El 26 de junio de 1997 se publicó en Reino Unido el primer libro de una saga literaria sobre un mago adolescente, un tal Harry Potter. Obviando las cifras que se generaron en Hollywood con las películas, Harry Potter y la piedra filosofal, junto con las seis novelas que la siguieron, han generado más de 7.700 millones de dólares, solo a través de la venta de libros, con unas ventas mundiales de más de 107 millones de ejemplares.
Pero eso fue antes de los ebooks o libros electrónicos -Kindle, el lector de Amazon, salió en 2007- y del impacto que ha tenido en el sector editorial. ¿Pero cuál será el próximo gran reto de la industria? ¿merece la pena invertir en los nuevos gigantes del mundo editorial?
Pros y contras del ebook
Una forma intuitiva de aproximarnos al impacto del libro electrónico pasa por observar en el transporte público. Ahora da la impresión de que se ven menos ebook de los que se veían cuando se produjo el boom, hace algo más de diez años.
El formato electrónico tiene la ventaja de una mejor portabilidad y de lectura (permitía ampliar el tamaño de la letra), así como de almacenamiento (varios libros en un solo ebook); su tecnología no cansa tanto la vista como la pantalla de un ordenador y su batería tiene una duración muy aceptable. Los ebook más modernos permiten anotaciones al margen e incluyen enlaces multimedia.
Sin embargo, nunca terminaron de convencer a los amantes del papel. La letra impresa mantiene un olor y un tacto que el ebook no tiene, y se convierte en un oasis contra el elevado uso de los dispositivos electrónicos en la vida diaria. Además, si bien parecía que los ebook eran más ecológicos al no utilizar papel y tinta, luego se demostró que sus deshechos son peores.
Y, pese a todo, el gran freno a los ebooks llegó con el final de la piratería descontrolada. Los primeros formatos electrónicos supusieron la pérdida del control comercial de la obra porque eran fáciles de copiar y descargar sus títulos a coste cero desde distintas plataformas online. A medida que la piratería se controló, los dos formatos se estabilizaron.
Algunas cifras
La industria del libro se encuentra integrada con la de la edición e impresión en todo tipo de formatos, desde las revistas, a los diarios, pasando por los libros de texto, los libros más técnicos o las novelas. Resulta complicado encontrar datos solo de libros porque los grandes jugadores tradicionales del sector, por ejemplo, la británica Pearson o la alemana Bertelsman tienen intereses en toda la industria del contenido, y qué no decir de los nuevos jugadores como Amazon.
En España, la tendencia es similar ya que las principales empresas de comunicación integran, además de editoriales, diferentes subsectores como la televisión, el periodismo o la radio. Prisa, dueña de la editorial Santillana, controla, además, El País, la Cadena Ser o Media Capital. Otra gran jugadora dentro de este mercado, el Grupo Planeta, que es dueña de la editorial Planeta, gestiona el diario La Razón, Onda Cero y Atresmedia, e incluso una universidad, la EAE Business School.
No obstante, se estima que la industria de los libros en Estados Unidos generará unos 29.000 millones de dólares en 2019, y dará empleo a unas 61.000 personas. Y eso, a pesar de que se prevé una mejora de libro tradicional durante el año, que traerá un crecimiento de las ventas de un 0,4%.
Los analistas recuerdan que la industria de los libros se ha estancado y que sus beneficios medidos por el EBITDA (beneficio antes de impuestos y amortizaciones) caerán durante el periodo 2014-2019. Explican que los mercados de la educación y la formación escolar han mostrado un crecimiento saludable, pero que las ventas del mercado global (ficción) han caído. Y apuntan al segmento de los ebooks como el origen del problema, pues las ventas se han debilitado tras el boom inicial.
En cuanto a los ebooks, según Statista, en 2019 los libros electrónicos generarán unos ingresos de 13.669 millones de dólares, con una penetración entre los usuarios del 12,9% (se prevé un 14,5% para 2023), lo que supone unos 950 millones de lectores en todo el mundo y se estima que esa cifra alcance los 1.112 millones en 2023. Se espera que los españoles se gasten unos 135 millones de dólares en ebooks durante 2019, en comparación con los 5.500 millones de dólares de Estados Unidos, principal consumidor de libros electrónicos.
Estados Unidos, Japón, China, Reino Unido y Corea del Sur son los cinco grandes mercados mundiales por ventas, mientras que los principales jugadores de la industria son Amazon, Hachette, Harper Collins, Penguin Random House y Kensington Publishing.
Retos y oportunidades
La industria del libro en general afronta un reto muy complicado con los nuevos sistemas que permiten la autopublicación de los escritores (KDP – Kindle Direct Publishing de Amazon), pues recortan de forma muy significativa los márgenes que tenían las empresas editoras (impresión, distribución, derechos, etc.).
Por otro lado, los libros son considerados parte de un consumo discrecional (no básico) por lo que, si mejora el gasto de los hogares cuando mejora su renta, debería aumentar la compra de libros. Dado que las previsiones son positivas para 2019, la industria debería mejorar sus cifras durante el presente ejercicio a nivel global.
Sin embargo, el gran reto que puede llegar a la industria del libro también es tecnológico: los audiolibros, un dispositivo que permite escuchar un libro, por ejemplo, en tu teléfono móvil o en tu coche (Apple CarPlay o Android Auto), mientras conduces.
Hay firmas como Audiobooks que ofrecen libros en formato audio que se pueden encontrar en Google, Walmart o Instaread y que pueden atraer la atención de plataformas especializadas en contenido como Spotify, Pandora o iHeartMedia, por lo que la industria espera una nueva revolución tecnológica.
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