Con el imparable progreso de las nuevas tecnologías e internet, los cambios en los hábitos de nuestro día a día han llegado incluso al ámbito laboral, configurando nuevas maneras de trabajar más allá de la tradicional asistencia al puesto de trabajo durante unas determinadas horas a cambio de una nómina mensual.
Cada vez son más los puestos de trabajo que contemplan la posibilidad del teletrabajo (trabajo a distancia), existiendo incluso muchas posiciones que se cubren en su totalidad con empleados a distancia. De este modo, existe un equipo de trabajadores distribuido geográficamente que se encargan de llevar a cabo las tareas asignadas.
También hay que mencionar el importante boom que las startups están teniendo a nivel mundial, haciendo que cada vez haya más emprendedores que dedican su tiempo a proyectos personales a los que se comprometen en cuerpo y alma.
Coworking, mucho más que compartir espacio
Sin embargo, la idea de trabajar a distancia y en soledad no seduce a todos por igual, y es por ello que en los últimos años se ha originado un movimiento imparable que tiene como principal objetivo el facilitar a todos esos empleados “solitarios” un punto de encuentro donde poder trabajar en compañía: los espacios de coworking.
La idea fundamental del coworking consiste en poder compartir con otros profesionales los gastos asociados a disponer de unas oficinas al uso para llevar a cabo nuestro trabajo diario, aunque ese punto de partida ha derivado en la compartición de toda una cultura de enriquecimiento profesional que va mucho más allá de simplemente compartir un mismo espacio físico.
Es habitual que en los espacios de coworking se establezcan multitud de relaciones comerciales, se lleven a cabo labores formativas por el bien de la comunidad de emprendedores y profesionales libres que trabajan en él, se organicen quedadas frecuentes para llevar a cabo networking, etc. Todo un universo de actividades y beneficios que complementan la experiencia profesional de un trabajador que en otras circunstancias estaría abocado a trabajar solo en un despacho de alquiler o incluso en su casa.
El mundo entero se está plagando de espacios de coworking, cada vez más modernos y desarrollados, con un ritmo de crecimiento imparable que no hace más que responder a las nuevas necesidades de una economía con una presencia dominante de los negocios digitales.