La teoría de juegos es la ciencia que estudia la estrategia humana. Se encarga de analizar cómo las personas intentamos adivinar las acciones de los demás, y las consecuencias que esto tiene. Como tal, se ha convertido en una de las ramas de la ciencia económica más relevantes de las últimas décadas.
Adam Smith argumentó en el S. XVIII que las personas somos intrínsecamente egoístas, pero que cuando este egoísmo se canaliza a través del mercado, la sociedad en su conjunto sale beneficiada. Por contra, la Teoría de Juegos analiza cómo el egoísmo de las personas influye sobre la manera en que interactuamos entre nosotros.
El Dilema del Prisionero
El modelo clásico de teoría de juegos conocido como el dilema del prisionero presenta una situación donde en una prisión dos cómplices de un crimen son interrogados por separado simultáneamente. Tienen dos opciones: confesar el crimen o permanecer en silencio. Si uno confiesa y el otro calla, el confesor será absuelto y al que ha permanecido en silencio le caerá una condena de 10 años de prisión. Si los dos permanecen en silencio, ambos recibirán una condena de 1 año. Finalmente si ambos confiesan cada uno recibirá una condena de 5 años de prisión.
Las matemáticas demuestran que la mejor opción para ambos visto en conjunto sería la de permanecer en silencio. Sin embargo una de las premisas de la Teoría de Juegos es que el egoísmo rige las decisiones humanas y ambos optarán por confesar, ya que el incentivo de evitar la sentencia más larga junto con la posibilidad de librarse por completo son más atractivas que correr el riesgo de ser traicionado por el otro.
Lo significativo de este juego es que en ciertas circunstancias la mejor decisión no siempre es la más obvia. Curiosamente la dinámica del juego cambia en el momento en que se convierte en un juego que se repite muchas veces. En este caso los participantes aprenden que la cooperación es una estrategia más favorable que la traición.
La teoría de Juegos aplicada al mundo empresarial
Todas estas dinámicas de estrategia y competencia son tremendamente relevantes en el mundo empresarial. Los negocios no operan en el vacío sino que están dentro de un mercado formado por muchos participantes. A la hora de tomar decisiones estratégicas, como por ejemplo qué líneas de productos desarrollar, qué zonas geográficas intentar abarcar, a qué segmentos de consumidores dirigir sus productos, etc. las empresas deben considerar todas las implicaciones, no sólo de cómo van a reaccionar sus clientes, sino también de cómo van a reaccionar las empresas de la competencia.
La Teoría de Juegos es una parte fundamental de la estrategia empresarial. Cuando invertimos en una empresa comprando sus acciones es importante tener una idea de cómo evolucionará el negocio de esa empresa en el tiempo, ya que los beneficios que genere influirán en nuestra rentabilidad a lo largo del tiempo. Para ello es interesante conocer el mercado en el que opera la empresa y las empresas contra las que compite.