El ahorro es una de las asignaturas pendientes en España por mucho que nos pese. Según datos del Banco de España, los hogares solo logran retener el 5,7% de sus ingresos mensuales, ya que el resto lo gastan tanto en la vivienda -lo que más presupuesto se lleva- como en la alimentación, los suministros y, también el ocio.
Algo que en nuestro país tiene mucha importancia, porque nuestra cultura es muy proclive a pasar tiempo fuera de casa con nuestros familiares y amigos y, casi siempre, en un restaurante o bar en torno a una buena mesa. Por ello, nos cuesta mucho guardar algo de dinero a final de mes, además de que contamos con unos salarios bastante inferiores a la media europea.
De este modo, llegar a final de mes se convierte en una tarea bastante complicada para algunos, que quieren empezar a recortar gastos pero muchas veces no saben ni de dónde ni cómo. Por eso, nos hemos fijado en las recetas que dan las grandes fortunas para ahorrar.
Porque los más adinerados del planeta no solo han logrado sus patrimonios a base de invertir o fundar negocios exitosos. También son reconocidos por saber gestionar muy bien esa fortuna y no malgastarla en caprichos o cosas que no les van a servir para nada. Apunta porque seguro que sus trucos te pueden venir muy bien.
Warren Buffett
El llamado ‘Oráculo de Omaha’ tiene un avanzado instinto inversor que le ha convertido precisamente en un oráculo: lo que dice, suele cumplirse. Acierta con sus previsiones; sus discursos y conferencias son de los más seguidos del mundo. Así, ostenta la posición de tercer hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, con una fortuna estimada de 35.000 millones de euros.
Pero, además de inversor, Buffet es un buen ahorrador y siempre ha intentado inculcar esa filosofía a sus seguidores y a los ciudadanos de todo el mundo. Para ello, utiliza consignas muy simples que cualquiera puede entender y que pertenecen a la lógica más simple. Por ejemplo, una de las más famosas y sencillas es pararse a pensar antes de comprar algo si pasa algo si no nos hacemos con eso que queremos. Si la respuesta es que no pasaría nada, mejor no comprarlo, aconseja Buffett, ya que tenerlo no va a cambiar nada de nuestra vida. Una buena forma de dejar de derrochar en cosas que al final acaban acumulando polvo.
Además, nos recomienda ser prudentes con los préstamos y créditos que se adquieren, ya que él prefiere no tener que deber dinero a nadie y poder disponer de su propio dinero. Algo más complicado para el resto de los mortales, que no disponen de su ingente patrimonio para comprar una casa o un coche, pero que se puede poner en práctica sobre todo para seleccionar cuidadosamente un crédito y escoger el que sea más ventajoso y tenga menos coste.
Por último, el inversor recomienda cuidar los pequeños gastos. El paquete de chicles, el café diario en el bar de al lado de la oficina, el parking, pedir comida a domicilio… Pequeños gestos suelen ser los culpables de que la mayor parte de nuestros ahorros se evaporen. Por lo tanto, más vale estar más atentos y contenernos ante estos gastos por impulso que, de nuevo, no nos aportan nada imprescindible.
Carlos Slim
Otra de las grandes fortunas mundiales. Según Forbes, este año el mexicano Carlos Slim está en el séptimo puesto -ha llegado a ser el número uno-, una cantidad que ha amasado por sí mismo gracias a su buen olfato en los negocios, lo que le ha llevado a tener un conglomerado empresarial con tentáculos en muchos sectores.
Pero no solo eso sirve para acumular tanto dinero. También la disciplina de ahorro, algo que Slim lleva practicando desde pequeño. Porque según su biografía, el mexicano aprendió de su padre a apuntar todos sus ingresos y gastos mensuales, lo que le ha permitido tener un control total sobre sus finanzas. Algo que todos deberíamos poner en práctica para evitar gastar sin freno, ya que si vamos apuntando cada gasto seremos conscientes de lo que tenemos y lo que podemos ahorrar.
Igualmente, Slim destaca por no derrochar y por llevar una vida relativamente austera dentro de lo que podría ser habida cuenta de sus posibilidades. El empresario no suele gastar dinero en grandes coches, mansiones, etc. Tiene las justas y, de hecho, durante sus primeros años prefirió seguir viviendo de forma muy humilde y reinvertir todo lo que ganaba en sus negocios. Una buena lección para el resto de mortales, pues si una fortuna así no aspira a tener grandes lujos y presumir de ellos, los demás deberíamos ser mucho más comedidos y no querer destacar a costa de poner en juego nuestras finanzas. Esta forma de ser se resume en una de sus frases más destacadas: “Cuando vives para la opinión de los demás, estás muerto. No quiero vivir pensando en cómo voy a ser recordado”.
Amancio Ortega
En España tenemos también un buen ejemplo en este sentido. Porque uno de los más ricos del mundo tiene DNI español y ha sabido construir uno de los mayores imperios textiles que existen a base de trabajo, perseverancia y mucha humildad. Amancio Ortega, el fundador de Inditex, ostenta una fortuna de 56.400 millones de euros que ha labrado todos estos años gracias al buen funcionamiento de su negocio y sus acertadas inversiones.
Además, Ortega ha sabido mover correctamente su dinero, sin derroches ni excesos, lo que le ha llevado a acumular este ingente patrimonio. Otra de sus máximas es reinvertir sus ganancias, bien sea en su propia empresa para mejorarla y que cada vez crezca más, o en otros activos. Su favorito es el inmobiliario, donde tiene propiedades en las principales calles comerciales del mundo -Nueva York, Londres…-.
Como decíamos, no es partidario de gastos superfluos y ha vivido siempre en su tierra, Galicia. De hecho, hasta hace bien poco residía en un piso en el centro de Coruña. Su gran pasión es navegar y ahí sí ha hecho un importante gasto, pues ahora navega con un yate de 47 metros de eslora con capacidad para alojar a 10 personas, el cual alcanza una velocidad máxima de 14,5 nudos. Pero al tratarse de un barco de estas dimensiones, se trata de una forma más de invertir, ya que a buen seguro sacará una buena cantidad si decide traspasarlo.
Dicen, además, quienes le conocen que en su día a día es muy austero y, a pesar de tener un imperio textil, viste prácticamente igual todos los días. Algo que, además de suponer un ahorro económico, también lo es de tiempo, ya que se evita gastar minutos cada día decidiendo qué outfit ponerse. Una costumbre que también siguen otros millonarios como Mark Zuckerberg, o líderes mundiales como Barack Obama.