No hace falta ser catedrático de economía, pero todos deberíamos tener claras ciertas nociones con relación a nuestras finanzas personales. Todos los días tomamos decisiones, más grandes o más pequeñas, que tienen que ver con el dinero; y a partir de esas alternativas, las diferencias en nuestra economía pueden ser muy grandes. Todos conocemos a gente que, cobrando lo mismo que otras personas, parece que el dinero les cunde mucho más.
Por eso, en Self Bank queremos hacer un repaso a los errores más comunes, esos defectos que impiden que nuestra economía luzca como se merece. ¡Esperamos que le saques todo el partido a este decálogo de errores!
1. No planificar
Gastar sólo pensando en el presente, sin tener una mínima previsión de futuro, no es una buena idea. Es importante tener un plan financiero, que nos servirá de guía tanto para afrontar las decisiones del día a día, como mirando más a largo plazo.
2. Vivir al límite
Existe una tendencia natural a gastar lo que se ingresa. Si ganas 1.000, gastas 1.000, pero si ganas 2.000… gastas 1.999. Es algo habitual, pero esto nos crea grandes perjuicios cuando debemos afrontar algún imprevisto, que siempre surge: un gasto adicional en el médico, un accidente con el coche, un electrodoméstico que se nos estropea, etcétera.
Si te acostumbras a “bajar un poco el listón”, te resultará muy fácil. Si ganas 1.000, piensa que ganas 900, si ingresas 1.600, imagina que tu nómina es de 1.400… y verás cómo se puede vivir sin notar grandes cambios.
3. No tener un colchón de emergencia
Relacionado con el punto anterior. La mejor manera de empezar a vivir más tranquilo es crear un colchón de emergencia, un dinero del que podamos tirar en caso de que no lo necesitemos. Por eso, lo mejor es tenerlo en una cuenta separada del resto de gastos habituales, y como orientación, debería suponer varios meses de nuestros ingresos (por ejemplo, entre 3 y 6 meses).
4. No ahorrar
Además de tener ese colchón de emergencia, es imprescindible concienciarse de la importancia del ahorro. El ahorro debería estar presente siempre en nuestras vidas, cada mes deberíamos ahorrar ( para lo cual existen diversos métodos), eso nos acostumbrará a no vivir al límite, y nos proporcionará una gran tranquilidad y una sensación de hacer bien las cosas, de que estamos gestionando bien nuestra economía.
5. Gastos innecesarios
Todos caemos alguna vez en alguna compra compulsiva. Los supermercados suelen tener este tipo de productos al lado de la línea de cajas, para promover las compras por impulso; además, por ejemplo, compramos mucha ropa que luego apenas ponemos (algunos estudios, como uno publicado por California Closets en The Wall Street Journal, incluso dicen que se puede aplicar el famoso 80%-20% de Pareto: nos ponemos el 20% de la ropa el 80% del tiempo).
Antes de gastar, conviene pensárselo dos veces, reflexionar sobre si realmente necesitamos adquirir ese producto. Y en el caso de que pensemos que sí, incluso podemos dejar la decisión para el día siguiente, para ver si realmente es algo imprescindible. Muchas de esas compras tan “necesarias” caerán por su propio peso.
6. Compras “fáciles”
¿A quién no le han ofrecido alguna vez “facilidades” para la compra? A menudo, estas facilidades provocan que compremos algo de lo que no estamos totalmente convencidos (tal y como comentamos en el punto anterior). Pero, además, en muchas ocasiones vienen acompañadas de un coste nada desdeñable en forma de intereses. Paga fácilmente en cómodos plazos… y termina pagando mucho más de lo que costaba inicialmente el producto.
7. Endeudarse
No vamos a decir que está prohibido, en algunos casos resulta muy difícil no hacerlo (¿quién se compra una casa al contado?), pero conviene recordar que el endeudamiento es lo inverso del ahorro, estamos gastando por anticipado un dinero que no tenemos, y ello conllevará un coste en intereses, y un riesgo. Si ya estás en el caso, quizás te convenga repasar algunos métodos para afrontar el pago de deudas.
8. No invertir
Vale, has conseguido ahorrar un dinero y ¿qué haces con él? ¿Lo guardas en el colchón? Inviértelo y conseguirás que el dinero trabaje para ti, en lugar de que seas tú el que trabaje por dinero. En cualquier caso, hazlo con cabeza, claro, en nuestro blog puedes encontrar multitud de consejos en este sentido, visitando esta sección.
9. No pensar en la jubilación
Este apartado puede relacionarse con muchos de los anteriores: falta de planificación, de ahorro, de inversión… Los españoles somos de los europeos que más tarde empezamos a planificar nuestra jubilación, con todo lo que ello implica. Hoy en día, puede que las pensiones públicas no sean una maravilla, pero dentro de unos años, según muchos expertos, podrían ser todavía más reducidas, así que no es una buena idea dejarlo para el último momento.
10. No formarse en economía
De eso trata este blog, fundamentalmente. Nuestro objetivo es que todo el mundo tenga nociones de economía personal. No consiste, como decíamos al principio, en que seas un experto en macroeconomía, se trata de que tengas las nociones y las herramientas para desenvolverte con tus finanzas personales, algo que vas a tener que hacer sí o sí. Fórmate, lee libros, prensa económica (¡no dejes de leer este blog!), será un tiempo muy bien empleado.