Con la explosión de la crisis financiera son muchos los proyectos empresariales que no sólo se han venido abajo sino que no han podido salir a la luz por la falta de financiación necesaria para llevarlos a cabo.
Pero como en toda crisis que hayamos vivido, son muchas las personas que agudizan el ingenio en momentos de dificultad y consiguen sacar adelante aquel negocio en el que llevaban años pensando financiándose exclusivamente con sus propios ahorros e ingresos.
Esta forma de emprender con el único respaldo de nuestros ahorros recibe el nombre de Bootstraping, y es utilizada principalmente por emprendedores freelance y empresas con pocos empleados.
Obviamente, este tipo de emprendimiento autofinanciado tiene una serie de desventajas que hacen que los profesionales deban desechar ciertas estrategias que serían válidas para un proyecto con elevados recursos disponibles, centrándose en estrategias que les hagan crecer y posicionarse lo más rápido posible.
En muchas ocasiones, este tipo de negocios se desarrollan en los primeros momentos con pocos recursos y mucha imaginación. Así, no son pocos las empresas cuya primera oficina ha sido un garaje o una habitación de una casa particular y el teléfono de empresa el personal de los emprendedores.
Así, los seguidores de la filosofía bootstraping dedican mucho tiempo a desarrollar impactantes estrategias de ventas, puesto que la captación de clientes desde el minuto cero es básica para la supervivencia de su negocio.
Otra de las características que define a un negocio que se financia exclusivamente con los recursos propios de los creadores es la necesidad de reinvertir la gran parte de los beneficios durante los primeros meses e incluso años, con el objetivo de hacer crecer su negocio de forma exponencial.
La mejor forma de tener éxito en un negocio basado en la filosofía bootstraping es replicar un negocio de similares características que sea un caso de éxito probado. Así, será posible detectar qué características de las estrategias de éxito elegidas por dicho negocio serán aplicables a nuestro proyecto empresarial.
Entre las ventajas del bootstraping destaca el bajo nivel de riesgo en el que incurren los emprendedores, dado que no tienen ningún tipo de deuda que les ahogue.