la bolsa y el cine

La bolsa y el cine: una historia de éxito y fracaso

El cine es uno de los grandes entretenimientos de la era moderna. El que muchos denominan el séptimo arte, no sólo es una forma artística, sino también un negocio que para algunos resulta muy lucrativo. Aquellas productoras que logran un gran éxito pueden llegar a ver cifras de recaudación sorprendentes. Y beneficios astronómicos en sus cuentas, pues una vez realizada la inversión para producir una película, todos los ingresos que se recauden y que superen los gastos pasan a ser beneficio.

Hasta el momento el récord de la peli más taquillera de la historia lo tiene Avatar, la película del director James Cameron que fue distribuida por 20th Century Fox y logró recaudar más de 2.700 millones de dólares. Sin embargo, también hay una larga lista de películas que nunca recuperaron en taquilla el dinero que costó su producción. Como cualquier industria, la producción cinematográfica y de contenido audiovisual tiene su riesgo.

Las 6 grandes empresas de contenido cinematográfico 

En los últimos años se ha producido una paulatina consolidación en el mundo de las productoras cinematográficas, ya que en muchos casos sus estudios han sido adquiridos por grandes conglomerados multinacionales. En la actualidad, cuando pensamos en las grandes productoras, aparecen Disney, Sony o Fox, compañías que van mucho más allá del sector del cine. Centrándonos en Estados Unidos, la mayoría de contenido para cine y televisión está en manos de 6 grandes empresas:

National Amusements (CBS y Viacom)

Tanto CBS como Viacom son dos de las grandes empresas de contenido. Entre las productoras y marcas que operan bajo el paraguas de National Amusements tenemos a Paramount, MTV o Nickelodeon.

Disney

La racha de adquisiciones y alianzas de Disney en los últimos años ha sido espectacular. Algunos de los estudios que han terminado dentro de la marca incluyen Pixar, Marvel, Lucasfilm, y recientemente, 21st Century Fox.

Time Warner

La empresa conocida por sus estudios cinematográficos Warner Brothers, opera también multitud de marcas de contenido. Además de su división multimedia y de noticias de prestigio internacional como CNN, es propietaria de HBO, productora de algunas de las series más exitosas de los últimos años.

Comcast

La empresa dueña de marcas como CNBC y Universal es otra de las grandes de contenido. Como todas las demás, posee además todo tipo de activos de contenido audiovisual y productoras como Dreamworks.

News Corp

El conglomerado internacional presidido por Rupert Murdoch es uno de los grandes del contenido audiovisual también, aunque tras la venta de sus activos de 21st Century Fox, ha visto notablemente reducida su exposición al mundo cinematográfico.

Sony

La marca de origen japonés sigue teniendo grandes activos cinematográficos, como su productora, Sony Pictures Classics, y su marca, Tristar Entertainment.

 

Estas seis empresas de contenido tienen una capitalización bursátil conjunta de más de 400.000 millones de dólares. Para poner esta cifra en contexto, representaría una cantidad ligeramente inferior al producto interior bruto de un país como Polonia. No hay duda, la industria cinematográfica mueve mucho dinero.

 

La disrupción de las FAANG en el mundo del cine

Las empresas tradicionales de producción cinematográfica y los grandes estudios, se han visto, en parte, obligados a realizar fusiones por la enorme competencia y disrupción que han generado las nuevas empresas de contenido de internet. El caso más claro es Netflix, que se ha establecido en muy poco tiempo como una de las productoras a tener en cuenta, con una enorme cantidad de grandes éxitos y buenas críticas. No nos podemos olvidar de otras grandes operaciones, como la que está llevando a cabo Amazon, con sus Amazon Studios, y el resto de empresas tecnológicas, que han mostrado interés en producir y disponer de contenido de calidad para distribuir entre sus usuarios.

 

El hecho de que cada vez el consumo de contenido de los usuarios venga a través de internet, ha promovido que las empresas tecnológicas se hayan convertido en plataformas perfectas, con una base de usuarios registrados y dispuestos a pagar por consumir contenido de calidad. Es previsible que el entorno de las productoras y empresas cinematográficas se siga consolidando, y que se produzcan nuevas alianzas entre las empresas dueñas y productoras de contenido, y otras compañías con capacidad de distribuirlo a los consumidores.

 

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