En una sesión sin apenas referencias macroeconómicas en las que fijarse, las bolsas europeas han registrado una sesión bajista de la que solo se ha salvado la bolsa alemana (DAX +0,11%). Por su parte, el Ibex, que ha llegado a perder los 11.100 puntos en algunos momentos de la sesión, ha cerrado con una caída del -1,02%.
Tras reabrir ayer con descensos del -16%, la bolsa de Atenas ha vuelto a caer hoy, aunque las pérdidas se han limitado al -1,2%. El sector bancario ha repitido como el más castigado, con caídas de nuevo del 30% (pérdida máxima diaria permitida) para la mayoría de las entidades bancarias. Sin embargo, en el resto de sectores se ha producido un rebote generalizado.
Si en otras ocasiones los descensos habían venido de la mano de las compañías más ligadas a las materias primas, hoy han sido las constructoras y el sector bancario los más castigados. Hoy los precios del petróleo y otros materiales nos han dado un respiro, provocando que hayan sido Arcelormittal (+1,6%) y Acerinox (+0,8%) de las pocas que han cerrado en positivo dentro del Ibex. Entre medias se ha colado la cadena de alimentación DIA (+1%), a la que ha seguido AENA (+0,6%), que se encuentra muy cerca de revalidar máximos históricos.
La recién debutante en bolsa Cellnex Telecom, antigua división de telecomunicaciones de Abertis, se ha disparado un +4,3% hoy tras la presentación de sus cuentas del primer semestre. Más que los resultados, a los inversores les ha gustado la revisión alza de sus estimaciones de Ebitda de cara a este ejercicio. También prevé cerrar el año con menos deuda de la que barajaba el mercado.
Precisamente la elevada deuda ha sido la causante de que OHL y Abengoa anunciaran recientemente sendas ampliaciones de capital que están penalizándolas tanto en bolsa. Mientras OHL ha caído un -6,2% hoy, la palma se la ha vuelto llevar Abengoa, que ayer se dejó un -30% y hoy un -26%. Entre todo tipo de comentarios y especulaciones sobre la empresa, el pánico parece haberse adueñado de los accionistas de la compañía sevillana.
En Wall Street las bolsas cotizan planas a unas horas del cierre, en una semana en la que la atención de centrará en las pocas empresas que quedan por presentar resultados trimestrales (hoy le toca Walt Disney y Kelloggs) y sobre todo en el informe oficial de empleo del viernes, que será mirado con lupa por los miembros de la Reserva Federal a la hora de decidir si subir los tipos de interés en septiembre.
Hoy también es protagonista Apple, cuyas acciones son las que más caen dentro de Dow Jones. La firma tecnológica no levanta cabeza desde que presentara resultados hace unos días. Desde entonces ha perdido más de un -10% en bolsa, en un descenso que se explica en gran medida por la ralentización que podrían sufrir la venta de sus productos en China.
A nivel macroeconómico, hoy hemos contado con el dato de pedidos de fábrica de EE.UU. del mes de junio, que ha mostrado un crecimiento de +1,8%, en línea con lo estimado y que rompe con el dato de junio, cuando este indicador descendió un -1,1%. No obstante, si desgranamos el dato, observamos que la causa de este crecimiento fue el evento Paris Air Show que tuvo lugar en junio y no por un repunte como tal de la demanda de bienes manufacturados. El mismo dato, excluyendo los pedidos de transporte, nos muestra un crecimiento positivo de 0,5%.