Con este artículo iniciamos una serie consistente en analizar los errores más clásicos en las finanzas personales, que todos en algún momento u otro hemos cometido probablemente sin ni siquiera ser conscientes de ello.
Para empezar, vamos a tratar uno de los fallos más frecuentes de la mayoría de la gente: gastar más de lo que se ingresa, incurriendo de este modo en una pérdida continua de capital en nuestras cuentas bancarias.
Seguro que has tenido alguna época en la que cada vez que consultabas el saldo de tu cuenta a final de mes había menos dinero que el mes anterior. Y eso un mes tras otro. ¿Cómo es posible que en marzo tenga en la cuenta 1.800€ cuando en febrero tenía 2.000€ y en enero 2.450€? Muy sencillo: estás gastando más de lo que ingresas y, por consiguiente ,el balance mensual de tus finanzas es negativo, viendo de este modo como el saldo de tu cuenta va disminuyendo irremediablemente.
El fin último de gastar más de lo que se ingresa es siempre el mismo, partas de mayor o menor capital: acabar con la cuenta a cero. Disponer de más o menos dinero en la cuenta bancaria simplemente alargará o acortará ese momento en el que la cuenta pasará a números rojos. Pero no hay que permitir que eso llegue a suceder, especialmente cuando detectar este error es tan sumamente sencillo.
Cómo solucionar el error de gastar más de lo que se ingresa
Antes de tratar de solucionar el problema, es conveniente ser capaz de identificarlo. En este caso concreto, es relativamente fácil averiguar si estamos cometiendo el error de gastar más de lo que se ingresa. Basta con hacer un listado del importe disponible a final de mes durante los últimos 6 meses en la cuenta principal en la que tenemos asociados todos los gastos.
Si ese importe va decreciendo mes a mes, estamos sin duda alguna gastando más de lo que ingresamos. Por el contrario, si el importe se mantiene o incluso va creciendo, tenemos bajo control este importante aspecto de nuestras finanzas personales.
En el caso de que estemos gastando más de lo que ingresamos, la solución es obvia: tenemos que elaborar un presupuesto de gastos personal para tener bajo control nuestra situación financiera en todo momento y, sobre todo, para controlar todos aquellos gastos que están haciendo que vayamos perdiendo nuestro capital mes tras mes.
Si elaborar un presupuesto de gastos personal te parece algo demasiado complejo (no lo es, te hemos contado cómo hacerlo con anterioridad), por lo menos deberías intentar tener bajo control dos aspectos fundamentales de tus finanzas personales:
- Saber con exactitud la cantidad de ingresos mensuales que tienes a tu disposición: nóminas, ingresos extras, intereses, etc.
- Llevar un control de los gastos en los que vas incurriendo (sin necesidad de clasificarlos por categorías como requeriría un seguimiento de tu presupuesto de gastos personal), para de este modo poder determinar a qué altura del mes toca empezar a “apretarse el cinturón” (por ejemplo, cuando tus gastos alcancen el 75% de tus ingresos).
Sea como sea, la dinámica de gastar más de lo que se ingresa no es sostenible a largo plazo, por lo que cuanto antes te pongas manos a la obra para solucionarlo, antes podrás disfrutar de la tranquilidad de convivir con una estructura de gastos e ingresos sostenible en el tiempo.