¿Es el momento de invertir en oro?

El oro, además de ser un metal precioso muy apreciado en joyería y en algunas ramas de la industria por sus cualidades, también es uno de los activos estrella en el mundo de la inversión.

La cotización del oro fluctúa en función de la oferta y la demanda física del metal, pero también en relación con el oro como activo de inversión. Como curiosidad, el oro cotiza en dólares americanos y su precio refleja lo que se paga por una onza, que equivalen a 28,35 gramos.

A partir del 2006-07, con el inicio de la Gran Recesión, la cotización del oro inició una escalada que le llevó del entorno de los 600 dólares por onza a superar los 1.800 en 2011, es decir, que se llegó a multiplicar por tres en apenas cinco años.

Posteriormente, bajó al entorno de los 1.000 dólares por onza, y tras una tímida subida a principios de 2016, sus precios se encuentran en la horquilla de los 1100-1350 dólares.

De qué depende la cotización del oro

Además de la oferta y la demanda, hay otros factores que tienen una gran incidencia en su cotización.

Tradicionalmente se considera al oro como el activo refugio por excelencia. Es por ello que suele subir en momento de tensión en los mercados, como por ejemplo cuadno hay una noticia negativa sobre la guerra comercial o cuando estalla algún conflicto geopolítico.

Otra posible explicación para este repunte de la cotización podría estar en las expectativas de inflación. Tradicionalmente la cotización del oro va en dirección inversa a la de los tipos de interés. Un escenario de tipos bajos como el actual debería conducir a una situación de subida de la inflación, de manera que muchos inversores tratan de evitar la pérdida de valor de su dinero mediante la adquisición de oro.

En definitiva, el comportamiento del oro es distinto al de otros activos financieros, y por ello muchos inversores deciden tener oro. En la práctica, contribuye a la diversificación de las carteras de inversión, dada su poca correlación con otros activos, y algunas estrategias, como la de la cartera permanente, establecen el oro como activo estrella precisamente en períodos de elevada inflación, cuando el dinero pierde valor.

Qué características tiene el oro

El oro es un activo muy especial. Por una parte ha sido muy valorado desde la antigüedad por sus propiedades, y durante mucho tiempo, funcionó como dinero, o como base en la que se apoyaba el valor del dinero.

Aunque hoy en día ya no tiene ese valor en sí mismo, el oro continúa siendo un activo estratégico en muchos casos, y los países suelen tener reservas (como, por ejemplo, la famosa reserva de Fort Knox, en Estados Unidos). Por su parte, España ha vendido en los últimos años parte de sus reservas (en virtud de unos acuerdos firmados cuando se constituyó el Banco Central Europeo), que actualmente se sitúan en unas 280 toneladas.

Además, muchas personas lo siguen viendo como un valor tangible, es algo que se puede ver y tocar, y por eso invierten en lingotes de oro o en joyas.

Otra de sus características es la escasez, puesto que no hay una gran producción (apenas unas 3.000 toneladas anuales en todo el mundo), y no hay productos sustitutivos (como puede suceder, por ejemplo, en el caso del petróleo y otras energías alternativas).

La mayor parte de la producción se emplea en joyería (alrededor del 70%), un 20% se dedica a oro de inversión y un 10% se utiliza para otras aplicaciones industriales y médicas, gracias a sus propiedades (buena conductividad eléctrica, resistencia a la corrosión…).

Cómo invertir en oro

Hay diversas maneras de invertir en oro. Algunas de ellas son complejas y requieren conocimientos financieros elevados.

Oro físico

Hay personas que invierten físicamente en oro; es decir, se compran un lingote, que vienen en tamaños normalizados. Un lingote de apenas 250 gramos (teniendo en cuenta la densidad del oro, es apenas del tamaño de un mechero) rondaría actualmente los 10.000 euros, y es relativamente sencillo de guardar. Pero estaríamos expuestos a que nos lo robasen, con lo cual son más recomendables, en general, otras maneras de invertir.

Fondos de Inversión

Existen fondos de Inversión centrados en las acciones de empresas extractoras de oro y otros metales preciosos que pueden encontrar por ejemplo en este listado del buscador de fondos de Self Bank. Lógicamente estos fondos de inversión no tienen una correlación perfecta con la cotización del oro, pero sí va a haber una estrecha relación entre la cotización del oro y la de las empresas que componen el fondo.

Certificados

Otra posibilidad para invertir en oro (y en petróleo) son los certificados. Los certificados cotizan en Bolsa, y replican la evolución del precio de la materia prima, sin fecha de vencimiento, con liquidez (al cotizar en el mercado), y con el riesgo divisa cubierto.

Warrants y Turbo Warrants

Los warrants y los turbo warrants también son productos derivados, y su evolución depende de la de otro activo subyacente (en este caso, el oro), así como de otros factores, como la volatilidad o los tipos de interés.

Los warrants otorgan el derecho a comprar o a vender un activo a un precio fijo y hasta una fecha determinada. Se puede invertir al alza (warrants call) o a la baja (warrants put).

CFD

Los contratos por diferencias (CFD por sus siglas en inglés) también permiten sacar partido de la fluctuación de los precios del oro. Para operar con estos productos, el bróker requiere un porcentaje del nominal a modo de garantía, es decir, no es necesario desembolsar todo el valor nominal de la inversión, por lo que se trata de productos con apalancamiento. Esto incrementa el riesgo de la inversión, por lo que se no se trata de un producto apto para todos los perfiles. El CFD nos permite posicionarnos tanto al alza como a la baja sobre el precio del oro.

ETF

Una alternativa de inversión no tan habitual para los inversores no profesionales es la de los ETF, que son fondos de inversión que cotizan en Bolsa. De esta manera, simplemente se trata de buscar un ETF referenciado al activo que nos interese, en este caso, al oro.

Estos datos tienen finalidad informativa y no deben interpretarse en ningún caso como una recomendación de compra o venta, o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir como base de ningún tipo de decisión sobre inversiones actuales o futuras. Self Bank no se hace responsable de los perjuicios que pueda sufrir el inversor como consecuencia del uso de dicha información. El Cliente es responsable de las decisiones de inversión que adopte y del uso que haga de la información proporcionada a tal efecto. Self Bank proporciona esta información a través de un proveedor y no asume compromiso alguno de la actualización en el contenido de la información presentada. La evolución o resultados pasados de las inversiones no garantizan la evolución o resultados futuros.
Self Bank no acepta ningún tipo de responsabilidades por pérdidas, directas o indirectas, como consecuencia de este informe. Ninguna parte de este documento puede ser copiada o duplicada de cualquier forma o medio o redistribuida sin el previo consentimiento por escrito de Self Bank.