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Wall Street, el corazón financiero

El mundo de las finanzas a nivel global late en una de las arterias más importantes de Nueva York. Se trata de un lugar que trasciende a su propia importancia, y en el que la mística y el culto al dinero se convierten en algo mágico. Hablamos de Wall Street.

Considerado por muchos el corazón financiero del mundo, se trata simplemente de una calle de Nueva York cuya importancia reside en albergar algunas de las principales instituciones financieras (y simbólicas) de EEUU. Hablamos, claro está, del mercado de valores (New York Stock Exchange), y además, el Federal Hall, edificio que fue construido en 1700 como primer ayuntamiento de la ciudad y sirvió para nombrar presidente a George Washington.

Existe la confusa designación de Wall Street como la propia Bolsa de Valores de Nueva York al encontrarse en dicha calle. Por lo tanto, la intrahistoria de ambos conceptos no se puede desligar, y hablar de Wall Street es hacerlo de la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE). Situada en el número 11 de dicha calle, se trata con diferencia del parquet bursátil más grande del mundo.

Haciendo algo de memoria sobre el nacimiento de todo el entramado de Wall Street, su creación se remonta a 1817, cuando los corredores de bolsa de la época crearon un comité llamado “New York Stock and Exchange Board” (NYS&EB). Lo hicieron para controlar el flujo de dinero y acciones que circulaba por la ciudad. Una de las curiosidades que se puede destacar en esta “corta historia” de la Bolsa de Nueva York, es que después de la Primera Guerra Mundial se convierte en la principal bolsa del mundo, dejando atrás a la Bolsa de Londres.

Por lo que respecta a la importancia geográfica e histórica del lugar, en cuanto a su significado, la traducción literal de Wall Street es “Calle de Muro”, nombre que adquirió gracias al muro construido en el año 1609 para mantener las reservas y provisiones económicas a salvo de posibles ataques de los indios. Rápidamente, esta calle se convirtió en centro de negocios gracias a su ubicación, pues conectaba los muelles que prestaban servicio al comercio por el río Hudson en un extremo, y al negocio de importación por el río East en el otro.

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