fases mercado

¿Cómo gestionar nuestras emociones en las 4 etapas de mercados alcistas y bajistas?

Los mercados financieros se caracterizan por ser cíclicos. Todos conocemos algún caso de burbuja bursátil, y siempre hay lecciones que podemos sacar de esos momentos de euforia. Sin embargo, comprender el ciclo del mercado entero nos puede ayudar a diseñar una estrategia más inteligente de inversión. Las cuatro fases son:

  • Acumulación
  • Fase Alcista
  • Distribución
  • Fase Bajista

Aunque el periodo que abarca un ciclo puede variar enormemente, los mercados siempre atraviesan estas cuatro fases. La complicación reside en detectar en qué fase del mercado se está. Uno de los errores principales que cometen muchos inversores es creer que la fase en la que se encuentra el mercado en ese momento, durará para siempre.

Como cada fase suele producir una serie de emociones en los mercados, identificarlas y conocerlas nos ayudará a gestionarlas mejor:

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Aunque vamos a hablar de fases del mercado bursátil, estas se producen también en la economía general. La bolsa suele ser un reflejo de lo que pasa en la realidad, y de las expectativas que los inversores tienen sobre esa realidad.

Fase de Acumulación

Esta fase empieza cuando el mercado ha tocado fondo y los innovadores y valientes empiezan a comprar estimando que lo peor ya ha pasado. El grupo de inversores que suele comprar en esta fase son los inversores en valor, los inversores cuantitativos, y los insiders de las empresas que conocen la realidad económica mejor que nadie. En esta fase las valoraciones son muy atractivas, pero el sentimiento de mercado sigue siendo negativo.

Los activos han estado cayendo de precio sin piedad durante un tiempo, y el desplome parece no tener fin. Muchos que creyeron ya haber llegado al fondo, compraron y luego vieron cómo el precio seguía bajando. La prensa refleja el pesimismo general, e inversores a largo plazo han desistido y vendido desesperados por salvar lo poco que queda de sus carteras.

Pero en la fase de acumulación los precios llegan realmente a su suelo, y por cada inversor que tira la toalla y vende su activo, hay otro que está dispuesto a comprarlo a precio de ganga. En esta fase de mercado el sentimiento empieza a cambiar del pesimismo a la neutralidad.

Fase Alcista

En esta fase el mercado se ha estabilizado ya un tiempo y empieza a subir. La masa de inversores más adelantados empiezan a entrar en el mercado. Los suelos de los precios empiezan a ser cada vez más elevados, y se empiezan a ver techos de precios cada vez más altos. La prensa empieza a comentar que tal vez lo peor haya pasado, pero el desempleo y las noticias fundamentales siguen teniendo un tinte negativo.

A medida que avanza esta fase, más inversores van entrando y participando en el mercado. Los sentimientos de miedo a perder van siendo sustituidos por avaricia y miedo a dejar de ganar.

Al final de la fase alcista la mayoría de inversores siguen activos en los mercados, y el volumen crece notablemente. Las valoraciones son altas desde cualquier perspectiva histórica. No se presta tanta atención a los números, sino a las promesas y a las proyecciones de enormes beneficios futuros. Los inversores no son tan exigentes con los precios que pagan por los activos, porque parece que siempre habrá alguien que esté dispuesto a pagar más por ellos el día de mañana.

Mientras la mayor parte del mercado está comprando y participando de los elevados precios, el dinero inteligente está deshaciendo sus posiciones. Cuando los precios dejan ligeramente de subir o su subida se ralentiza, la masa que faltaba por participar de las ganancias compra. El sentimiento de mercado en esta fase pasa de neutral, a alcista, a euforia.

Fase de Distribución

En esta tercera fase los vendedores empiezan a dominar el mercado. El sentimiento de mercado cambia del optimismo a un sentimiento mixto. Los precios pueden estancarse en un rango determinado durante largos períodos (semanas e incluso meses). Por ejemplo, en enero de 2000, el Dow Jones permaneció en un rango estancado durante más de 18 meses, antes de empezar el declive. Pero la fase de distribución también puede llegar de forma precipitada.

La fase de distribución es una fase muy emocional para los inversores. Se solapan momentos de pánico y desesperación, con momentos de esperanza y optimismo cuando parece que los mercados van a volver a despegar. Las valoraciones suelen ser excesivas y los value investors ya llevan fuera del mercado un tiempo. El sentimiento de mercado suele ir cambiando paulatinamente, aunque si hay algún acontecimiento geopolítico o económico muy negativo, puede precipitar las caídas.

Fase Bajista

La última fase es la más dolorosa para aquellos inversores que todavía mantienen activos. Muchos los mantienen porque han caído por debajo del precio que pagaron por ellos, con la esperanza de que se vuelvan a recuperar para poder deshacer la posición sin perder en exceso. Sin embargo, cuando el mercado ha caído más del 50%, la mayoría de rezagados que compraron en la fase de distribución o al inicio de la fase bajista, se rinden en desesperación malvendiendo sus activos.

 

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