Una de las claves del capitalismo es la competencia. Gracias a ella, podemos disponer de una gran variedad de productos y a unos precios razonables, que se fijarán en función del conocido modelo de la oferta y la demanda: cuando aumenta la demanda de un producto, los precios tienden a subir, y cuando aumenta la oferta (hay más productores ofreciendo ese bien) los precios irán hacia abajo.
Sin embargo, en determinados ámbitos podría ocurrir que no siempre hay competencia, o por lo menos, no siempre hay la suficiente. Por ejemplo, hay sectores que incorporan un nivel de tecnología tan elevado, que pocas compañías son capaces de ofrecer ese tipo de producto. En otros casos, entrar en un sector concreto requiere una inversión muy grande (sector eléctrico, en el de las telecomunicaciones, o en el petrolero), de manera que el mercado se reparte entre unas pocas empresas grandes.
En estos casos, se corre el peligro de que el sector actúe como un oligopolio y que no exista una verdadera competencia. De este modo, los precios podrían llegar a fijarse por un acuerdo más o menos tácito entre las empresas, que no pelearían por conseguir el mercado, sino que se lo repartirían. Y es ahí donde entra la CNMC.
Qué es la CNMC
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es un organismo que se encarga de garantizar y promover el correcto funcionamiento y la competencia en todos los mercados y sectores productivos. Como se ha apuntado anteriormente, el objetivo que se persigue es que haya una competencia efectiva, en favor de los consumidores y usuarios de productos o servicios.
La CMNC nació en 2013, a partir de la Ley 3/2013, de 4 de junio, como unión de otros organismos existentes anteriormente, que velaban por diversas áreas, como la Comisión Nacional de la Competencia, la Comisión Nacional de la Energía, o la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, entre otras.
También en 2013, se aprobó el reglamento que determina su estatuto orgánico, donde se establece su naturaleza y funciones. La CNMC es un organismo que, aunque se define como adscrito al Ministerio de Economía y Competitividad, cuenta con autonomía e independencia en el ejercicio de sus funciones, tanto del Gobierno, como de las Administraciones Públicas en general y, por supuesto, de cualquier tipo de interés empresarial o comercial.
Funciones de la CMNC
Entre sus funciones, destacan:
- Asegurar el libre acceso, el ejercicio y la expansión de las actividades económicas en todo el mercado nacional, garantizando igualdad de condiciones en toda España.
- La supervisión del buen funcionamiento de diversos sectores estratégicos (provenientes en muchos casos, además, de antiguos monopolios del Estado), como son el sector audiovisual, el de la energía, el postal, el del transporte o el de las telecomunicaciones.
- Y, en general, garantizar la existencia de una competencia efectiva en todos los mercados y sectores productivos.
La CNMC puede sancionar a aquellas empresas que infrinjan estas normas de libre competencia, con multas que llegan a ser millonarias. A modo de ejemplo, en el año 2017 fueron sancionadas empresas pertenecientes a sectores tan diversos como el transporte, los cables de baja y media tensión, los hormigones, la telefonía o la cría de caballos.