Sin duda, los países emergentes son el objeto de deseo de muchos inversores. A pesar de ser mercados inestables que combinan años de fuerte crecimiento con otros ciclos económicos negativos, algunos productos que invierten en países emergentes consiguen rendimientos positivos, por encima de la renta variable de países desarrollados, en el medio o largo plazo. Por ello, se han convertido en una parte fundamental de una cartera diversificada añadiendo una rentabilidad complementaria. Pero antes de invertir hay que conocer cuáles son los países emergentes y sus características.
¿Qué son los países emergentes?
Esta pregunta no es tan sencilla como parece, ya que no existe un término universalmente aceptado que defina lo que es un país emergente. Esto origina algo de confusión a muchos inversores, ya que no todos los grupos de análisis consideran las mismas economías como emergentes.
Aún así, hay criterios más universales o reconocidos, como los del Banco Mundial, institución en la que precisamente su entonces economista, Antoine W. Van Agtmael, acuñó este término en los años 80. Así, un país emergente podemos definirlo como una nación con un rápido crecimiento económico en comparación con las tasas de las economías desarrolladas, pero que no entra en la categoría de estos países por tener una renta per cápita baja. También es una característica común su proceso de industrialización e internacionalización.
¿Cómo diferenciamos países subdesarrollados, emergentes y desarrollados?
Aunque como veremos los países emergentes tienen muchas más características comunes que su crecimiento económico y renta per cápita, fundamentalmente estas dos variables sí nos sirven para diferenciar de forma simple entre un país desarrollado, uno emergente y otro subdesarrollado:
- País desarrollado: Alta renta per cápita con independencia de su crecimiento económico que tanto en caídas y bajadas no suele variar de forma importante (Estados Unidos, Unión Europea, Japón, etc.).
- País emergente: Baja renta per cápita con alto crecimiento económico, industrialización y sector exterior al alza, especialmente en exportaciones (China, Brasil, India, etc.).
- País subdesarrollado: Baja renta per cápita, bajo crecimiento económico, baja industrialización, sector exterior poco importante (mayoría de los países de África, por ejemplo).
Características comunes de los países emergentes
Con sus diferencias y sus puntos en común, los países emergentes se han convertido en uno de los mercados más importantes, definidos especialmente por una serie de características comunes que marcan su presente y lo harán más en el futuro. Estos son algunos de los puntos coincidentes más importantes que definen actualmente al grupo de países emergentes:
- Concentran una importante parte de la población mundial: Con ello son uno de los mercados mayores y con mayor potencial de consumo beneficiados por su desarrollo económico.
- Economía internacionalizada: Mayor presencia de sus empresas en el exterior gracias a sus exportaciones, pero también por la recepción de inversiones de países desarrollados.
- Crecimiento económico con momentos de incertidumbre: Aunque las desaceleraciones económicas son más bruscas, también las salidas de las mismas son más rápidas y con tasas de crecimiento del PIB mayores (Brasil es el ejemplo más reciente). Todo ello conlleva en líneas generales un crecimiento medio que seguirá siendo mayor que el de la mayoría de los mercados desarrollados.
- Vulnerables en su moneda: Normalmente la liquidez de sus activos es baja y son susceptibles de crisis generadas por su divisa como se ha demostrado en los últimos 20 años (peso mexicano, real brasileño, rublo, monedas asiáticas, yuan chino) propiciando desaceleraciones y cambios bruscos que, lógicamente, perjudican las inversiones.
- Clase media reducida: La polarización en el reparto de la riqueza lleva a que la clase media siga siendo pequeña y por ello, la renta per cápita baja.
En definitiva, nos encontramos con uno de los mercados con mayor potencial pero que a la vez entraña más riesgos, como son su inestabilidad política, su mayor dependencia de socios externos o la volatilidad de sus divisas.
Dada la dificultad que en muchos casos encontramos para invertir directamente en estos países, cobra especial relevancia la figura del fondo de inversión gracias a su gestión profesionalizada y diversificación.