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Alerta en el sector turístico: Thomas Cook en quiebra. ¿A quién afecta?

Alerta en el sector turístico

La quiebra del turoperador británico Thomas Cook ha supuesto una auténtica conmoción en el sector turístico. ¿Qué causas han llevado al gigante al límite, qué consecuencias tiene para el turismo, qué impacto sobre la economía y las inversiones?

El operador británico, nacido en el siglo XIX y uno de los mayores a nivel mundial, con más de 100 aviones, 200 hoteles y decenas de miles de empleados, no ha podido levantar el vuelo y su bancarrota supone un enorme problema, tanto a corto plazo (para arreglar la situación de miles de viajeros), como a medio plazo, para otras muchas personas y entidades relacionadas con el grupo.

¿Quién es Thomas Cook?

Thomas Cook fue un empresario británico del siglo XIX, conocido por ser el primero en crear un viaje organizado, en 1841. Aunque esta primera operación no tuvo demasiado éxito, fue el gérmen de la que acabó siendo la primera agencia de viajes del mundo, Thomas Cook & Son.

En unos años, Thomas Cook comenzó a mover miles de personas, y en 1851 organizó un viaje para 165.000 personas a la Exposición Universal de Londres. También viajó a Estados Unidos, así como a otros países europeos, como Francia, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Italia o Suiza, para comenzar a gestionar viajes en todo el mundo.

Ya en esa época, creó un innovador sistema de cupones utilizables como medio de pago en diversos hoteles concertados, que luego sería imitado por otros operadores.

En los años veinte del siglo pasado, los nietos del fundador vendieron el negocio, pero tras la II Guerra Mundial, el gobierno británico lo nacionalizó, para salvaguardarlo de los nazis. Posteriormente, ya en los años setenta, fue privatizada de nuevo.

En 1999, Thomas Cook comenzó su andadura como aerolínea, con la creación de Thomas Cook Airlines, a partir de la adquisición de JMC Air. Y se unirían otras posteriormente, como Thomas Cook Airlines Balearics, centrada en el turismo británico y alemán en las Baleares, Thomas Cook Airlines Scandinavia, para los países nórdicos, o Condor, especializada en vuelos chárter.

En 2001, pasó a manos de un turoperador alemán, C&N Touristic AG, y en 2007, adquirió MyTravel, dando lugar al que era el segundo turoperador europeo, solo por detrás del grupo germano Tui.

¿Por qué ha quebrado Thomas Cook?

¿Cómo ha llegado un gigante como Thomas Cook, con más de 11.000 millones de euros de facturación y 22.000 empleados a este fatal desenlace? Las causas son múltiples.

Hay varios aspectos que llevaban años socavando las cuentas del veterano turoperador, pero los problemas se agudizaron en el último año:

En febrero de 2019, las dudas sobre el grupo eran notables, lo que propició una gran caída en bolsa. Thomas Cook declaró unas pérdidas semestrales superiores a 1.800 millones de euros, que multiplicaban por seis las ya notables pérdidas del semestre anterior.

En agosto logró un acuerdo de financiación de unos 900 millones de libras (1.000 millones de euros), en gran parte, proporcionados por su mayor accionista, el grupo chino Fosun.

Posteriormente, los bancos acreedores exigieron ampliar el plan de rescate en otros 200 millones de libras (unos 227 millones de euros), pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Incluso hubo intentos de última hora por parte de varios grupos españoles para realizar algún tipo de operación para capitalizar deuda, que tampoco fructificó.

Además, Thomas Cook se enfrentaba a otros contratiempos: la inestabilidad política en algunas áreas con un volumen de negocio importante, como Turquía, la prolongada ola de calor en el Reino Unido, o las cancelaciones de viajes por parte de los británicos motivadas por el Brexit.

Estos problemas coyunturales y más recientes se unieron a otros que la compañía venía arrastrando desde hace tiempo, como el enorme volumen de deuda que acumulaba, la caída de la cotización de la libra (que se ha devaluado un 20% en los últimos cuatro años frente al euro y el dólar), y especialmente, la competencia de las líneas aéreas low cost y las agencias de viaje por Internet, mucho más competitivas que Thomas Cook, gracias a sus costes más ajustados.

Algunos de estos motivos son los que también ocasionaron hace dos años la caída de la aerolínea británica Monarch Airlines, declarada en quiebra en octubre de 2017.

¿A quién afecta la caída de Thomas Cook?

La bancarrota de la compañía provoca diversos efectos:

Viajeros

En primer lugar, citaremos a los viajeros. Se calcula en 600.000 el número de personas afectadas en todo el mundo, de los cuales unos 150.000 son británicos, lo que ocasionará que el gobierno de aquel país tenga que organizar la mayor operación de repatriación desde la II Guerra Mundial (la quiebra de Monarch afectó a unos 110.000). De esa cantidad, se estima que unos 70.000 están en España, uno de los destinos principales de los británicos.

Sector turístico

El sector turístico, especialmente el de nuestro país, se ve considerablemente afectado por la quiebra del operador. España es el segundo destino turístico a nivel mundial, únicamente superado por Francia, con más de 80 millones de visitantes. Según las cifras de AENA, las distintas compañías que integran el grupo enviaron a los aeropuertos españoles unos 3,6 millones de viajeros.

Exceltur estima en unos 200 millones de euros el impacto que puede tener el cierre de la empresa sobre el sector turístico español, aunque resulta difícil de cuantificar, porque hay algunas empresas que integran el grupo que siguen funcionando, y hay reservas para los próximos meses que no se llegarán a materializar.

No obstante, el impacto en el sector será probablemente a corto plazo, ya que el hueco dejado por la compañía será previsiblemente cubierto por otras, dada la fortaleza del sector turístico en nuestro país.

Acreedores

Los acreedores de la empresa, principalmente la banca y diversas empresas relacionadas con la industria turística, tendrán que empezar el proceso para intentar recuperar una parte, aunque sea mínima, de lo que se les adeuda.

Trabajadores

Además de los 22.000 empleados directos del grupo, 9.000 en el Reino Unido, son muchos los afectados por la quiebra del operador (aunque no todos se quedarán sin empleo, porque algunas partes del grupo seguirán funcionando).

Numerosos hoteles y negocios dependen de los turistas que movía Thomas Cook. En nuestro país, UGT cifra en unos 13.000 los puestos de trabajo en juego, ya que la compañía tiene 55 hoteles en España, la mayor parte en Baleares (29) y Canarias (20), centrados en el turismo alemán y británico.

Inversores

Los accionistas de la empresa son otro de los grupos damnificados. La cotización de Thomas Cook pasó de 136 libras en mayo de 2018 a apenas 3,45 antes de la quiebra, para ahora no valer nada. Entre ellos, además de los pequeños inversores, destaca la propia Fosun, con más de un 18% del capital, además de diversos fondos de inversión, con participaciones entre el 2% y el 14%.

¿Quién se beneficia de la caída de Thomas Cook?

Como suele suceder en estos casos, también hay quien gana cuando se producen este tipo de situaciones. Otros turoperadores se beneficiarán del vacío dejado por Thomas Cook, destacando en especial su principal competidor, el grupo alemán Tui, cuya cotización se ha disparado un 15%.

Las aerolíneas de bajo coste también parecen ofrecer buenas perspectivas y así, por ejemplo, Easyjet también está subiendo alrededor de un 10% respecto a la cotización con la que terminó la semana pasada.

Las ventas a corto permiten ganar cuando la acción cae, y algunos hedge funds, como TT International, Kite Lake Capital o Melqart aprovecharon este tipo de operativa para apostar a la caída del grupo. Se calcula que los beneficios podrían rondar los 200 millones de euros.

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