Las noticias sobre la expansión del coronavirus son portada en los informativos. Muchas personas se preguntan si esta epidemia podría llegar a propagarse a gran escala, si será la próxima pandemia y afectará gravemente, no solo a gran parte de la población mundial, sino también a la economía global.
El martes, 4 de febrero, la directora de preparación mundial para los riesgos de infección de la Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó que todavía no puede hablarse en este caso de pandemia (que sería cuando una enfermedad se propaga a nivel mundial), sino de una epidemia con múltiples focos.
Además de los efectos sobre la salud, el impacto sobre la economía global podría ser muy elevado. Si llevamos la vista solo unos años atrás nos encontramos con el SARS, el síndrome respiratorio agudo grave que tuvo su origen en el sudeste asiático, y con el que tiene cierto parentesco.
Cuál es la relación entre el SARS y el coronavirus actual
Coronavirus es un término genérico que hace referencia a cierto tipo de virus que muestran una corona a su alrededor cuando se examina con el microscopio. El coronavirus que hoy en día tiene en vilo a parte de la población ha sido bautizado como 2019-nCoV. En diciembre de 2019 fue detectado por primera vez en Wuhan, capital de la provincia china de Hubei.
Por su parte, el SARS también fue causado por un tipo de coronavirus, el cual, según los datos de la OMS, causó el fallecimiento de 774 personas de las 8.098 catalogadas como infectadas.
En verano de 2012, un grupo de científicos comenzó un estudio para buscar el origen del SARS en una cueva de la provincia china de Yunnan, ya que se había detectado un virus similar en una población de murciélagos. El estudio duró cinco años y llegó a la conclusión de que el virus podía haberse comunicado de los murciélagos a las civetas (pequeños mamíferos que son consumidos por los humanos en algunas regiones de Asia) y de ahí a las personas. Además, los científicos explicaron que existían más tipos de coronavirus, por lo que era posible que en el futuro volviese a haber más epidemias parecidas.
Ahora, el epicentro de esta crisis se sitúa en Wuhan. Aunque está a casi dos mil kilómetros de donde se realizó el estudio sobre el SARS, el origen parece ser el mismo: un mercado en el que se apilaban distintas especies animales a la venta para su consumo: murciélagos, civetas, tejones y otras especies.
Cuáles son las medidas de prevención
Aunque el origen de la enfermedad es, en principio, animal, es posible el contagio entre personas. El coronavirus se transmite a través del aire y por el contacto físico, de manera similar a la gripe. Por eso, de la misma manera que sucede con esta, es importante evitar el contacto físico con personas que puedan estar contagiadas, lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón y evitar tocarse los ojos y la nariz.
Por su parte, las autoridades de la provincia de Hubei han tomado también otras medidas, como el reparto de millones de mascarillas y decenas de miles de paquetes de ropa médica de protección. Además, hay unos cincuenta millones de personas en situación de cuarentena, ya que las autoridades no permiten que salgan de la zona en la que se localiza el epicentro de la enfermedad, como medida de precaución impuesto por las autoridades chinas.
Cuál es la situación actual de la epidemia
Conviene recordar que, a principios de febrero, la enfermedad está centrada fundamentalmente en el sudeste asiático, principalmente en China, donde hay más de 20.000 casos registrados y han fallecido más de 426 personas a causa de este virus.
Otros países de la zona tienen alguna incidencia, pero mucho más reducida: 25 afectados en Tailandia, 20 casos en Japón, 18 en Singapur, 16 en Corea, 10 en Taiwán y en Malasia o 2 en Filipinas, donde ha muerto la única persona fuera de China.
Mientras, en Europa los casos son contados, con 12 afectados en Alemania, 6 en Francia, 2 en Reino Unido y en Italia, o 1 en España, que se encuentra en el Hospital de La Gomera.
En otras zonas del mundo también hay algunos afectados, como en Estados Unidos (11 casos), en Canadá (4) o en Australia (12).
En China, epicentro de la enfermedad, las autoridades han construido un gigantesco hospital mediante módulos prefabricados en solo diez días, con una capacidad de 1.000 camas y unos 1.400 empleados, para atender a la población afectada y mantenerla en cuarentena. Además, se está preparando ya otro hospital con capacidad para otras 1.500 camas.
Por otro lado, para contrarrestar los efectos negativos que ya sufre su bolsa de valores y que repercute la economía en general, el gobierno chino ha anunciado una gigantesca inyección monetaria, de unos 160.000 millones de euros.
Todo ello, partiendo de la base de que la economía china ya sufría una ralentización, por lo que su «exiguo» crecimiento actual, del 6,1% podría reducirse al 5% o incluso menos, en las primeras estimaciones.
Cómo puede afectar una pandemia a la economía global
De momento, como indicábamos al principio, el coronavirus 2019-nCoV no ha alcanzado la categoría de pandemia, ya que no se ha propagado a gran escala a nivel global. No obstante, su efecto sobre la economía puede ser ya elevado, al estar focalizado en uno de los gigantes económicos a nivel mundial.
Según un estudio de la Universidad de Corea, el impacto global producido en la economía por el SARS fue de unos 40.000 millones de dólares. Hoy en día, el efecto de una crisis como esta podría ser incluso superior, porque la economía china es más importante y, además, existe una mayor globalización. En la crisis del SARS, el peso de la economía china en el PIB mundial no superaba el 5%, mientras que actualmente esta cifra ha ascendido hasta el 16% actual.
Algunas estimaciones cifran que el efecto sobre la economía china podría estar entre el 1% y el 1,5%, con lo cual estaríamos hablando de un impacto de entre 120.000 y 180.000 millones de dólares.
Cuáles pueden ser los sectores más afectados
El turismo -y sectores relacionados como aerolíneas o gestores de aeropuertos- es uno de los ámbitos que pueden verse más afectados. Y ocurre en ambos sentidos: millones de personas dejarán de viajar a aquella zona del mundo, mientras que otras áreas dejarán de recibir turistas chinos, en muchos casos con un alto poder adquisitivo.
El sector energético es otro de los afectados, ya que hay que recordar que China es el segundo consumidor de petróleo mundial, por detrás de Estados Unidos, y el mayor consumidor de carbón (se calcula que un 70% de la energía del país se produce a través de esta materia prima).
La joyería, relojería y otros productos relacionados con el lujo y la moda también se ven afectados por esta crisis. Y es que, aunque el gigante asiático todavía es una economía en la que una parte importante de su población vive con pocos ingresos, el número de ricos allí crece de manera exponencial..
De hecho, en 2019 China superó a Estados Unidos como el país con más ricos, según un informe publicado por Credit Suisse. Hay más de 100 millones de chinos, con unos ahorros superiores a 109.430 dólares (cifra que marca la frontera del 10% de la población más rica), mientras que «solo» hay 99 millones de estadounidenses en esa situación.
Además, cualquier sector que fabrique en China -la inmensa mayoría- puede verse afectado por las medidas de cuarentena y el parón general del gigante asiático. Como ejemplo, se ha anunciado que el lanzamiento del nuevo modelo de Apple, el nuevo iPhone, podría retrasarse. Aunque la previsión era presentarlo en este mes de febrero, dos de sus principales proveedores, Foxconn y Pegatron tienen sus fábricas en lugares relativamente cercanos de Wuhan.
Epidemias y enfermedades endémicas recientes
En los últimos años ha habido otras grandes epidemias. Una de las más graves ha sido la del ébola, que provocó más de 11.000 muertes. La epidemia estuvo centrada fundamentalmente en el continente africano, en tres países: Liberia, Sierra Leona y Guinea.
Otra enfermedad como el cólera, aunque hoy en día resulta fácil de prevenir y de tratar, en determinadas circunstancias todavía es capaz de ocasionar epidemias. Así sucede en Yemen, debido a la destrucción de las infraestructuras de saneamiento ocasionada por las sucesivas guerras.
Las enfermedades endémicas son aquellas que se asientan a lo largo del tiempo en una zona y afectan a un grupo de población. El principal ejemplo es la malaria, en algunos países africanos.
También podría incluirse en esta categoría un virus que tuvo una alta incidencia en Europa, pero que hoy en día está controlado: el VIH, causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Sin embargo, en algunos países del África Subsahariana se ha instalado como una enfermedad crónica que sigue matando a decenas de miles de personas cada año. En varios de estos países (Bostwana, Namibia, o Zimbabue), más del 10% de la población adulta tiene el VIH.