La frecuencia del dividendo, llamada en inglés dividend frequency, es la regularidad con la que reparte dividendo una empresa o un fondo de inversión. Es uno de los datos que se suele aportar en el folleto, en el caso de ser un fondo de inversión que reparte dividendo.
La frecuencia puede ser desde mensual hasta anual, o cualquier periodicidad intermedia. Los gestores de cada activo son los encargados de determinar la frecuencia con la que se repartirá un dividendo. En general, los gestores de un activo intentan que una vez establecida la periodicidad de reparto de un dividendo, ésta se mantenga en el tiempo. Los periodos más frecuentemente elegidos son mensual, trimestral, semestral o anualmente.
En el caso de las empresas, los gestores también pueden elegir repartir un dividendo extraordinario en cualquier momento, siempre y cuando sea aprobado por la junta de accionistas.
Acciones individuales de empresas
El activo financiero más habitual que buscan los inversores cuando quieren formar una cartera que reparta dividendos son las acciones de empresas. Los directivos de las empresas que reparten dividendos tratan de indicar sus previsiones de reparto de dividendos e intentan ser consistentes en la periodicidad una vez establecida. Aunque no tienen la obligación de ser consistentes, saben que parte de los inversores buscan esa estabilidad; romperla puede provocar ventas de las acciones y su correspondiente bajada de precio.
Las empresas cotizadas a menudo eligen repartir dividendos de forma trimestral, coincidiendo así con su periodo de presentación de resultados. Hay algunos activos, como las Socimis, que están obligados por ley a repartir un porcentaje de sus beneficios en forma de dividendos.
Fondos de inversión
Tanto los fondos de inversión tradicionales como los fondos cotizados (ETF) pueden establecer un reparto de dividendo. Son sus gestores los que eligen la frecuencia, que viene detallada en el folleto y en la documentación oficial del fondo. Cualquier fondo que se comercialice en España tiene que estar registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, y allí podremos encontrar la información correspondiente.
Dado que los dividendos de los fondos se pagan del flujo de dinero que producen los activos que lo componen, los gestores tienen más libertad para establecer un pago más frecuente de dividendos. Esto puede ser una característica atractiva para aquellos inversores que buscan un pago recurrente y frecuente de sus activos financieros.
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