La moneda más antigua y bien conservada hasta nuestros días es el estatero de Lidia, una zona geográfica localizada hoy en Turquía. Las piezas, del siglo VI a.C. hechas en electro (80% oro y 20% plata), lucían una cabeza de león, emblema de Creso, el último rey lidio, en el anverso y su sello el reverso.
Hemos iniciado con esta anécdota numismática para recordar que aquellas primeras monedas servían de medio de pago con un valor que coincidía con el del metal con el que estaban fabricadas. Su peso y su aleación quedaban garantizados con el emblema y el sello real: su estampa implicaba que su valor era cierto y no era necesario verificar el pesaje entre transacciones.
¿Qué es una moneda bullion?
En 2021 la palabra bullion irrumpía en los medios españoles y no solo en los dedicados al coleccionismo. Bullion significa plata u oro con forma de barra (lingotes) según el diccionario de Cambridge. El término procede del bullionismo, un anglicismo que podría traducirse literalmente como “lingotismo” y que se refiere al mercantilismo metálico que, según Pedro García-Caro en Las minas del Rey Fernando, consiste en extraer, fundir y exportar mineral precioso para usar como monedas. La riqueza, según este sistema protocapitalista, se cuantificaba en función de la cantidad de metal precioso acumulado.
Bullion: moneda de inversión
Siguiendo este concepto, una moneda bullion no se acuña para ser circulada —para ser usada—, sino para convertirse en un valioso objeto de coleccionismo que previsiblemente acumulará valor, como un bien de inversión.
Su producción es limitada y, precisamente por su escasez, almacena valor más allá del de su composición —suele ser oro, plata, platino o paladio— y, sobre todo, más allá de su valor facial (el valor grabado en moneda oficial). Son fabricadas por cecas privadas y también por casas de moneda oficiales.
Bullion: spot y premium
El precio de una bullion está compuesto por dos tramos de valor: spot y premium.
- Spot es el precio del metal que la compone, valorado por la LBMA (London Bullion Market Association).
- Premium es el adicional sobre el precio spot, que viene determinado, en su emisión, por el coste de acuñación más su comercialización y posteriormente por su demanda en el mercado de monedas bullion.
2021: inflación y la primera bullion española
En tiempos de elevada inflación, como los acontecidos desde 2021, los metales son considerados como activos refugio de valor. No en vano, según apunta el Consejo Mundial del Oro, en cincuenta años este metal se revalorizó un 15% de media anual con una inflación por encima del 3%, frente al 6% cuando la inflación estaba por debajo de esa cifra.
Lince ibérico, la primera bullion española
En diciembre de 2021, con los índices de precios al alza, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre – Real Casa de la Moneda (FNMT-RCM), lanzó la primera moneda bullion oficial acuñada en España, uniéndose a la lista de países que ya producen estas monedas de inversión. Lince ibérico es una moneda de una onza troy de oro puro (31,104 gramos y 999,9 milésimas), con un columnario en el anverso y la cabeza del felino español en el reverso. Además, destaca sobre otras bullion por su acabado en proof inverso (fondo mate y relieve brillo).
La tirada máxima es 12.000 unidades y su valor facial es anecdótico, 1,5 euros, pues su precio de lanzamiento depende del valor del oro en el momento de su venta (spot), más un premium del 10%.
Inversión en monedas de oro: un lince ibérico entre otras muchas bullion
El lince ha protagonizado la emisión de 2021, pero es solo el inicio de una serie anual de monedas bullion acuñadas por la FNMT-RCM. Y, como avanzábamos, no es la primera bullion emitida por un Estado, se suma a otras muy reconocidas como la hoja de arce canadiense, el búfalo americano, el canguro australiano, la Filarmónica de Viena, la Britannia, etc. Aunque la más antigua y distinguida moneda de inversión es el Krugerrand sudafricano (acuñada desde 1967).
Hemos expuesto las principales características de las monedas bullion, queda por ver cómo evoluciona su valor y, en general, el de los activos reales en los meses de inflación venideros y a más largo plazo.