Como cada año que empieza el ahorro se antoja como uno de los principales propósitos para los próximos 12 meses. Más si cabe cuando estamos en medio de una crisis económica derivada de la pandemia del COVID-19 que sigue asolando al mundo. En el siguiente post hablaremos de cómo poder estirar el sueldo.
Mientras la vacunación va extendiéndose poco a poco, la economía sigue anclada en la incertidumbre y las restricciones. En esta tesitura, muchas personas quieren empezar el año siendo más conscientes de su economía doméstica y logrando ahorrar, por fin, a final de mes. Es una meta que bien sabemos que cuesta bastante.
Lograr que el sueldo llegue al 30 o al 31 de cada mes para muchos es casi una proeza, pero realmente debería ser algo natural que ocurriera sin que nos diéramos cuenta o nos esforzáramos. En este nuevo año, queremos ayudarte a que eso suceda, para que entres en el club de los que viven el mes sin agobios y, además, ahorran.
Estirar el sueldo es posible sin sufrir, con un esquema de tres pasos
El objetivo es conseguirlo de forma fácil. Así que vamos a dar unas pautas para que todos podamos llegar a fin de mes sin quedarnos con la cuenta a cero —o a menos de cero, que es peor— y ahorrar un poquito ese sueldo.
Paso 1: ¿cuánto ingreso y cuánto gasto fijo tengo?
Lo primero es elaborar un presupuesto mensual doméstico, de modo que tengamos claro qué ingresos y gastos fijos vamos a tener cada mes. Con este esquema tan sencillo sabremos qué saldo nos queda disponible del sueldo después de pagar la vivienda (alquiler), suministros, préstamos (hipoteca), etc.
Paso 2: gastos variables, ¿en qué puedo ahorrar sin agobios?
Una vez hecho esto es momento de dividir el dinero que queda entre lo que vamos a utilizar para vivir (gastos necesarios, como alimentación), lo que vamos a destinar a ocio —y caprichos— y lo que vamos a destinar a ahorrar. No hay que ponerse una cifra demasiado ambiciosa de ahorro. La cifra de ahorro óptima es aquella con la que nos sintamos cómodos y sepamos que podremos cumplir. Esa cantidad debería retirarse de la cuenta y guardarla en otra para ir haciendo hucha y no tener la tentación de gastarla.
Paso 3: no ha sido suficiente, ¿dónde más podría recortar sin dramas?
Si haciendo estos cálculos vemos que no llegamos, es momento de ver de dónde recortar. Quizá en los gastos fijos no haya mucho margen (aunque conviene revisar facturas y mirar otras tarifas de suministros), pero sí en los variables. Quizá estás gastando demasiado en ocio y en otras cosas no tan necesarias o caprichos; y justamente ahora, podría ser el momento de ajustarse un poquito para llegar airoso al último día del mes.
Un fin de mes sin apuros es perfectamente posible
Sé consciente de dónde estás fallando. Si compras demasiada ropa al mes, si comes mucho fuera de casa, si pides demasiado a domicilio, etc… Piénsalo bien, ni necesitas tanta ropa, ni hace falta que gastes tanto en comer fuera cuando puedes cocinar en casa mucho más sano y barato, y rico.
Otro tema importante es el de las suscripciones. Haz cuentas de cuánto te gastas cada mes en suscripciones a televisión por internet, gimnasio, música en streaming, información online, apps, etc… Sé sincero contigo mismo y si sabes certeramente que no usas alguna de ellas tanto como deberías, cancélala ahora mismo. Aunque solo sean unos pocos euros, todo lo que te puedas restar, suma.
En el transporte también se puede recortar. Si estás teletrabajando, plantéate dejar de comprar abono mensual de transporte público, si ibas a la oficina de esta forma, porque es una cantidad importante que puedes ahorrarte. Y si tienes coche y lo necesitas para desplazarte al trabajo, intenta no tocarlo los fines de semana. Las salidas que hagas en tus días libres también pueden ser caminando. Además, es mucho más saludable.
Otra recomendación para ajustar un poco más los gastos variables es marcarse una cantidad semanal máxima para gastar. De ese modo, se reparte el dinero mensual en función de los planes de cada semana; así te amoldarás a esa cifra más cómodamente. Y en este caso, es mejor quedarse corto que ponerse una cantidad elevada, así serás más consciente de tus gastos.
No es tan complicado, tan solo se trata de hacer un gasto más consciente. Ahora que hemos bajado el ritmo de actividad debido a la pandemia, piensa en todo lo que podrías haber ahorrado en los últimos meses y evita cometer los mismos errores. En este año que empezamos ahorrar debería ser más fácil y no debería haber excusas.
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