A la hora de invertir, tenemos multitud de posibilidades: depósitos, renta fija, acciones, materias primas… Una alternativa interesante para muchos inversores es la de optar por un fondo de inversión, ya que permiten diversificar nuestra cartera de forma fácil y económica, además de hacer posible el acceso a condiciones y a tipos de inversión que, por su naturaleza, estarían más restringidos para un pequeño inversor.
Si nos decidimos por esta vía, hay multitud de aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir el fondo que más nos conviene, tales como el perfil de riesgo, la inversión requerida, el horizonte temporal recomendado o las comisiones que tenemos que soportar.
La diversificación que podemos conseguir es uno de los aspectos más interesantes que nos proporcionan los fondos de inversión, ya que existe una gran variedad: los hay más conservadores y más especulativos, pueden estar relacionados con diversos tipos de activos (acciones, Deuda Pública, activos monetarios, materias primas, etcétera) o, por ejemplo, estar orientados por mercados: España, Europa, Estados Unidos, países emergentes…
Hoy en día existe tal pluralidad que podemos encontrar un tipo de fondo adecuado para cada inversor. Esa pluralidad nos permite, incluso, atrevernos con algunas alternativas de lo más variopinto, que pueden servir de complemento a una cartera tradicional. Con estas pequeñas apuestas intentaremos diversificar nuestra cartera y buscar rentabilidades interesantes. A continuación, veremos algunos de ellos.
Inversión en vicio
Existen algunos fondos de inversión específicos, que, por ejemplo, invierten en vino, y otros más generales, que apuestan por todo tipo de vicios: alcohol, tabaco, juego, armas… Estas inversiones son consideradas como poco éticas por algunos inversores, pero algunos de estos fondos pueden obtener interesantes rentabilidades y ser una alternativa para aquellos a los que no le importe esta cuestión.
Invertir en ética
Los opuestos al apartado anterior también tienen sus opciones, ya que existen fondos de inversión éticos, que solo invierten en compañías que cumplan con un código de gobierno corporativo, promocionren la conciliación laboral, etcétera. De forma similar, existen fondos centrados en compañías que contribuyen a la conservación del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático, que apuestan por la agricultura inteligente o por la construcción eficiente.
Fondos de inversión en la vejez
El aumento de la esperanza de vida es una tendencia. En España, en el último siglo, se ha incrementado en cuarenta años, debido a la gran reducción de la mortalidad infantil y a las mejoras en la higiene, la sanidad y la alimentación. Actualmente, se estima que cada año se incrementa la esperanza de vida en unos tres meses, de manera que invertir en la vejez parece una buena opción. En la práctica, estos fondos de inversión se centran en empresas de salud, farmacéuticas, biotecnológicas, fabricantes de prótesis, geriátricos…, aunque la temática también va ampliándose con el paso del tiempo: ocio para la tercera edad, viajes, nuevas necesidades financieras…..
Invertir en jóvenes
Todos sabemos que lo más importante para los padres son sus hijos, por lo que no parece mala idea invertir en fondos que se centran en las empresas relacionadas con la juventud: ocio, tecnología, bebidas, deporte, moda, etcétera.
Inversión en seguridad
Hoy en día, la seguridad no solo se refiere a las compañías que proporcionan guardias o sistemas de alarma, sino que incluye también a aquellas que luchan contra el cibercrimen o contra el espionaje industrial, aspectos para los cuales se prevé un gran crecimiento en los próximos años.
Invertir en turismo
El turismo es un clásico de los fondos de inversión, pero dentro de este, es posible, por ejemplo, invertir en un fondo centrado en los 300 lugares más visitados del mundo, estableciendo de alguna manera la relación entre la cantidad de visitas y la vitalidad comercial de esos sitios.
Invertir en materias primas raras
Muchos son los inversores que tienen al oro entre sus preferencias. Pero en el mundo de las materias primas existen otras opciones, y los conocidos como metales raros (o “tierras raras”) están en auge, debido a su uso intensivo en muchos de los aparatos más usuales hoy en día. Elementos como el cerio de los motores diésel, el terbio de los televisores LED o el neodimio en ordenadores, tabletas y móviles, forman parte de nuestras vidas, aunque no seamos conscientes.
Existe ya algún fondo especializado en las compañías mineras dedicadas a la explotación de este tipo de materias primas, las cuales, de momento se encuentran en muy pequeñas cantidades, por lo que pueden resultar una inversión a tener en cuenta, en función del perfil inversor de cada uno.
También es posible, por ejemplo, invertir en fondos relacionados con el uranio y la energía nuclear, de .los que se espera un crecimiento futuro, cuando China sustituya sus obsoletas centrales térmicas.
Sin embargo, resulta todavía difícil invertir en grafeno (material que se elabora a partir del grafito y que presenta un futuro muy prometedor, debido a sus múltiples propiedades), debido a que la mayoría de empresas de este sector son todavía pequeñas compañías no cotizadas.
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