Muchos inversores han decidido tomar las riendas de sus finanzas. A todos nos gustaría disponer de más ingresos en el futuro y mejorar nuestra calidad de vida. Uno de los ingredientes importantes para ello es ahorrar e invertir.
El ahorro y la inversión implican moderar el gasto presente para disponer de más recursos en el futuro. Nuestros objetivos pueden variar desde buscar complementar nuestros ingresos cuando llegue la jubilación, hasta lograr la independencia financiera.
¿Qué es la independencia financiera?
Decimos que alguien es financieramente independiente cuando los ingresos que obtiene mediante el ahorro e inversión cubren holgadamente sus gastos. Esto no quiere decir que la persona decida dejar de trabajar ni dejar de ingresar dinero por rentas de trabajo, sino que podría dejar de hacerlo manteniendo su nivel de vida si quisiera. La independencia financiera nos otorga un alto grado de libertad.
Aunque el término independencia financiera implica un punto de llegada, realmente es un camino. A medida que vamos incrementando los recursos provenientes de nuestras inversiones somos más independientes financieramente.
¿Qué factores determinan la independencia financiera? ¿Es una utopía?
Nos damos cuenta de que la independencia financiera depende fundamentalmente de la relación entre nuestros gastos e ingresos. El inversor debe encontrar un buen equilibrio entre lo que está dispuesto a destinar al ahorro y su calidad de vida presente. Igualmente es importante buscar maneras de aumentar nuestros ingresos futuros.
Tanto si logramos la independencia financiera como si simplemente llegamos a obtener un nivel de vida más holgado, invertir para mejorar nuestros ingresos futuros parece una decisión sensata.
¿Qué mecanismos tenemos para aumentar nuestros ingresos futuros? ¿Qué es un dividendo?
Hay muchas clases de activos financieros. Cuando emprendemos un negocio o compramos participaciones en uno (mediante la compra de acciones) aspiramos a obtener unos beneficios futuros. Frente a la especulación que simplemente intenta comprar algo para venderlo por un precio superior en el corto plazo, los inversores a largo plazo buscan adquirir buenas empresas para obtener parte de los beneficios que genere su negocio en el futuro.
Una acción es un derecho de propiedad sobre parte de una empresa. Para incentivar a los inversores, las empresas ya constituidas y que cotizan en los mercados reparten parte del beneficio anual entre sus inversores en forma de dividendo. Para que una empresa pueda repartir dividendos debe de haber ganado dinero ya que un dividendo es un reparto de los beneficios obtenidos. Puntualmente una empresa puede repartir un dividendo aun habiendo incurrido en pérdidas, pero no es una situación sostenible.
Por tanto observamos que las empresas que tienen un largo historial de repartir dividendos suelen ser empresas con un perfil solvente y con negocios bien establecidos.
Estrategia: ¿Acciones o Fondos de inversión?
Si decidimos invertir individualmente en acciones seleccionadas mediante un bróker, debemos intentar escoger empresas que presenten una buena rentabilidad por dividendo, que tengan un largo historial de pagar dividendos y a ser posible que hayan ido incrementando su dividendo con el paso del tiempo. No debemos olvidar que aunque el pasado es relevante lo realmente importante es que la empresa sea capaz de mantener su rentabilidad para seguir repartiendo dividendos futuros a sus accionistas.
Si optamos por buscar fondos especializados en invertir en empresas que reparten dividendos, podemos utilizar el buscador de fondos de Self Bank para encontrar alguno apropiado. Estos son algunos de los que podemos encontrar simplemente buscando la palabra dividend:
También podemos optar por invertir mediante fondos cotizados (ETF) que combinan algunas características de fondos y acciones.
Conclusión
La inversión en buenas empresas que son capaces de mantener el pago de un dividendo en el tiempo ha sido históricamente una buena opción para el inversor. Tanto si finalmente logramos la independencia financiera absoluta, como si terminamos simplemente complementando nuestros ingresos, invertir en empresas que reparten dividendo puede constituir una forma inteligente de invertir.
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