la evolución o resultados futuros.

Self Bank no acepta ningún tipo de responsabilidades por pérdidas, directas o indirectas, como consecuencia de este informe. Ninguna parte de este documento puede ser copiada o duplicada de cualquier forma o medio o redistribuida sin el previo consentimiento por escrito de Self Bank.

Salir de la versión móvil