Si aumenta el precio, baja la demanda. Lección básica de economía. Pues no siempre ocurre así. Hay bienes que se comportan de forma opuesta: más caros, más se demandan. En este texto vamos a reflexionar sobre nuestra conducta como consumidores y explicar qué son bienes Giffen y bienes Veblen.
Curva de demanda con pendiente negativa
Antes de nada, recordemos la gráfica de la ley de la demanda: precio y cantidad demandada son inversamente proporcionales, es decir, la curva de demanda tiene pendiente negativa.
Si sube el precio de un bien, los consumidores lo demanda menos y, al revés, si baja el precio de un bien, los consumidores quieren comprarlo más. Sucede así para la mayoría de los bienes.
Curva de demanda con pendiente positiva: anomalía para Giffen y Veblen
Sin embargo, para los bienes Giffen y los bienes Veblen, la curva de demanda tiene pendiente positiva: si sube el precio, sube la demanda; si baja el precio, baja la demanda.
Bienes Giffen
Son un tipo de bienes inferiores. Los bienes inferiores son aquellos que se demandan más cuando la renta es más baja. Son bienes inferiores los más básicos y de menor precio. Conforme aumenta la renta del consumidor, disminuye su demanda, porque se reemplazan por otros de más calidad (y precio más alto). Varios ejemplos: vehículos de gama baja o de segunda mano, comida preparada barata (noodles instantáneos, pizza congelada), restaurantes de comida rápida, vino de mesa, ordenadores reacondicionados, ropa de baja calidad, etc.
Y un subtipo de bienes inferiores son los bienes Giffen (del economista y estadista británico Robert Giffen), porque se demandan más cuando hay menos renta disponible, pero además, tienen la particularidad de que si sube su precio, sube su demanda, y al revés, si baja su precio, baja su demanda.
Los bienes Giffen suelen ser bienes de primera necesidad, los únicos asequibles para presupuestos muy bajos, como sucede en situaciones de pobreza o de rentas muy limitadas.
¿Y cómo se explica que si sube su precio se demandan más? Para entenderlo usamos un ejemplo muy fácil con solo dos bienes disponibles: arroz y pescado, donde ambos son imprescindibles para subsistir. El presupuesto para comida es muy ajustado (10 euros) y se gasta totalmente. El precio del kilo de arroz es de 1 euro, y el de pescado 9 euros. Y habitualmente se compra 1 kilo de arroz y 1 kilo de pescado.
Si el precio del arroz sube, con ese euro dedicado a arroz ya no se puede comprar la misma cantidad, pero tampoco se puede comprar más pescado porque sigue siendo más caro que el arroz. El ajuste pasa por comprar menos pescado, y no solo hasta tener suficiente dinero disponible para comprar 1 kilo de arroz, sino algo más, porque hay que seguir alimentándose y si se come menos pescado, habrá que cubrir esa cantidad de alimento con el otro bien disponible (arroz).
La misma paradoja sucedería si bajase el precio del arroz: el presupuesto se compensaría en favor del pescado, con lo que compraría menos de 1 kilo de arroz y más de 1 kilo de pescado.
Bienes Veblen
Son un tipo de bienes superiores, lo que significa que se demandan más cuando la renta es más alta. El primero en identificarlos fue el sociólogo y economista estadounidense Thorstein Veblen y comparten una peculiaridad con los Giffen: si sube su precio, sube su demanda, por lo que la curva de demanda también es positiva.
Pero lejos de ser atribuibles a productos de primera necesidad, bienes Veblen suelen ser bienes de lujo, de compra reducida y muy exclusiva, como joyas, relojes, coches, productos gourmet, arte o piezas de coleccionista.
Detrás de esta peculiar demanda hay un vínculo entre exclusividad y precio. Más precio implica más exclusividad; comprar un bien Veblen podría asemejarse a comprar unicidad, estatus, lujo. Cuánto más elevado sea el precio de un bien de lujo, más lujo se compra.
Además de cubrir una necesidad (una obra de arte sirve para decorar, un coche para desplazarse, un diamante como joya…), los bienes de lujo acumulan valor y llegan a considerarse una inversión. Su escasez implica que el paso del tiempo les suma valor, siempre que el poder adquisitivo de sus potenciales clientes siga creciendo.