Una de las fechas clave del año, queramos o no, es la del 14 de febrero. Porque aunque muchos sean alérgicos a ella, no se puede negar la realidad: el Día de los Enamorados es una de las principales tradiciones del mundo y es una jornada dorada para el comercio.
Porque es costumbre que en este día las parejas se regalen algún detalle. Unas más, otros menos, pero casi todos hacen algo especial por San Valentín, aunque sea comprar una rosa. De hecho, en España nos encanta esta fecha, porque somos el país que más gasta en esta jornada en toda Europa. Según un estudio elaborado por Packlink, el gasto medio por persona es de 122 euros, y 6,3 millones de españoles se rascan el bolsillo para agasajar a su amor.
¿Es una cantidad demasiado alta? Eso dependerá de cada uno y sus posibilidades, pero desde luego no es baladí y muestra hasta qué punto en España ha calado esa tradición. Pero, ¿es posible quedar bien con nuestra pareja en San Valentín sin gastar tanto dinero?
Por supuesto que sí. Por suerte, ahora tenemos más opciones que nunca para hacer regalos originales, diferentes y que tengan un significado especial sin necesidad de tirar la casa por la ventana. Solo hay que usar la imaginación y hacer uso de la ayuda extra que nos aporta la tecnología.
Regalar por San Valentín sin derrochar
Empecemos por determinar qué cantidad podemos o queremos gastarnos. Es mejor siempre marcarse un límite para no gastar de más y no tener un desajuste en nuestras finanzas personales. Y, en función de esa cifra, podremos decantarnos por una opción o por otra.
Con el objetivo de no gastar por gastar y regalar algo que de verdad vaya a hacer ilusión a nuestra pareja -o a quien quiera que regalemos- sería útil conocer algún deseo que tenga desde hace tiempo o qué tipo de cosas le gustan.
Por ejemplo, si es una persona amante del deporte, seguro que le gustará recibir algo relacionado con ese tipo de actividades. O si le gusta cocinar, leer, dibujar, hacer manualidades… Regalar algo relacionado con sus pasiones o hobbies es siempre un acierto.
También es un bonito detalle comprar entradas para un espectáculo que le apetezca mucho ver: teatro, conciertos, exposiciones, ballet… Las experiencias han ido ganando terreno a los regalos materiales en los últimos años, pues al final, cualquier objeto se acaba acumulando entre los demás, mientras que una experiencia puede convertirse en algo inolvidable. Por ello, regalar un plan para hacer juntos siempre es una de las mejores opciones.
Una cena o comida en su restaurante favorito, o en alguno que quiera probar es otra idea en esta línea. También está la posibilidad de organizar una escapada sin conocer el destino. Hay operadores de viajes online que han nacido al calor de las redes sociales y el ‘boom’ tecnológico que te preparan un viaje ‘sorpresa’ por Europa a partir de una cifra muy asequible. Solo sabrás a dónde irás unos días antes de partir, un regalo sorpresa para ambos que a buen seguro disfrutaréis.
Y si queremos hacer todavía un regalo más barato, también es posible
Hay que ser un poco manitas o, al menos, contar con la ayuda de alguien que sí lo sea. Por ejemplo, hacer un collage de vuestras fotos juntos o un álbum es un precioso recuerdo. Puedes imprimir las fotos y pegarlas en un álbum vacío de papel escribiendo frases y textos relacionados con esos momentos que captan las imágenes. Incluso se puede hacer a modo de caja y con otros toques peculiares; hay muchos tutoriales en YouTube.
Si no eres capaz de hacerlo por ti mismo, hay empresas que preparan este tipo de álbumes o imprimen las fotografías en imanes, tazas, cojines, puzzles e incluso ropa. Puedes elegir entre numerosas opciones, a cada cual más original, y así sorprender a tu pareja, si os gustan este tipo de recuerdos.
También puedes hacerle un regalo personalizado con su nombre en la misma línea, o un libro con frases y textos que le inspiren. Incluso, si cuentas con tiempo, puedes escribir un pequeño relato y maquetarlo sobre vuestra historia de amor. Algo que no se esperará para nada y tendrá para toda la vida.
Esta clase de regalos va más en línea con los recuerdos imperecederos, frente a artículos determinados que pasan de moda o se agotan, como puede ser la ropa, un perfume, complementos, etc. Siguen siendo obsequios válidos pero, a la vez, tienen un enfoque menos consumista y más sentimental, porque el regalo sale directamente del corazón y se ha hecho un ‘esfuerzo’ especial para lograrlo.
¿Quién dijo que preparar su cena favorita no es buen regalo de San Valentín, sobre todo si está bien ambientada con velas y una decoración especial? O simplemente ir a ver las estrellas o a un autocine.
Son muchos los planes y detalles que se pueden hacer sin que conlleven un dispendio elevado. Éste debería ser el año definitivo para ser conscientes con el ahorro, y el Día de los Enamorados podría ser el mejor momento para empezar.