Los inversores, así como los bancos centrales y las empresas vigilan el nivel de la inflación constantemente. Es un factor económico de tremenda importancia que tiene efectos en todo el tejido económico de una sociedad. Un exceso de inflación puede ser muy perjudicial para una economía ya que reduce el poder adquisitivo de los ciudadanos y puede perjudicar el crecimiento económico y favorecer el desempleo.
¿Qué es la inflación?
Expresado de la forma más simple, la inflación es la subida generalizada del precio de bienes y servicios de un país. Esta subida se produce en un marco temporal y afecta a una divisa en concreto. El efecto negativo que produce esta subida de precios es que cada vez se pueden comprar menos cosas con el mismo dinero. Por esto, solemos decir que la inflación causa pérdida de poder adquisitivo.
Los bancos centrales observan muy de cerca la evolución de la inflación e intentan reaccionar adecuadamente ajustando la política monetaria para mantener un nivel adecuado de inflación. Cuando se produce un crecimiento importante de la inflación, como el vivido después de la pandemia de coronavirus, las empresas tratan de trasladar su aumento de costes a los consumidores finales.
De la misma forma los consumidores que sufren una subida de precios continuada pueden reaccionar inicialmente reduciendo su consumo, pero si la situación se prolonga inevitablemente reclamarán un aumento de salarios que compense, aunque sea parcialmente, su pérdida de poder adquisitivo. De esta forma acaba creándose un nuevo equilibrio de subidas de precios y salarios que puede prolongarse indenfinidamente. Una inflación más alta puede crear empleo en el corto plazo ya que estimula el consumo. Pero también puede ajustar los márgenes de beneficios de las empresas, que sufren aumentos en sus costes de producción.
Desde el punto de vista de los inversores un escenario de escalada de precios resulta complicado, ya que la inflación aparentemente afecta a la economía y a las cotizaciones de la bolsa, pero no al mismo ritmo.
Cómo afecta la inflación a la renta variable
Las valoraciones en los mercados se basan en la expectativa de los beneficios futuros, y su valor presente. Dicho de otra forma, lo más importante a la hora de valorar una empresa es estimar cuánto dinero va a producir su negocio, cuándo, y cómo de seguro estamos de ello. Al realizar este cálculo, hay que realizar una valoración presente de ese dinero futuro, ya que el dinero no tiene el mismo valor ahora que en 5 años.
Aquí es donde la inflación puede tener un efecto importante en las valoraciones de las empresas. Si pensamos que la inflación va a ser alta y el dinero que gana la empresa es fijo, es decir que la empresa teóricamente tiene complicado actualizar los precios con respecto a la inflación, nuestra valoración será más baja ya que el dinero futuro tiene menos valor con una inflación alta.
Por tanto, aquellos negocios que tienden a funcionar bien en entornos inflacionarios son aquellos que tienen poder de establecer precios y que pueden pasar fácilmente los incrementos de precios a sus clientes.
Periodos históricos
Como se aprecia en episodios pasados de aumento de precios, los periodos de inflación alta se han correlacionado con periodos de valoraciones bajas en los mercados. Los retornos reales de las empresas son los retornos nominales menos la inflación. Cuando analizamos los retornos, por ejemplo del S&P 500, por décadas ajustando a la inflación, vemos que los retornos más altos se han producido en periodos en que la inflación ha estado entre 2% y 3%.
Es importante, como inversores, mantener la perspectiva histórica de los niveles de inflación. Entre 2021 y 2022 hemos pasado de niveles entre 0% y 1% a más del 10% en España. Es una subida importante, aunque lejos todavía de los niveles que se vivieron al final de la década de los años 70 y principios de los 80 donde la inflación llegó a superar el 20% y estuvo durante más de una década por encima del 10%.
En periodos de inflación alta es más importante que nunca estructurar bien nuestra cartera de inversión con activos que puedan reaccionar adecuadamente a la subida de precios y seguir generando beneficios.
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