Tener éxito con una estrategia de inversión no sólo consiste en seleccionar los activos adecuados en los que invertir. Es importante también realizar un seguimiento y un mantenimiento de la cartera de inversión para asegurar que el perfil de riesgo se mantiene controlado y de acuerdo a los objetivos financieros escogidos.
¿Qué es una cartera de inversión?
Es recomendable escoger múltiples activos financieros para lograr una buena diversificación, esos activos variados conforman una cartera de inversión.
Considerar las características del conjunto de una cartera de inversión es importante ya que suelen ser diferentes a las características individuales de los activos que la componen. Dicho de otro modo, la cartera de inversión, en conjunto, se comporta de forma diferente de lo que se podría intuir observando sólo las partes.
Por ejemplo, se pueden combinar diversos activos considerablemente volátiles de forma que el conjunto sea menos volátil que cualquiera de los activos por separado. Para ello, será importante escoger activos que no estén correlacionados, de forma que cuando uno sube, el otro tiende a bajar. De esta forma, el conjunto de activos que conforman la cartera será menos volátil que los activos individuales.
Para el diseño de una cartera de inversión es importante tener en cuenta la ponderación de clases de activos y entender cómo interactúan.
¿Cómo crear una cartera de inversión?
A la hora de seleccionar activos para una cartera de inversión se debe partir de una idea de cuál es el perfil de riesgo buscado.
En primer lugar, el perfil de riesgo determinará qué clases de activos son más convenientes para la cartera:
- Si se busca una cartera con una volatilidad baja, será difícil lograrlo mediante activos de naturaleza más especulativa.
- Por el contrario, si se pretende obtener una alta rentabilidad será complicado conseguirlo exclusivamente a base de inversiones conservadoras.
En segundo lugar, es importante comprender qué correlación existe entre los diferentes activos a incluir en la cartera. Si la correlación es alta se debe tener en cuenta que la volatilidad del conjunto será parecida a la de los activos individuales, ya que si uno baja los otros también bajarán.
No existen recetas mágicas para construir la cartera perfecta, ya que esta depende en gran medida de qué objetivos financieros se tenga. Sin embargo, con un buen análisis de las características de volatilidad de cada activo y su rentabilidad histórica se pueden obtener unas expectativas razonables de cómo es probable que evolucionen.
¿Cómo ajustarla y renovarla?
Si se han escogido clases de activos altamente correlacionadas, las ponderaciones de la cartera de inversión se mantendrán aproximadamente constantes con el paso del tiempo. Sin embargo, si se han escogido clases de activos descorrelacionados, cada vez que hay un movimiento importante habrá que ajustar la cartera y reequilibrarla para mantener constante el nivel de riesgo.
Ejemplo de cómo ajustar y renovar una cartera de inversión
Se ha escogido una cartera con una ponderación de 40% renta fija y 60% renta variable. El inversor ha decidido invertir 1.000 euros siguiendo esta estrategia, invirtiendo 400 euros en un ETF de renta fija y 600 euros en un ETF de renta variable. Al cabo de unos meses la renta variable ha subido un 50% mientras que la renta fija sólo se ha revalorizado un 10%. En total el inversor ahora tendrá 1.340 euros. Sin embargo, la ponderación de su cartera ya no será de 40% renta fija y 60% renta variable. Habrá pasado a ser de aproximadamente 33% renta fija y 67% renta variable.
Para volver a ajustar el perfil de riesgo de su cartera y volver a una exposición de 40% renta fija y 60% renta variable, el inversor deberá vender una parte del ETF de renta variable para comprar más participaciones en el ETF de renta fija.
Esta operación suele ser conocida como reequilibrar una cartera de inversión y es una de las claves para realizar una buena gestión de riesgo.