La capitalización del paro es una forma muy útil y práctica de conseguir recursos para emprender si te encuentras en situación de desempleo y cobrando una prestación. Pero la trascendencia de esta decisión, por la que dejamos de recibir nuestro pago mensual, es tan importante que obliga a un buen análisis y preparación para optar o no por la misma y hacerlo en el momento más adecuado.
Qué es capitalizar el paro
El pago único de la prestación por desempleo es una medida que busca fomentar el paso de una situación de paro a otra de empleado por cuenta propia, lo que conocemos popularmente como autónomo, abonando el importe de la prestación por desempleo de nivel contributivo que nos pague el SEPE hasta que esta se agote, a valor actual (es decir sin tener en cuenta futuras revalorizaciones ni cambios en el importe de la prestación, como si tienes hijos a cargo) y reduciendo el interés legal del dinero por el plazo pendiente.
Con ello se cubren los siguientes supuestos:
- Que te incorpores de forma estable como socio trabajador en cooperativas o en sociedades laborales ya constituidas o constituirlas, aunque se haya mantenido un vínculo contractual previo con las mismas.
- Desarrollar una actividad como trabajador autónomo siempre que no seas económicamente dependiente (que facturas más del 75% a una misma empresa), suscribiendo un contrato con una empresa con la que hubieras mantenido un vínculo contractual previo, inmediatamente anterior a la situación legal de desempleo o perteneciente al mismo grupo empresarial.
- Destinar el importe a realizar una aportación al capital social de una empresa (sociedad mercantil), de nueva constitución o constituida en un plazo máximo de 12 meses anteriores a la aportación, siempre y cuando vayas a poseer el control efectivo de la sociedad, se vaya a ejercer en la misma una actividad profesional y se produzca un alta en la Seguridad Social en el Régimen Especial de los Trabajadores por Cuenta Propia o en el Régimen Especial de los Trabajadores del Mar.
Cuándo debo capitalizar el paro
Esta es la pregunta fundamental, ya que cambiamos esta aportación económica por recibir un dinero que no es para nosotros, está destinado a financiar el pago de bienes y servicios cuyo destino será la puesta en marcha de tu negocio como autónomo o como aportación a la sociedad mercantil o cooperativa. Todo esto lleva a que generalmente te encuentras con un “vacío” entre los ingresos que ibas recibiendo por la prestación de desempleo y los que empieces a percibir por tu nueva actividad como emprendedor.
Este punto es básico y requiere que ante todo no nos precipitemos a la hora de capitalizar el paro. Por ello, es importante que tengamos las ideas bastante maduradas, analizadas, gastos estimados previstos y en definitiva, ya estar en “la línea de salida” de arranque de nuestro proyecto antes de solicitar esta capitalización. Hacer este trabajo previo no es incompatible con la prestación y podemos y debemos dedicar nuestro tiempo en procurar que la puesta en marcha y generación de ingresos sea lo más rápida posible.
Pero a pesar de ello, en la mayoría de los casos nos enfrentamos a que al darnos de alta ya tenemos gastos, como nuestra cotización como autónomo a pesar de tener ahora una ventaja importante como arrancar con una tarifa plana de sólo 50 euros. Y los ingresos tardan en llegar, por lo que es importante tener un colchón que nos permita poder cubrir nuestros gastos y de nuestra familia si depende de nosotros, hasta que el negocio funcione correctamente.
Cómo y dónde solicitar la capitalización por desempleo
Las dos formas más cómodas y rápidas de solicitar la capitalización por desempleo es hacerlo en la sede electrónica del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) o en la oficina de prestaciones en la que pertenezcas siempre tras pedir cita previa. También puedes hacerlo a través de una dirección de correo administrativo habilitada, algo que tienen pocos particulares, o en cualquier oficina de registro público, aunque podemos así demorar la resolución y concesión de esta prestación.
Lo puedes solicitar incluso a la vez que hagas la prestación, aunque, como hemos señalado, es importante si es este el caso que ya tengas en un proceso muy avanzado tu idea emprendedora. Ten en cuenta que los requisitos mínimos indispensables es que te queden al menos 3 mensualidades de prestación contributiva y que no hayas iniciado tu actividad antes. Puedes tener la tentación, para acortar plazos, de realizar tu actividad sumergida con pagos ocultos o en “B” cobrando la prestación y sin declarar estos ingresos. Las consecuencias del mismo pueden ser muy graves, ya que no sólo puedes recibir una sanción de la Seguridad Social, sino también perder el derecho a esta prestación.
Lo importante es que tengas analizado muy bien qué gastos tienes que financiar y el importe pendiente, ya que aunque es muy tentador pedir el 100% de la prestación, no es obligatorio e incluso no hacerlo y recibir el resto mes a mes para pagar tu cuota de autónomo hasta que se liquide tiene sus ventajas.
Por ello, el consejo principal es comprar exclusivamente lo necesario y no hacerlo de más por creerse en la falsa obligación de cubrir toda la prestación pendiente, ya que siempre debemos justificar con factura los pagos realizados con los fondos obtenidos. No hay que olvidar que si percibes tu prestación en la modalidad de pago único, no podrás volver a percibir prestación por desempleo hasta que no transcurra un tiempo igual al que capitalizaste la prestación, ni solicitar una nueva capitalización mientras no transcurran, al menos, cuatro años. Asimismo, si solo solicitas la subvención de cuotas de Seguridad Social, no podrás acceder con posterioridad a la capitalización en pago único de la prestación pendiente de percibir. Todo ello recalca las ventajas de pedir este desembolso de forma mixta (capitalización y pago de cuotas) y hacerlo una vez que hayas analizado muy bien en qué debes gastarte el dinero.
El desembolso de la prestación no suele ser lento y se ha acelerado en los últimos meses y dependiendo de la fecha de solicitud, no suele llevar mucho más de un mes. Por ejemplo, si lo solicitas a principio de un mes, en la mayoría de los casos lo recibirás a partir del día 5 del mes siguiente, fecha en la que se pagan todas las prestaciones.
Una vez recibido el pago tienes estas tres obligaciones:
- Iniciar la actividad en el plazo máximo de un mes.
- Presentar ante la Entidad Gestora (tu oficina del SEPE) la documentación acreditativa del inicio de la actividad que es el alta de autónomo y pago de la cuota correspondiente a los meses de alta.
- Destinar la cantidad percibida a la aportación social obligatoria, en el caso de cooperativas o sociedades laborales o mercantiles, o a la inversión necesaria para desarrollar la actividad, en el caso de trabajadores autónomos. En este caso con las facturas que acrediten la inversión y el pago.
Ejemplos prácticos
Utilizar la capitalización como modo de financiación único o principal, muy económico y rápido, es especialmente útil si tenemos proyectos de poca envergadura en cuanto al coste de capital, como profesionales autónomos freelance en tareas como publicidad, relaciones públicas, consultoría, etc. cuyo principal valor añadido se consigue con su trabajo y no necesitan grandes inversiones, como equipos informáticos, telefonía, un pequeño local, etc. No hay que olvidar que estas prestaciones no son muy cuantiosas y para otros tipos de negocio como hostelería serían en la mayoría de los casos un complemento y no la financiación única. En este caso establezcamos qué necesitamos para arrancar el negocio en el corto plazo, y si sobra una cantidad, recibiremos el pago mes a mes hasta que se agote todos los días 5 de mes.
En estos casos también es positivo usar la capitalización del desempleo y presentarla en tu plan de negocios a la entidad financiera, ya que siempre es positivo para que obtengas la aprobación que la aportación del banco no sea la única y exclusiva. En este ejemplo, presentamos el plan de negocio al banco, separando y especificando claramente qué cantidad usaremos de la capitalización para la puesta en marcha del negocio. Eso sí, es muy raro que separemos alguna cantidad para recibir como pago de nuestras cuotas a la Seguridad Social.
Con todo ello nos encontramos con una herramienta de financiación muy útil, pero siempre que la usemos correctamente con un análisis previo de costes y solicitándola cuando ya vayamos a arrancar nuestro negocio.