En España no resulta sencillo desvincular los conceptos vivienda y propiedad privada. Sin embargo, la realidad socioeconómica plantea la creación de nuevos modelos, antes inimaginables, como el cohousing, una alternativa al alquiler y a la compra.
Qué es
El anglicismo cohousing, que se podría asemejar al término castellano covivienda, es una forma de alojamiento en la que cada residente es miembro de una cooperativa. Dicha cooperativa es la propietaria del suelo y de la construcción que conforman el espacio residencial, ya sea en una urbanización o en un edificio, y cede su uso a cada socio, distinguiendo entre:
- Espacio de uso privado: piso, apartamento o casa donde reside cada socio y su familia.
- Espacio compartido: áreas comunes como aparcamiento, jardines, huerta, barbacoa, sala de reuniones, lavandería, etc.
Cómo funciona
A diferencia de una promoción inmobiliaria convencional, la cooperativa no se disuelve tras completar la construcción del inmueble, sino que se mantiene y sus socios pasan a ser usufructuarios vitalicios.
Al igual que sucede en una comunidad de propietarios convencional, el mantenimiento de las zonas comunes, suministros, instalaciones, impuestos y servicios externos generan gastos mensuales. En el caso del cohousing se cubren con las aportaciones periódicas de cada cooperativista.
Aunque a efectos prácticos la casa o el apartamento de uso privado se asemeja al modelo clásico de compra o alquiler de una vivienda, existen grandes diferencias:
- Como en toda cooperativa, cada socio cooperativista realiza una aportación inicial para reunir el capital necesario para construir o adquirir el inmueble.
- Si no dispone de los fondos necesarios, la cooperativa podría solicitar un préstamo promotor para financiarse.
- Si un socio decide salir de la cooperativa, transmitiendo su derecho de uso, la aportación inicial y las sucesivas cuotas del préstamo (en caso de haberlo) le serán devueltas.
- El nuevo miembro que ocupe su lugar tendrá que ser aprobado por la cooperativa y tendrá que reponer las aportaciones del anterior socio.
- En cohousing se requiere mayor implicación de cada miembro en la toma de decisiones y en la gestión de la propiedad de la cooperativa.
- Tras el cohousing subyace la idea de ser parte de una comunidad que busca el beneficio mutuo, reducir costes, compartir cultura, valores y ayudar a los demás socios (vecinos).
- Las comunidades de cohousing buscan la autogestión y autosostenibilidad.
Orígenes e historia
Aunque en España el cohousing no es –todavía– un modelo ampliamente extendido, la Ley 27/1999 de 16 de julio sobre cooperativas no olvidó regular las cooperativas de viviendas, recogidas en su artículo 89.
Los orígenes del cohousing nos llevan a Dinamarca, donde en 1972 se creó Sættedammen, la primera comunidad bajo el modelo andelsbevægelsen o modelo Andel. Ese término en danés se traduce como “movimiento cooperativo”, y se vincula a una fuerte tradición democrática y cooperativista surgida en el país nórdico a finales del siglo XIX, especialmente en la ganadería.
En España, además de las coviviendas descritas en este artículo, también han surgido viviendas colaborativas para la tercera edad, o senior cohousing, como alternativa a las residencias de ancianos.