Desde este extremo occidental del continente, Asia queda muy lejos. Y no solo en kilómetros, también en cultura, tradición, religión, paisajes, idiomas, gastronomía y economía. Justo este hecho convierte un viaje al otro lado de Europa en una experiencia diferente, muy sugerente y, como veremos a continuación, apta para muchos bolsillos.
Cómo viajar a Asia con un presupuesto low cost
No se puede generalizar Asia como un único destino, todo lo contrario. Según la ONU hay 48 países asiáticos y, entre ellos, gigantes como Rusia, China o India, difícilmente catalogables como un mismo destino, pues darían para más de un viaje.
Para centrar el artículo y el concepto de un viaje a Asia, simplificando enormemente, podríamos dividirla en cuatro zonas de viaje:
- Oriente Próximo y Oriente Medio: de Turquía a India.
- Centro de Asia: Mongolia, Rusia, Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán y Kirguistán.
- Este de Asia: China, Japón y Corea.
- Sudeste asiático: de Myanmar a Indonesia.
Existe la creencia de que viajar a Asia es barato. No lo negaremos, el coste de vida en la mayoría de sus países es más bajo que en España y sus divisas más débiles que el euro. Aun así, conviene matizar que el ahorro en un viaje a Asia depende de dos factores:
- La economía del país asiático elegido.
- Los estándares del viajero.
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La economía del país asiático elegido
En la inmensidad de Asia, el nivel de precios y el coste de vida varían mucho de un país a otro. Un ejemplo muy ilustrativo: Singapur o Brunéi comparados con sus vecinos Malasia e Indonesia. O Japón o Corea del Sur comparados con China o Filipinas. E incluso de una ciudad a otra: las metrópolis de Beijing o Shanghái, más avanzadas y caras que las zonas rurales del sur y oeste de China.
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Los estándares del viajero
Viajar a Asia es apto para muchos bolsillos porque cada viajero encuentra fácilmente un plan de viaje que se adapte a su presupuesto, en función de sus estándares.
Es posible encontrar alojamiento extremadamente barato y lugares donde comer por muy poco. Consiste en renunciar a la comodidad y al lujo de grandes hoteles y renombrados restaurantes en favor de hostales simples y puestos o restaurantes de comida local.
En cuanto al transporte, existen buenas conexiones aéreas, con aerolíneas low cost y, en general, amplias redes de transporte público en autobús y tren.
Cómo conseguir vuelos baratos a Asia
En la mayoría de países asiáticos el transporte interno, las comidas y el alojamiento son muy económicos. Sin embargo, volar hasta el país elegido puede ser un gran desembolso.
Suponiendo que viajamos por nuestra cuenta, sin agencias, para encontrar vuelos baratos la clave está en la anticipación. Como hemos visto en el blog de Self Bank, planificar para empezar ahorrando es fundamental. Ahora, además añadiremos consejos para encontrar vuelos económicos.
Existen varios buscadores de vuelos que rastrean páginas de aerolíneas y muestran precios basándose en búsquedas previas de otros usuarios. Con Skyscanner a la cabeza, son páginas muy útiles, especialmente si conocemos nuestro período de vacaciones con varios meses de antelación y si somos relativamente flexibles con las fechas.
Aunque para nosotros, la principal utilidad del motor de búsqueda no va a ser directamente comprar los vuelos, sino aprender, con boli, papel y Google Maps, qué aerolínea nos interesa, cuáles son sus precios y a qué ciudades vuela.
Otro uso no tan conocido es encontrar ciudades intermedias donde hacer escalas ahorrando un importe considerable. Hasta para los buscadores más avanzados es imposible abarcar en su totalidad el amplísimo abanico de conexiones entre aeropuertos y aerolíneas. En cambio, si nosotros mismos vamos delimitando los resultados, podremos encontrar auténticos chollos.
Por ejemplo: queremos volar de Madrid a Bali, en Indonesia. En una primera búsqueda para el mes de julio completo vemos que hay vuelos ida y vuelta por 900 euros. Entrando en los resultados más económicos aprenderemos qué aerolínea ofrece el vuelo y qué ciudad usa como conexión. Nuestro objetivo ahora es encontrar otro aeropuerto intermedio al que volar más barato desde Madrid y que tenga conexiones más baratas hasta Bali. Para ello repetiremos la búsqueda en sentido inverso (desde Bali), dejando el destino abierto (cualquier lugar).
En muchos países existen compañías aéreas que no están integradas en los buscadores, pero que son una opción a estudiar para volar dentro de Asia. Basta con preguntar a Google las aerolíneas de cada país y luego en su propia página web comprobar si tiene algún vuelo que nos interese.
Cómo comer barato en Asia
Seguimos desglosando el viaje a Asia. Ahora llega el turno de las comidas, otro gasto necesario y que va sumando en el presupuesto de viaje. Dejando a un lado las cadenas de restaurantes y comida rápida (que también las hay), cada plato local es la síntesis de siglos de historia y tradición. Y en Asia está al alcance de todos los bolsillos.
En gran parte de Asia la comida callejera es excepcionalmente rica y barata. Ojo, porque no cualquier puesto es recomendable, mejor preguntar y observar dónde acude diariamente la población local a comer. Hay zonas que concentran puestos y restaurantes, como patios de comidas, mercados y alrededores. También hay opciones interesantes cerca de los distritos financieros, donde acuden los ejecutivos y oficinistas a comer cada medio día.
Como recomendación final para comer barato en Asia, y más que en ningún otro lugar: las ideas preconcebidas no sirven. Las apariencias engañan y detrás de un cutre carrito de comidas pueden servir el mejor roti de Bombay, el mejor pad thai de Bangkok o el mejor nasi goreng de Kuala Lumpur.
Cómo dormir barato en Asia
Dormir en Asia puede ser baratísimo (10 euros una noche en habitación doble es perfectamente posible), eligiendo guest houses u hostales económicos. O extremadamente caro, en grandes hoteles, resorts y cadenas hoteleras. La elección depende del presupuesto del viajero.
En cuanto al alojamiento económico, se dan dos tipos de ciudades:
- Las que disponen de escaso alojamiento low cost y conviene reservar por adelantado.
- Las que el alojamiento low cost no se anuncia en los portales de reservas de Internet y se encuentra al llegar al destino. Eso de llegar a una ciudad sin reservar, pero conociendo la zona de alojamiento barato, realmente funciona en Asia.
Una estrategia ahorradora empieza leyendo las experiencias de otros viajeros. Sigue con búsquedas en páginas de reservas de hotel como Booking o Expedia para ver el nivel de precios del alojamiento barato. Sin olvidar en qué temporada viajaremos (alta, media, baja) para adelantarnos a las reservas, en caso de ser necesario.
El alojamiento en casas particulares mediante plataformas como Airbnb o Homeaway es una alternativa cada vez más extendida en todo el mundo y que también ayudará a respetar nuestro presupuesto low cost.
Asegurando las vacaciones en Asia
En vacaciones, el ahorrador pretende maximizar su descanso y su ocio sin dejarse la economía en el intento. Con esa máxima, existen tres puntos a considerar para que la inversión en vacaciones sea satisfactoria:
- Seguro de viaje. El sistema sanitario de algunos países asiáticos está muy lejos de lo que cualquiera desearía en caso de sufrir un accidente o enfermedad. Ya vimos que el coste de un seguro de viaje realmente merece la pena ante un eventual problema de salud. En Asia la sanidad pública no siempre es suficiente y la privada no está pensada para viajeros con bajo presupuesto; entonces, la mejor opción para garantizar una buena atención médica pasa por contratar un seguro de viaje.
- Visados. Hay numerosos países asiáticos que requieren visado a ciudadanos de la Unión Europea. Algunos se obtienen al llegar, otros por Internet y otros en la embajada o consulado del país en España o en otro país asiático. Su coste y los días que nos permite visitar el país como turistas son dos factores a tener en cuenta.
- Condiciones climáticas. Varían según la región y deberían considerarse antes de planificar el viaje. Las altas temperaturas en Oriente Medio, el frío en Rusia o Japón, o los monzones en el sudeste asiático pueden entorpecer nuestros planes de vacaciones en Asia.