Los españoles gastamos al año 4.234 euros en comprar alimentos. Si lo repartimos entre doce meses, sería algo más de 350 euros mensuales. Una cantidad, como vemos, nada desdeñable. Pero, ¿esto es mucho o poco? En el siguiente post comentamos si tu comportamiento en el supermercado en qué derrochas.
Observando los datos del estudio de la consultora Kantar, como todo en la vida, depende. Fundamentalmente, de la capacidad de gasto de cada familia o persona. Si es alguien con un sueldo medio de, por ejemplo, 2.000 euros al mes, puede no suponer mucho, pero, ¿y si es de 1.000 euros? La cosa cambia.
Sea como sea, el gasto en alimentación es imprescindible; necesitamos comer para vivir. Pero quizá este gasto podría moderarse si analizamos nuestro comportamiento en el supermercado, un lugar que no es para nada inofensivo para nuestras finanzas personales, pues no solo está diseñado para comprar alimentos, sino para que acabemos gastando más de la cuenta.
Igualmente, nuestro comportamiento en casa también influye. Así que si quieres ahorrar en tus compras y no acabar con un ticket desproporcionado cada vez que vas a hacer la compra, sigue leyendo.
Consejos básicos para no gastar de más y sin comer de menos
Hay una recomendación básica, previa a cualquier compra. En este blog reiteramos la importancia de la planificación, también en esta ocasión: antes de hacer la compra, haz una lista previa de lo que necesitas. Ya sea en el teléfono o en papel, es relevante que apuntes lo que necesitas de verdad, revisando previamente tu nevera, tu despensa y las comidas previstas para los próximos días.
Lista de la compra: hacerla y seguirla
Y no vale apuntar si luego ni lo vas a mirar; haz el ejercicio de seguir tu lista e ir tachando aquello que vas metiendo en la cesta. Si vas a comprar de esta forma, es más que probable que ahorres, porque evitarás hacer la compra por impulsos, según lo que vayas viendo y creas que te apetece o te va a apetecer. Es importante fijarte bien en lo que metes en la cesta, porque muchas veces se van echando cosas sin motivo y cuando llegas a la caja: sorpresa.
No eches toda la tarde en el súper
Si sigues tu lista, además, evitarás dar vueltas por los pasillos sin rumbo fijo, lo que también provoca que gastes de más por esta causa: vas viendo cosas de las que te encaprichas y las vas echando al carro, sin tener del todo claro si las vas a consumir, cayendo en todos los cepos del supermercado. Eso sin considerar la consecuente pérdida de tiempo.
Promociones: solo si necesitas esos artículos
Por ejemplo, las promociones —como nos gusta una promoción pensando que nos vamos a ahorrar unos euros cuando puede que sea al revés, porque seguramente estemos comprando algo que no consumimos normalmente, pero que solo elegimos porque está en oferta—, los productos estratégicamente señalados como NOVEDAD —¿cómo no probarlos?—, o las estanterías colocadas al lado de la caja para picar en goodies antes de irnos.
Con una lista en la mano, las opciones de caer en gastos de comida superfluos se reducen.
Mide las cantidades
Por otra parte, es importante medir bien las cantidades. España tira al año más de 1.300 millones de kilos de comida a la basura, una cantidad desorbitada que daría de comer a países enteros. Por ello, empieza a ser consciente y ayudar al planeta y no compres más de lo que vas a consumir y, si lo compras, gástalo. Tan solo se trata de planificar la compra y organizar las comidas.
No tires comida, no tires dinero
Lo típico de tirar frutas y verduras porque se ponen feas —que no malas—, cosas abiertas que se dejan sin cerrar y se pudren, productos que se compran por capricho y se guardan en un cajón, etc. Compra de forma consciente y solo lo que vas a consumir, porque todo eso que tiras no es solo comida, también es dinero.
La compra más eficiente: sin hambre y a primera hora
Un consejo que puede parecer menor, pero que tiene bastante importancia, es no ir al supermercado con hambre. Sí, por muy absurdo que pueda parecer. Los psicólogos y expertos alertan de ello, pues si vas con hambre acabarás comprando más de lo necesario porque se te va a antojar de todo.
Igualmente importa la hora del día. Aprovecha las primeras horas de la mañana, si puedes, cuando no está muy lleno, porque te va a permitir hacer la compra con mayor tranquilidad. Así serás más consciente de lo que compras que si estás agobiado, con prisas por salir. Tómate tu tiempo, porque hacer la compra no es un trámite menor, ni para tu nutrición, ni para tu economía.
Online: menos tentaciones
Otro factor que puede ayudar mucho a no caer en caprichos es hacer la compra online. Porque no ves todas las trampas del súper, aunque también las tienen en sus webs, pero puede ser más factible ajustarte mejor a tu lista y no llenar tu carrito virtual de cosas que, ni quieres, ni necesitas.
Por último, si acompañas tu lista de un presupuesto para la compra, también ahorrarás dinero.
Lo más importante es ser consciente de cuándo se llena la nevera, no comprar por comprar, intentar calcular las cantidades necesarias y acabar todos los alimentos sin tirarlos porque se hayan puesto malos. El dinero que puedes llegar a ahorrar, y el bien que harás al medio ambiente, no tienen precio.
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