En ocasiones, las empresas o personas pueden llegar a una tesitura límite donde ya no disponen de los recursos necesarios para seguir realizando su actividad. En situaciones de quiebra, así como en situaciones de suspensión de pagos, existe un procedimiento legal llamado concurso de acreedores.
Qué es un concurso de acreedores: definición y concepto
Un concurso de acreedores es un proceso para regular el reparto de los activos restantes entre los acreedores y proteger a las partes más débiles, como los trabajadores.
Este procedimiento se inicia cuando una persona (física o jurídica) ya no puede responder frente a su deuda y es necesaria la intervención jurídica para gestionar su insolvencia.
En España están regulados por la Ley Concursal que entró en vigor en el año 2020.
Principales nociones de la Ley Concursal
La Ley Concursal estipula que se encargará un único juez de todo el proceso relativo al concurso de acreedores.
También se expone un principio general del derecho que propugna la igualdad entre todos los acreedores. Como concepto general, se abre un plazo en el que todos los acreedores pueden presentar sus reclamaciones y, a partir de ahí, se intenta resarcir a todos a la mayor brevedad posible.
Existe también el deber de solicitar el concurso de acreedores si el empresario considera que su actividad ha pasado a ser inviable económicamente. No hacerlo no es delito, pero podría tener consecuencias negativas en el proceso posterior si se dirime que se ha intentado ocultar o provocar la insolvencia.
¿Quién puede solicitar un concurso de acreedores?
La capacidad de iniciar un concurso de acreedores corresponde a la persona deudora si es el caso de una persona física o al órgano de administración de la empresa si se trata de una persona jurídica. También puede ser iniciada por los acreedores.
Cuando la solicitud es presentada por un deudor se habla de un concurso voluntario. Sin embargo, si la solicitud es presentada por un acreedor se llama un concurso necesario. Los concursos de acreedores también pueden ser instados por terceros, siempre y cuando puedan demostrar interés legítimo y estén en situación de insolvencia.
Fases del concurso de acreedores
Podemos hablar en la práctica de cuatro principales fases de cualquier concurso de acreedores:
- Actos previos.
- Fase común.
- Fase de resolución.
- Determinación de responsabilidad.
En la fase común se determina la masa activa y pasiva del concurso, que suele ser uno de los puntos más importantes, ya que establece cuánto tiene y debe el deudor.
En la fase de resolución se establece el convenio y se procede a la liquidación en caso de ser necesario.
Por tanto, y como conclusión, un concurso de acreedores es un procedimiento que pretende solucionar situaciones complicadas para los deudores y para los acreedores: buscando la mejor solución posible para todas las partes.
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