El plan de pensiones puede ser una herramienta interesante para el inversor. Permite acumular un capital de forma gradual a lo largo de nuestra vida laboral, e incluso después, aprovechando unas importantes ventajas fiscales. Este capital podrá suponer un ingreso complementario a nuestra pensión pública cuando nos llegue la jubilación.
Una falsa creencia que tienen muchos ahorradores es que el plan de pensiones se cancela en el momento de llegar a la jubilación. Esto puede ser así, pero también existen otras posibilidades interesantes para estructurar nuestras rentas tras finalizar nuestra vida laboral.
En primer lugar conviene tener claro las tres formas que existen de cobrar nuestro plan de pensiones. De forma general podemos distinguir:
- Rescate en forma de capital
- Rescate en forma de renta
- Rescate en forma de renta vitalicia
A parte, se puede estructurar una variante mixta de estas tres opciones: por ejemplo rescatar una parte en forma de capital y el resto como renta.
El rescate en forma de capital consiste en que nos entreguen el dinero de una sola vez. El rescate en forma de renta consiste en que se nos va entregando la cantidad que acordemos de forma anual hasta que se haya entregado todo el capital del plan de pensiones. El rescate en forma de renta vitalicia es un acuerdo que se llega con la entidad aseguradora mediante el cual se convierte el plan de pensiones en una renta vitalicia asegurada.
El concepto más importante a tener en cuenta a la hora de pensar cuál es la mejor forma para rescatar nuestro plan de pensiones es que lo que ingresemos va a tributar a la hora de realizar nuestra declaración de IRPF como renta del trabajo. En los planes de pensiones es importante que comprendamos su fiscalidad.
Por tanto, cada inversor tiene que realizar los cálculos en función de sus ingresos por rentas de trabajo para tener en cuenta el impacto fiscal que le supondrá el aumento de ingresos. Nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de que al incorporar los ingresos derivados de nuestro plan de pensiones nos situemos en un tramo superior en la escala de gravamen y tengamos que pagar más impuestos de los que esperábamos.
Cómo seguir generando rentabilidades y beneficios tras la jubilación
Muchos ahorradores no son conscientes de que es posible seguir aportando dinero al plan de jubilación tras la jubilación. Un plan de pensiones no deja de ser más que un fondo de inversión con unas condiciones específicas a la hora de retirar el dinero a cambio de unas ventajas fiscales. Pero por lo demás, sigue siendo una cesta de activos gestionados por un gestor profesional que obtiene rentabilidades en función de la evolución de los activos en los que invierte. Por tanto el plan de pensiones puede seguir formando parte de una cartera diversificada de un inversor años después de jubilarse.
Si lo que se pretende es dejar un patrimonio a los herederos, mantener el capital en el plan de pensiones e incluso seguir aportando dinero (y seguir aprovechando las ventajas fiscales) puede ser una opción a tener en cuenta.
Si lo que se pretende es utilizar el capital del plan de pensiones para complementar los ingresos tras la jubilación, el inversor tiene que hacer los cálculos correspondientes según su nivel de ingresos por rentas del trabajo en el IRPF.
Rescate en forma de capital
Para la mayoría de ahorradores la opción del rescate en forma de capital supondrá una factura fiscal importante de golpe. A cambio, dispondrá a partir de ese momento del capital para gastar o reinvertir como crea conveniente. A no ser que el inversor tenga alternativas atractivas de inversión, el rescate en forma de capital del total no suele ser aconsejable.
Para aquellos inversores que hayan realizado aportaciones con anterioridad a 2007, deben de tener en cuenta que lo aportado anteriormente a 2007 disfruta de una exención del 40% (sólo pagan impuestos por el 60% de lo aportado hasta el final de 2006).
Rescate en forma de renta
La ventaja de esta modalidad es que el ahorrador puede estipular la cantidad que le interese en función de su nivel de renta. De esta forma se puede mantener ajustado al tramo que más le interese de IRPF. Además el patrimonio mantenido en el plan de pensiones seguirá evolucionando en acorde con la evolución de sus inversiones. Esta modalidad nos permite por tanto seguir disfrutando de una gestión profesional de nuestro patrimonio, a la vez que optimizamos nuestra factura fiscal.
Rescate en forma de renta vitalicia
Esta modalidad consiste en pactar con la entidad aseguradora una tasa de interés vitalicio que recibiremos por nuestro dinero. A cambio de no poder disponer de nuestro dinero ahorrado, la aseguradora nos ofrece una paga durante el resto de nuestra vida.
Conclusión
A la hora de aprovechar un plan de pensiones, es importante valorar todas las opciones de las que disponemos llegados el momento de la jubilación. A veces la mejor opción no es extraer todo el dinero de golpe. Es interesante planificar un ritmo de ingresos que nos proporcione un complemento de ingresos ajustado a nuestras necesidades. También es importante tener en cuenta el impacto fiscal de estos ingresos. Todo esto nos puede ayudar a estructurar con sensatez nuestros ingresos tras la jubilación.