En los últimos meses hemos oído diversas noticias acerca de los llamados chiringuitos financieros. De hecho, las advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aumentaron más de un 24% en 2018 respecto al 2017, hasta un total de 620 advertencias. La primera norma de Warren Buffett (“no perder dinero”) es una de las máximas que todo inversor debe seguir, de manera que conviene estar alerta y vigilar dónde metemos nuestro capital.
¿Qué son los chiringuitos financieros?
Bajo esta denominación, se esconden personas físicas o jurídicas que prestan servicios de inversión sin estar autorizados para hacerlo. Al no cumplir los requisitos exigidos a las Sociedades de Inversión, ni estar registrados en la CNMV ni en el Banco de España, no ofrecen garantías ni están sometidos a ningún control, con lo cual el inversor está desprotegido.
Los servicios de inversión sólo pueden ser realizados por empresas autorizadas por el Banco de España o la CNMV, y para ello deben cumplir determinados requisitos, en cuanto a capital mínimo (depende del tipo de sociedad; por ejemplo, para las Sociedades de Valores, el mínimo es de dos millones de euros), organización (deben contar con medios técnicos y humanos suficientes), procedimientos de control interno, honorabilidad profesional, y cumplimiento de una serie de principios y normas de conducta.
Además, dentro de las que están autorizadas, hay actividades que pueden ser prestadas por todas ellas, y otras que están limitadas a determinado tipo de entidades.
Cómo actúan los chiringuitos financieros
- Uno de los primeros aspectos que puede llamar la atención del inversor es la realización de propuestas de inversión de elevada rentabilidad, muy por encima de las del mercado.
- Además, suelen utilizar jerga técnica para aparentar conocimientos ante el inversor y evitar que éste entienda claramente la propuesta, minimizando el riesgo que pueda tener y exagerando los beneficios potenciales.
- Suelen alquilar lujosas oficinas y vestir con ropa elegante y cara, para dar apariencia de solvencia y respetabilidad.
- Normalmente, presionan al inversor y le instan a que aproveche cuanto antes una “oportunidad única”. Si el cliente se resiste, insisten reiteradamente y de forma más agresiva.
- Se muestran reacios a responder al inversor o a proporcionar información actualizada.
- A menudo, las inversiones están localizadas en países extranjeros, e incluso la cuenta en la que hay que depositar el dinero está a nombre de una sociedad de otro país.
- Habitualmente, contactan con personas que no han solicitado o aceptado previamente este contacto.
Cómo evitarlos
Si observamos alguno de los aspectos comentados anteriormente o cualquier otro que nos haga sospechar, lo mejor es que nos aseguremos siempre antes de entregar nuestro capital. Para ello, en la página web de la CNMV (en el apartado Consultas a los registros oficiales, podemos buscar por entidad), o a través de la Oficina de Atención al Inversor del mismo organismo (teléfono 902 149 200), podemos informarnos acerca de si es una sociedad o persona que puede prestar estos servicios.
La propia CNMV tiene una guía explicativa sobre chiringuitos financieros.