Los expertos no tienen dudas. El sector automovilístico afronta una transformación radical: en los diez próximos años, veremos más cambios en la industria que en las dos décadas precedentes. Se apunta a 2025 como año clave, cuando tanto los materiales con los que se construyen, como los combustibles y los costes de fabricación ya serán percibidos de forma totalmente diferente. ¿Como afecta la llegada del coche eléctrico a mis inversiones y al sector en general?
Hace cuarenta años, en julio de 1978, se fabricó el último escarabajo en Europa, el modelo de utilitario más producido hasta la fecha. Se siguió fabricando en México hasta 2003, cuando Volkswagen paró su producción. Pero quizá pronto hablemos de un nuevo escarabajo eléctrico. En las siguientes líneas te avanzamos las claves que podrían cambiar la configuración de la industria automovilística mundial.
El coche del futuro será eléctrico sí o sí
El gran cambio que afrontan las automovilísticas es el de la motorización, pues todos los fabricantes están dejando a un lado los motores de combustión (ICE, o internal combustion engine). Así, el crecimiento de los vehículos eléctricos (EV) y de vehículos de motorización híbrida (HEV) está siendo exponencial, y se espera que entre ambos alcancen el 30% de las ventas totales de 2025.
En 2018, se vendieron dos millones de vehículos PEV (o enchufables – plug-in electric vehicles), lo que supone apenas el 2% de las ventas en todo el mundo. En cambio, las estimaciones para 2025 apuntan a 8,4 millones de vehículos, o un 7,7% del mercado.
El dato parece pobre para escribir un nuevo futuro, pero es que no cuenta con los coches de motorización híbrida. Los HEV, que combinan un motor eléctrico con uno convencional de combustión, pasarán del 3% actual al 23%, lo que se traduce en más de 25 millones de vehículos.
Antes de seguir, conviene distinguir entre las siglas que se refieren a los motores de los vehículos eléctricos:
- BEVs: vehículos eléctricos puros, que se alimentan por baterías recargables.
- PHEV: híbridos enchufables con doble motor eléctrico y de combustión.
- FCEV: de pila de combustible que obtienen la electricidad del hidrógeno.
- Mid Hybrids: semi híbridos, o vehículos con motor de combustión que tienen uno eléctrico de apoyo.
China liderará el cambio
Tanto en términos de producción como en términos de ventas, ninguna otra nación alcanza las cifras de China. Para 2020, se prevé que el mercado chino represente el 59% de las ventas globales de vehículos eléctricos. Estas elevadas ventas del mercado chino se justifican por la demanda de los mini EV, coches pequeños con autonomía para unos 100-150 kilómetros. Su precio de venta es muy accesible, pues ronda los 40.000 renminbis o 6.250 dólares estadounidenses.
Las tres claves para la explosión del mercado son:
- Rápida caída del precio de las baterías, entre un 15% y un 20% anual.
- Instalación de más puntos de recarga.
- Subsidios: el precio de algunos modelos eléctricos se acerca al de sus homólogos de combustión gracias a las ayudas públicas.
La importancia de las baterías para el inversor
Tanto para el sector como para los inversores es importante conocer que la fabricación de baterías para los vehículos eléctricos o híbridos está en manos de muy pocas empresas, siendo asiáticas en su inmensa mayoría. Por ejemplo, Panasonic tiene cerca del 40% del mercado, seguida por LG Chem con un 18%. La china CATL lidera la inversión en su país y ya supone el 23% del mercado global.
Mientras, los precios de las baterías han caído de forma significativa esta década y pasaron de los 1.000 dólares por kWh en 2010, a cerca de 210 dólares por kWh en 2017.
No obstante, para que los eléctricos puedan competir en costes con los vehículos de combustión tradicionales, el precio de las baterías tendría que caer a cerca de 100 dólares por kWh, algo que podría ocurrir para mediados de la próxima década, según algunas estimaciones.
Impacto en el mercado
Las empresas automovilísticas y las fabricantes de baterías son muy sensibles a los precios de las materias primas.
Si bien la composición de las baterías está cambiando,se estima que la demanda global de litio suba un 20% para 2025. Además, la demanda de níquel por parte de la industria automotriz se situará solo por detrás de la industria del acero inoxidable para mediados de la próxima década. También repuntará la demanda de cobre puesto que se usa en el coche eléctrico y en los puntos de recarga, y el aluminio subirá porque son vehículos más ligeros.
En cuanto a los fabricantes de vehículos eléctricos, el líder mundial es la china Beijing Auto Industry Corporation (BAIC). Por ejemplo, el modelo estrella de 2017 fue el EC180 de BAIC que se quedaba, tras las subvenciones, en unos 7.750 dólares con una autonomía de 175 kilómetros y una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora.
Además, la estadounidense Tesla está especializada en BEV premium con precios cercanos a los 100.000 dólares en los modelos S y X SUV, pero en el entorno de los 35.000 doláres en el modelo 3 que, eso sí, está dando problemas de fabricación.
Ventas en Europa
En Europa, el Nissan Leaf y el Renault Zoe son más populares, con el 20,6% y el 19,3% del mercado BEV, gracias a su autonomía (250-300 km) y su bajo precio (unos 35.000 euros).
En 2018 se vendieron 345.000 eléctricos en Europa (Noruega 46.000 unidades y Alemania 35.000 unidades) con el Leaf (39.000) y el Zoe (37.000) como más vendidos, seguidos de lejos por el e-Golf (21.000), el BMW i8, el Tesla Model S y el Tesla Model X, los tres por encima de las 10.000 unidades, según carsalesbase.com.
Inversión en la industria del vehículo eléctrico
Las opciones de inversión en empresas productoras de vehículos eléctricos son limitadas, pero eso no significa que no existan diferentes oportunidades si queremos tener exposición a esta tendencia. Si queremos optar por empresas que únicamente fabriquen vehículos eléctricos, Tesla sería la primera opción que se nos pasaría por la cabeza.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, los fabricantes producen actualmente vehículos tanto electricos como de combustión. Esto le ocurre a las ya mencionadas Nissan y Renault, e incluso a BAIC, la mayor productora de vehículos eléctricos. Este fabricante cotiza en la bolsa de Hong Kong y por ahora produce ambos tipos de vehículos.
Mirando más allá de las acciones, tampoco existe mucha oferta en cuanto a ETF y fondos de inversión, en la cual destaca el ETF iShares Electric Vehicles and Driving Technology (IE00BGL86Z12), que replica el comportamiento del índice Stoxx Global electric vehicle & Driving technology.
Como hemos aprendido a lo largo del artículo, los fabricantes de vehículos eléctricos no serían la única industria que se aprovecharía de un incremento de la demanda y producción de este tipo de vehículos. Los fabricantes de baterías son clave en esta industria, ya que suministran la energía suficiente para que los vehículos consigan moverse, y su desarrollo está llamado a marcar el futuro del sector. Para tener exposición a este sector, podríamos optar por comprar acciones de la japonesa Panasonic, líder global de fabricación de baterías, o comprar el ETF de L&G Battery-Value Chain (ISIN IE00BF0M2Z96), que replica el comportamiento del Solactive Battery-Value Chain. Si queremos mirar más allá, podríamos optar también por empresas líderes en el sector de los semiconductores eléctricos, que verían como la demanda de sus productos se vería incrementada, como Infineon o Eversource Energy.
Por último, la demanda de materias primas también se vería afectada. Como hemos comentado anteriormente, podría terminar por incrementar la demanda de materias primas como litio, níquel, cobre y aluminio, que se utilizan para la producción de baterías. Existen diferentes instrumentos de inversión con los que tener exposición al precio de las materias primas. También podríamos optar por acciones de empresas que suministran estos productos como la minera de cobre Kaz Minerals o Nemaska Lithium.
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