Los precios varían con el paso del tiempo. Todos lo hemos notado alguna vez cuando repetimos la compra del mismo producto, y habitualmente sucede al alza.
¿Qué es la inflación?
La inflación es la subida generalizada de los precios de bienes y servicios durante un período de tiempo. Incidimos ahora en las dos afirmaciones de esta definición:
- Subida generalizada de los precios: no solo suben ciertos precios, sino que suben los de la mayoría de productos, de forma generalizada.
- Durante un período de tiempo: es necesario acotar la variación de precios en el tiempo. Se suele utilizar la variación interanual.
¿Qué es deflación?
Aunque menos frecuente, si se produce una disminución generalizada de los precios, en economía se llama deflación.
¿Qué es hiperinflación?
Este término se refiere a una inflación extremadamente elevada y descontrolada. Suele identificarse como hiperinflación una subida de precios de más del 50% mensual.
¿Cómo se mide la inflación?
La inflación se expresa mediante el porcentaje de variación de los precios entre dos fechas.
¿Qué es el IPC?
Hemos mencionado que ha de ser una subida generalizada, de la mayoría de los productos. En España se utiliza como referencia para medir la inflación el Índice de Precios al Consumo, el IPC. Este es calculado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de una muestra de artículos que representan la “cesta de compra promedio”.
El IPC recoge la variación del precio de una cesta modelo de bienes y servicios que se consumen en los hogares españoles. La muestra la conforman 210.000 precios, de unos 29.000 comercios de 177 municipios. Corresponde a 462 productos cuyo precio se comprueba o se pregunta al establecimiento y otros 493 artículos que se extrae su precio de forma automatizada.
Existen diferentes tipos de IPC: anual, interanual, mensual, adelantado, medio… En este artículo los explicamos con detalle.
¿Qué IPC se utiliza para medir la inflación?
El IPC utilizado para cuantificar la variación de precios es el interanual. Primero se calcula la media de precios mensual; luego se calcula su variación respecto a ese mes del año pasado. Por tanto, el IPC interanual es el indicador que se utiliza como medida de la inflación en España.
En otros países suele realizarse un cálculo similar, aunque varía la selección que compone la cesta promedio. Sin embargo, dentro de la UE existe otra cifra que publican los organismos estatales de estadística, el IPC armonizado (IPCA), que sigue unos criterios comunes para que los resultados sean comparables.
¿Qué es la inflación subyacente?
La inflación subyacente es la variación de precios sin incluir en el cálculo la energía ni los alimentos frescos. Es una medida igualmente interesante porque es menos volátil (ya que elimina de la serie los picos causados por esos subgrupos de bienes) y, de este modo, refleja mejor la tendencia de precios a medio plazo. En España se utiliza el IPC subyacente, también publicado por el INE.
¿Por qué se produce la inflación?
La inflación suele producirse por dos causas que detallamos aquí. A grandes rasgos:
- Por aumento de costes: se incrementan los costes de los factores de producción o de las materias primas necesarias para el proceso productivo.
- Por aumento de demanda: familias, empresas, gobiernos e inversión extranjera demandan más de lo que la economía es capaz de producir.
¿Qué efectos tiene la inflación?
La subida de precios implica que el dinero pierde valor con el paso del tiempo. Es lógico: un euro sigue siendo un euro, hoy y dentro de un año. Sin embargo, lo que hoy se puede pagar con un euro es menos de lo que se compraba hace un año y más de lo que se podrá comprar el año que viene.
Un ejemplo sencillo. El año pasado por estas fechas un litro de leche costaba 90 céntimos en el supermercado. Este año cuesta 1 euro. Quiere decir que la inflación es del 10%. Si se mantiene este nivel de inflación, el año que viene, en este mes, costará 1,10 euros.
El efecto de la inflación considerando un período mucho más amplio llega a ser sorprendente. Imagine un artículo por el que pagaba 10 euros en 1960 (1.664 pesetas). Pues hoy costaría más de 420 euros. Esto significa que los precios se han incrementado un 4.200% en 62 años.
¿Cómo protegerse de la inflación?
La solución para que los ahorros no pierdan capacidad de compra es invertirlos para que, previsiblemente, —y este debería ser su primer objetivo— crezcan, por lo menos, tanto como lo hacen los precios.