Vamos a hablar de una casuística que quizás hace años era muy excepcional, pero que ahora es relativamente habitual: tener más de 1 pagador en nuestros ingresos en la rentas del trabajo.
Cuando tenemos 2 pagadores
Pues aunque no lo parezca, si nos quedamos en paro tendremos 2 pagadores dentro de un mismo ejercicio: la empresa para quien trabajamos y la seguridad social.
Obviamente, si cambiamos de trabajo también tendremos 2 pagadores, pero también lo tendremos si tenemos un trabajo principal y además nos remuneran en otro secundario (un clásico es dar cursos, o hacer colaboraciones escribiendo artículos o conferencias, pero pueden ser muchos otros).
Ojo a un detalle, porque un cambio de pagador puede darse sin que haya un cambio de empresa. Si la sociedad cambia de CIF, pese a que todo siga igual, estaremos hablando de otro pagador a ojos de la agencia tributaria.
Consecuencias de tener 2 pagadores
El hecho de percibir rentas del trabajo de más de un origen tiene algunos efectos en nuestra próxima declaración tributaria.
¿Pagas más impuestos?
En absoluto. La declaración de la renta se realiza en función de los ingresos generados, no del número de pagadores, por tanto es totalmente indiferente tener 1 o 5 pagadores. Otro tema es que si no nos han aplicado la retención que nos correspondería por nuestros ingresos totales, la declaración suele salir a pagar como veremos más adelante.
Cuándo estamos obligados a hacer la declaración
Lo habitual es que el límite fijado para tener que hacer la declaración sea de 22.000€ brutos anuales. Si no los superamos, podemos no hacer la declaración si nos sale a pagar, lo cual evidentemente no deja de ser una ventaja.
Sin embargo, en el momento que tenemos 2 pagadores, eso cambia. El límite baja a los 12.000 euros, siempre que los 2 pagadores nos hayan pagado más de 1.500 euros cada uno de ellos.
El motivo lo veremos en detalle en el siguiente punto, y es que normalmente, cuando alguien trabaja en 2 empresas, tiene menos retención de lo que debiera, y por ello la cuota en el irpf le sale a pagar.
¿Por qué suele salir «a pagar» la Declaración cuando tengo dos pagadores?
El motivo es que la segunda empresa nos aplica la retención que toca a lo que vamos a cobrar hasta final de año, sin tener en consideración lo que ya hemos cobrado de la empresa 1, y por tanto, la retención que nos aplican es muy inferior a la que debiera.
Vamos a ver un ejemplo. Si nuestros ingresos totales del año son de 40.000 euros, pero los primeros 25.000€ los ingresamos en la empresa 1, y los otros 15.000€ en la empresa 2, si no lo pedimos explícitamente, la empresa 2 nos retendrá como si en todo el año fuéramos a ingresar 15.000€ y por tanto, en el momento de hacer la declaración de la renta debemos pagar lo que no hemos pagado antes.
Esto también suele suceder cuando tenemos un segundo empleo secundario, o si impartimos algún curso, en el que se suele aplicar una retención del 15%.
¿Financieramente me conviene que me retengan menos?
Para evitar que la cuota nos toque a pagar, podemos pedir voluntariamente que la nueva empresa nos aplique la retención que nos corresponde, pero desde un punto de vista financiero no nos conviene.
Mucha gente lo hace para no tener la ilusión de riqueza. Es decir, prefieren directamente no disponer de ese dinero para no gastarlo.
Pero si somos conscientes de ello, es mucho más interesante tener nosotros el dinero, siempre y cuando nos aporte alguna rentabilidad, y luego liquidar con Hacienda pasados unos meses.
De hecho, llevado al extremo, nos interesaría que nuestra empresa no nos retenga nada y posteriormente pagar todo de golpe cuando hagamos cuentas con Hacienda. De ese modo, podríamos sacar rendimiento de ese dinero durante muchos meses.
Sin embargo, esto no es posible ya que Hacienda no lo permite, y una gran cantidad de ciudadanos tendrían muchos problemas para atender sus obligaciones fiscales, ya que se gastarían el dinero antes de ponerlo a trabajar.