Llevamos años oyendo hablar de la transición energética y de la descarbonización de la economía. Los motores de explosión tienen sus días o sus años contados, y la Unión Europea pretende dar un impulso a las energías alternativas aprovechando el cambio provocado por la pandemia, de la mano del fondo Next Generation EU, a través del cual se van a movilizar cientos de miles de millones de euros.
Los coches eléctricos son ya una realidad, aunque con una tecnología todavía en desarrollo. El parque móvil eléctrico todavía es muy reducido, pero esto no ha sido obstáculo para que las acciones de Tesla hayan registrado un avance sólido y hayan convertido a Elon Musk en el más rico del planeta, por delante del CEO de Amazon, Jeff Bezos.
Pero además de la revolución eléctrica, se está gestando también otra de la mano del hidrógeno, el elemento más abundante en la naturaleza, que puede proporcionar una energía limpia y prácticamente inagotable. ¿Puede el hidrógeno convertirse en la energía del futuro?
¿Cómo funciona el hidrógeno como combustible?
Una de las fórmulas químicas más conocidas por todo el mundo es la del agua, H2O; compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, no es de extrañar que el hidrógeno sea tan abundante en nuestro planeta azul.
Si se desea separar el agua en sus componentes, se puede hacer a través de un proceso denominado electrólisis, que permite disociarlos mediante electricidad.
De forma inversa, si se juntan el hidrógeno y el oxígeno en determinadas condiciones, se genera electricidad. Sería el fenómeno conocido como electrólisis inversa, y es el que permite a las pilas de hidrógeno producir energía.Lo más destacable es que la «combustión» de esta pila es totalmente limpia, ya que solo se emite vapor de agua, por lo que es una energía ideal desde el punto de vista de la conservación del medio ambiente.
¿Es el hidrógeno una energía 100% limpia? Hidrógeno gris e hidrógeno verde
Hoy en día gran parte del hidrógeno se extrae del gas natural, en un proceso que genera emisiones a la atmósfera y un alto consumo eléctrico. Al hidrógeno obtenido de esta manera se le conoce como hidrógeno gris.
La alternativa limpia pasaría por realizar la electrólisis del agua, pero aún habría que afinar un poco más; teniendo en cuenta que se necesita energía para producirlo, habría que ver además cómo se ha obtenido ésta.
Si la energía utilizada para obtenerlo es también limpia (por ejemplo, fotovoltaica o eólica), tendríamos entonces el llamado hidrógeno verde o hidrógeno renovable, ya que se conseguiría a partir de métodos de fuentes renovables y no contaminantes.
¿Qué planes existen respecto al hidrógeno?
Algunos países europeos, como Portugal o Países Bajos han comenzado a invertir fuertemente en esta tecnología:
- El país luso desarrolla el proyecto de hidrógeno verde Sines, con inversiones previstas de 7.000 millones de euros y ayudas a la inversión de unos 900 millones en su Estrategia 2030. Entre sus planes se encuentra la creación de una de las mayores plantas de producción de hidrógeno verde con energía solar, que estaría funcionando ya en 2023 y a pleno rendimiento siete años después.
- Por su parte, Países Bajos ha anunciado el proyecto NortH2, mediante el cual se producirá hidrógeno verde utilizando la energía renovable de un megaparque eólico de 3-4 Gigavatios, que se aumentarían hasta 10 GW hacia 2040.
En España, las empresas energéticas también están iniciando movimientos en este sentido; entre otros:
- Iberdrola ha iniciado ya los trámites para la central fotovoltaica que producirá el hidrógeno verde en Puertollano, que será la mayor de uso industrial en Europa, así como un proyecto común con Fertiberia, con una inversión de 1.800 millones de euros.
- Enagás y Acciona han dado un impulso al proyecto para generar hidrógeno verde en Mallorca, y Enagás y Naturgy se han aliado para construir la mayor planta de hidrógeno verde de España en La Robla (León).
- Por su parte, Repsol ha anunciado planes de inversión entre 2.000 y 3.000 millones de euros hasta 2026.
¿Cómo va el desarrollo de vehículos de hidrógeno?
Además del uso industrial del hidrógeno como energía, el hidrógeno está llamado a ser el combustible del futuro para los vehículos, o al menos, uno de los principales.
Hay que señalar que los coches con pila de hidrógeno ya existen desde hace años, con vehículos como el Toyota Mirai, el Hyundai Nexo (sucesor del Hyundai ix35 Fuel Cell) o el Honda Clarity Fuel Cell.
Los vehículos que funcionan con esta tecnología tienen como ventaja respecto a los eléctricos puros que se cargan de manera similar a los que tienen motor de explosión, y en un tiempo muy parecido, unos cinco minutos, nada que ver con el tiempo de recarga de un eléctrico, de varias horas.
Sin embargo, todavía son automóviles muy caros, que rondan los 75.000 euros. Además, hoy por hoy no serían viables, por la falta de hidrogeneras para recargarlos. Las tres primeras hidrogeneras de España están en Puertollano, Albacete y Huesca, aunque hay otras proyectadas, según el Centro Nacional del Hidrógeno. Como referencia, a finales de 2019, había sólo 177 estaciones de carga de hidrógeno en toda Europa, la mitad de ellas en Alemania. Y 432 a nivel mundial.
En la hoja de ruta del gobierno español se prevé que para 2030 haya al menos 150 autobuses, 5.000 vehículos ligeros y dos líneas de trenes comerciales impulsados por hidrógeno, así como una red de 100 hidrogeneras.
A nivel europeo se pretende también crear una red troncal para la distribución de hidrógeno, en la que participa el gestor de la red española, Enagás, adaptando en un 75% la actual red de gas natural y construyendo un 25% de nuevos gasoductos en una red de miles de kilómetros, lo que permitiría abaratar el coste del transporte, uno de los caballos de batalla de esta nueva energía.
La Comisión Europea estima que para 2050 el hidrógeno podría suponer entre un 12% y un 14% del mix energético total, convirtiéndose en una de sus energías principales.
¿Cómo invertir en hidrógeno?
A lo largo de este artículo se han citado algunos de los actores implicados en la producción de esta nueva energía, entre ellos, las principales compañías energéticas y el gestor de la red de gas.
Otra importante rama puede ser la de las empresas que fabrican pilas de combustible, como Plug Power, Bloom Energy, o compañías relacionadas con el proceso de electrólisis, como Linde, una gran empresa química que cuenta con 80 plantas de electrólisis y más de 190 estaciones de combustible en todo el mundo, o ITM Power.
También pueden ser una alternativa interesante empresas como Air Liquide, una compañía francesa líder en gases industriales, que está desarrollando soluciones para la movilidad con hidrógeno en China, en sociedad con la compañía de aquel país, Sinopec; la energética francesa Engie, que prepara el lanzamiento del primer tren en el mundo impulsado con hidrógeno limpio, o Siemens Energy, escindida del gigantesco conglomerado alemán y con un enfoque orientado hacia las energías renovables.
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